30/09 Facultad de Ciencias Sociales. Vamos al Encuentro Nacional Antirrepresivo 

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Convocado por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, desde las 10 hs. de la mañana, en Cs. Sociales de la UBA, delegaciones de todo el país debatirán un plan de acción para enfrentar la creciente ola de medidas represivas contra los que luchan y el rebrote de un fuerte negacionismo del genocidio. El plan de ajuste en curso y el que, gane quien gane, preparan para después de las elecciones, no cierra sin represión y es fundamental organizarse desde ahora para frenarlo. 

Este 3° Encuentro Nacional Antirrepresivo por los Derechos Humanos se prepara como un evento abierto, de debate, de intercambio y de lucha, entre numerosos luchadores políticos y sociales que provenientes del AMBA y de distintos puntos del interior del país, debatirán en ocho talleres, las estrategias y medidas de acción para enfrentar una creciente política represiva que, desde este Estado capitalista, se viene desarrollando para imponer un brutal plan de ajuste y entrega. 

El plan económico que el gobierno nacional pactó con el FMI agrava la caída de los salarios, jubilaciones y planes sociales. Al otro día de las PASO, Massa impuso una devaluación del 22%. La inflación de agosto trepó al récord del 12,4% y la anualizada va a superar el 150%. El 43% de la población está en la pobreza, incluido un 8% hundido en la miseria. Y en este país tan rico en recursos, 6 de cada 10 niños y niñas son pobres. Por eso la bronca popular crece día a día. 

A esta crisis social se le suma el resultado electoral, con un claro avance de la derecha. Massa, más allá de algunas medidas cosméticas para recuperar votos, en su Presupuesto 2024 propone más ajuste fiscal. Entre otros recortes, Bullrich pretende despedir a un 25% del personal estatal. Y Milei, ese liberfacho que cosechó mucho voto castigo a los gobiernos anteriores, promete un «plan motosierra» peor que el ajuste del FMI. Salvo la izquierda, todos ellos, con distinto discurso, defienden este capitalismo decadente, dependiente y antipopular. Van a seguir pagando esa estafa llamada deuda externa con más ajuste y más entrega. Van a seguir gobernando para las corporaciones, el agronegocio, la banca y el extractivismo, generando más desigualdad social. Van a atacar las conquistas laborales, sindicales y sociales que nos costaron décadas de lucha. Nos traen más reforma laboral y previsional, más precarización de nuestras vidas. 

Ningún ajuste pasa sin represión 

Por eso tratarán de recortar todos y cada uno los derechos democráticos y humanos, incluidos los derechos ambientales, los derechos de los pueblos originarios y los derechos de género. Ya lo vemos por ejemplo en la reforma constitucional represiva en Jujuy, la ley antipiquetes en Salta, la figura de la «repitencia» en Mendoza contra la protesta social, la acusación de «intento de femicidio» en Santa Cruz para perseguir activistas o el proyecto de Jorge Macri de impedir las marchas en esta Ciudad, cuya policía asesinó a Facundo Molares. 

Utilizan el problema de la inseguridad para alentar el gatillo fácil y la baja de la edad de imputabilidad, así como utilizan el problema narco para militarizar los barrios populares, mientras sostienen un sistema policial, judicial y político cómplice del gran delito organizado y las mafias de la droga. 

Su constante predica contra las organizaciones sociales y de trabajadores desocupados, que desarrollan masivas movilizaciones en reclamo de trabajo, mejoras en las entregas de alimentos y programas sociales, estigmatizando a los que luchan y persiguiendo a sus dirigentes, es parte integrante de una política de criminalización de la protesta y de la pobreza, que prepara el terreno para un brutal ataque a los derechos conquistados por años de lucha. 

El negacionismo 

Además, esa ofensiva reaccionaria de los gobiernos y los principales candidatos envalentonó a la ultraderecha negacionista. Por eso Milei y su vice Victoria Villarruel reivindican a la dictadura genocida, reflotan el verso de «los dos demonios» y buscan relegitimar a las fuerzas armadas como futura herramienta de represión interna. 

Su reciente acto apologético del terrorismo de Estado realizado en la Legislatura porteña fue enfrentado por las organizaciones que integran el EMVyJ y la izquierda política y social del país, con nuestro Frente de Izquierda Unidad en el centro de la convocatoria. Lamentablemente los principales referentes de DDHH y organizaciones K faltaron a la cita. 

El reciente aniversario de la segunda desaparición de Julio López, muestra como subsisten luego de 40 años de democracia, aparatos represivos heredados del Proceso militar, como es la Policía Bonaerense. Es que, pese a los enormes avances logrados en lucha contra la impunidad de los genocidas, quedan muchos responsables impunes –entre ellos sus cómplices civiles-, de los más de los 500 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, violaciones, vuelos de la muerte, apropiación y robo de la identidad de cientos de bebés. Lo que exige la apertura de los archivos secretos de la dictadura que todos los gobiernos se han negado a realizar. 

El avance de las posiciones de la derecha y la ultraderecha debemos explicarlo en las constantes políticas de ajuste que, en nombre de una política nacional y popular, este gobierno viene aplicando para cumplir sus compromisos con el FMI y los grandes empresarios. 

El reciente llamado de Massa en Salta a conformar un «gobierno de unidad nacional» dirigido a gobernadores represores como Morales o Sáenz, o las declaraciones de Cristina echándole la culpa a los paros docentes del surgimiento de Milei, refuerzan el camino para que siga creciendo la derecha. 

¡No pasarán! 

En recientes declaraciones referidas a la reivindicación de la dictadura de la defensora de genocidas, vice de Milei, Victoria Villarruel, el compañero dirigente del MST en el Frente de Izquierda Unidad, Alejandro Bodart, señaló: «con los negacionistas no se debate, se los enfrenta» y en ocasión de la marcha del 14 afirmó: «el debate de como sacamos a este país de la miseria, de la decadencia, no va a venir de parte los que nos trajeron hasta acá, los sucesivos gobiernos, ni de gente que quiere volver a las peores épocas del país, que también son responsables porque ya gobernaron con la dictadura y con Menem, y ahora quieren volver a hacer lo mismo. Pero el pueblo no lo va a permitir. Esta gente de llegar a la Casa de Gobierno tiene que saber que tiene que tener con nafta el helicóptero, porque la gente no va a permitir que avancen contra los derechos adquiridos de décadas»

La clase trabajadora y los sectores populares de nuestro país tenemos una larga tradición de lucha. Por eso derrotamos a la dictadura y cada intento de impunidad. Cayeron el Punto Final y la Obediencia Debida de Alfonsín y los Indultos de Menem. Por eso, hicimos el Argentinazo de 2001, echamos a Duhalde luego de la Masacre del Puente Pueyrredón, enfrentamos al macrismo y derrotamos el 2×1 a los genocidas. 

Por eso, hoy se lucha en Jujuy y otras provincias contra el ajuste y la represión. Por eso, hacen paro la docencia y otros sectores por su salario. Por eso, el 4 marchamos contra el acto de Villarruel. Por eso, el 14 marchó el movimiento piquetero, el sindicalismo combativo y la izquierda. Por eso, el 16 marcharon les pibis por la Noche de los Lápices. Por eso, el 28 marcharán las mujeres y disidencias. ¡Y por eso, vamos a volver a salir a las calles cada vez que haga falta! 

Ante la perspectiva que se viene, es necesaria la mayor unidad de acción posible para defender nuestros derechos. En este Encuentro vamos a debatir en los talleres los distintos temas y a articular iniciativas en común, incluido convocar a una jornada nacional antirrepresiva para después de las elecciones del 22 de octubre. 

  • ¡Luchar es un derecho! ¡Basta de criminalizar la protesta social! 
  • ¡Abajo el negacionismo del genocidio! 
  • ¡Por la apertura de los archivos de la Dictadura!  
  • ¡30.000 detenidas y detenidos desaparecidos, presentes!