En el día que se cumplían diez años de la primera movilización por el Ni Una Menos, Marcela fue asesinada por un oficial de la Policía de la Ciudad, quien luego se atrincheró en un gimnasio de Moreno y finalmente se disparó en la cabeza y falleció al llegar al hospital. La víctima era la novia de la expareja del policía. Los medios nuevamente intentan mostrar “un costado humano” del responsable, hablan de engaño, y una carta “conmovedora” que el policía habría dejado. Fue lesboodio ¡Exigimos justicia!
Una fecha que nos conmueve
El femicidio ocurrió este martes 3 de junio por la tarde cuando el policía, identificado como Gabriel Fernando Danielo de 39 años, concurrió al gimnasio situado en la calle Roque Sáenz Peña al 2228 esquina Centenario, donde exigió ver a su expareja, Anabella Viviana Florentín.
Luego, el agresor tomó del cuello a Florentín y la amenazó con la pistola a la altura de la cabeza. Pero Danielo disparó cinco balazos a Marcela Heredia con su arma reglamentaria; ella habría intentado defender a Anabella. Después de matarla secuestró en el primer piso del gimnasio por una hora a su exmujer, con quien tenía dos hijos. Luego de liberarla continuó atrincherado 10 horas.
Un día antes, el lunes, lo habían notificado de la prohibición de acercamiento por parte del juzgado de Familia de Moreno.
Este episodio terrible ocurrió 10 años después del primer 3J. En aquel momento el femicidio de Chiara Páez fue un antes y después. Su asesinato conmovió a miles. Y abrió paso a un nuevo momento: la figura de femicidio podía ubicar la violencia machista cuando nos matan por el solo hecho de ser mujer.
A diez años ese esquema no varía y se acrecienta el discurso de odio hacia nosotras y nosotres. Fruto de una narrativa que, desde que gobierna Milei, se difunde desde la esfera gubernamental. Seguimos exigiendo justicia por el triple lesbicidio de Barracas.
Marcela Heredia fue asesinada por mujer y lesbiana. Su asesino y el estado son responsables.
Una víctima del machismo patriarcal
Este caso ya fue caratulado como “femicidio seguido de suicidio” y quedó en manos de la fiscal Betiana Guillermon, titular de la UFI 2 de Moreno y General Rodríguez. Pero los medios de comunicación insisten en el estado emocional del policía Danielo al perder a su esposa. Y la conmovedora carta que deja.
Marcela Heredia, la víctima de Gabriel Fernando Danielo, era oriunda de Río Cuarto, pero estaba radicada desde hacía tiempo en la ciudad de Buenos Aires.
En un comunicado que difundió la familia de Heredia, se expresa que lo que le paso a Marcela fue “un femicidio por lesboodio” y responsabilizaron al Estado porque fue cometido con un arma reglamentaria, sumado a que Danielo tenía denuncia y una perimetral vigentes por violencia de género.
Un policía, que se sentía impune y que con su arma reglamentaria amenazó y mato no tiene excusas, ni costado humano o conmovedor. Ningún supuesto engaño puede dar permiso a terminar con la vida de otro. Mucho menos a razón de la orientación sexual.
Desde ya, es probable que en el esquema machista patriarcal de Danielo sea inconcebible que “su mujer” lo dejé y encima por “otra mujer”. La fragilidad del estereotipo masculino donde la mujer es de su propiedad y no puede dejarlo. Además, no existe peor humillación que la elección de “una mujer sin falo”.
Danielo es el asesino, el estado es responsable y el patriarcado, a través de sus instituciones como la justicia y los medios de comunicación, es el esquema que le da sustento a vínculos tóxicos y relaciones de poder y de propiedad en el marco de vínculos sexo afectivos.
El negacionismo como marca de agua en el discurso de odio puede hacerse el desentendido o mirar para otro lado, o simplemente mentir en las estadísticas y razones. En “ahora que si nos ven” también se puede ver el patriarcado. Y podrán seguir escondiendo bajo la alfombra la violencia machista, pero jamás lograrán que ahoguemos nuestro grito.
Ni una menos, vivas y libres nos queremos. Vivas, felices y pudiendo elegir el amor.
A 10 años del primer 3J, nuestro grito será clamor y también un pedido de justicia por Marcela.