El 31 de marzo es el día internacional de sensibilización contra la discriminación hacia las personas travestis y trans. Lo impulsó en 2009 la activista trans norteamericana Rachel Crandall y a partir de entonces se conmemora en varios países del mundo.
Pero además de visibilizarnos, este también es un día de lucha por la igualdad efectiva de derechos para todes y cada une de nuestres compañeres trans. Con la lucha y la movilización en unidad en los últimos años hemos conquistado leyes muy importantes en nuestro país, pero su cumplimiento real es muy deficiente.
Por ejemplo, logramos la ley de matrimonio igualitario, la ley de identidad de género y asimismo se consiguió que algunes compañeres puedan acceder a un trabajo mediante la ley de inclusión laboral trans. Pero aún estamos muy lejos de cubrir el cupo del 1% del personal del Estado y la gran mayoría de los pocos puestos obtenidos son contratos precarizados.
A su vez, el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, que cuando se creó en 2020 despertó expectativas en nuestro colectivo, durante la pandemia no generó ni una sola política pública para nuestra comunidad. La desaparición de Tehuel, un pibe trans del conurbano bonaerense, al ir a buscar una changa, es una muestra de la desprotección que sufre nuestra comunidad y el Estado todavía sigue sin dar respuestas.
El contexto hoy es de ajuste, porque el gobierno y el macrismo aprobaron el acuerdo con el FMI. Y cuando hay ajuste, quienes más sufrimos somos las mujeres y diversidades. Se agudizan más la pobreza y la entrega de nuestra soberanía. Eso traerá más dolor, sobre todo para les compañeres travestis y trans que no han podido acceder a un trabajo genuino y tienen que seguir en la calle tomando frío y corriendo peligro.
Las personas trans vivimos atravesadas por la exclusión y discriminación, que en este sistema capitalista y patriarcal son estructurales. Sufrimos múltiples violencias en todos los ámbitos de la vida, con obstáculos para acceder a derechos fundamentales y servicios básicos. La expectativa de vida es de 35 a 40 años y por eso, en este día y todo el año, seguimos levantando nuestras banderas de lucha por una vida digna.
Entre otros reclamos, nuestras demandas inmediatas son: Cupo laboral trans, real y sin precarización. Ley integral trans ya. Basta de crímenes de odio y travesticidios. Nueva ley de VIH. Iglesia y Estado, asuntos separados. Y fuera el FMI!
Moni Aguirre,
Libre Diversidad-MST Pilar