Acorralado por el levantamiento revolucionario que se desató el día miércoles 19/12 De la Rúa decide enfrentarlo con una brutal represión. Declara el Estado de Sitio y estalla una gigantesca movilización a Plaza de Mayo y enfrentamientos con las fuerzas policiales. La “batalla por la Plaza”, termina con una derrota total de su gobierno y con su renuncia a medio mandato. Un triunfo histórico que todavía gravita en el devenir político de nuestro país.
La madrugada del 20
Sin solución de continuidad las acciones del 19 pisan las primeras horas del 20. Una enorme movilización nocturna, en reacción al decreto de Estado de Sitio, ocupaba las arterias céntricas, la Plaza de los dos Congresos, el Obelisco y Plaza de Mayo, obteniendo su primer conquista: la renuncia de Cavallo.
Inmediatamente de que se conoce la noticia de la renuncia del ministro comienza la represión, la gaseada indiscriminada contra todos los que ocupaban la Plaza, contra familias enteras con niños y ancianos incluidos. Y pronto surgieron las barricadas, las fogatas. Aparecieron el limón y el vinagre y todo lo que fuera útil para aguantar el efecto de los gases y enfrentar a la policía. Se destruyeron los patrulleros y se inutilizaron los camiones de bomberos policiales que querían apagar las fogatas. Había comenzado la batalla por la Plaza cuyos combates se extenderían durante el resto del día. A las 5 de la mañana se marcha a Congreso, en cuyos aledaños hubo represión y nuevos enfrentamientos. Vilma Ripoll denunciaba frente a las cámaras de Crónica TV la actitud criminal del gobierno. (1)
Unas horas de tregua y recomenzó la batalla. Con las luces del día se van acercando paulatinamente miles de jóvenes desde los barrios, se calcula entre 30 y 40.000 los que combatieron contra la policía. A media mañana vuelve la represión. Las imágenes de las Madres de Plaza de Mayo atropelladas por los caballos policiales y asfixiadas por los gases recorren el mundo.
Así relatan los diarios de la época postales de una batalla de la cual se han escrito largas crónicas:
“La Policía estaba acantonada en la vereda del Banco Nación… Desde allí buscó cumplir la orden oficial de disolver la marcha. El primer intento fue una avanzada de los caballos sobre un grupo que gritaba en torno a la Pirámide de Mayo. Hubo fotógrafos baleados y manifestantes molidos a bastonazos. Pero, a los 10 minutos, la gente estaba otra vez en la plaza y los caballos en el Banco Nación.
Ese ida y vuelta, ese avance y retroceso en las posiciones, fue después la constante del día. Pelotones de policías barriendo el pavimento, caballos de la Montada por la peatonal Florida, un enjambre de motos por las diagonales Norte y Sur, colectivos que llegaban con refuerzos y un helicóptero que seguía a los grupos más numerosos dieron cuenta del mayor despliegue represivo desde el retorno democrático.
Del otro lado, los manifestantes que decidieron quedarse también empezaron a respirar un aire bélico. Se reagruparon en Avenida de Mayo y 9 de Julio y desde allí intentaron retomar la Plaza de Mayo. Con las caras cubiertas por pañuelos, algunos empezaron a romper vidrieras. Otros intentaban detenerlos. En el medio, un diariero todavía pensaba en vender algo, sentado en un banquito frente a su puesto.
Los manifestantes retrocedían unos metros, pero enseguida empezaban a responder con piedras. Cada tanto, una tregua. Los policías pedían agua a los vecinos y soportaban insultos desde los balcones. En uno de los enfrentamientos, un joven cayó al piso, alcanzado por un balazo de goma en el pecho, y tuvo un paro cardíaco. Murió minutos después.” (Clarín 21/12/2001)
“Esto es la rebelión: la ciudad encendida, hecha un fuego por las columnas que han sido expulsados de la plaza, como de tantas partes. Muchos del trabajo, otros de sus casas, o de hoteles familiares, o del club, del almuerzo y la cena, de la educación, del disfrute, de la vida digna. Pues ellos se rebelaron. Lo hicieron sin conducciones, por el fervor de ocupar la calle y dar combate con rudeza. Entonces, de a miles, por todo el centro de la ciudad, estallaron con una bravura olvidada. Fueron mujeres, muchas mujeres, con sus chicos; jóvenes incansables; parejas que escapan de la mano para no perderse en la multitud, huyendo de los gases; hombres de traje que han perdido el saco y llevan la camisa mojada como un pañuelo en la cara; músicos de bandas de rock, de cumbia, del Colón…” (Página12 21/12/2001)
Fueron ocho horas de combate, de los que nuestro MST y la izquierda participamos. Nuestro partido había llamado a concentrar a partir de las 14 hs. en coincidencia con la marcha de desocupados que habían convocado la CCC y la CTA, de Congreso a Plaza de Mayo. Sus convocantes la levantaron, nosotros mantuvimos la convocatoria. Así señalábamos ese momento: “La batalla por la Plaza seguía sin descanso. A los jóvenes que estaban dando la pelea, muchos de ellos militantes de izquierda, entre los que queremos destacar a la JS del MST y trabajadores de nuestro partido, se sumaban los que iban dejando sus trabajos en los bancos y las oficinas del lugar. Esta avanzada del Argentinazo tuvo su propio “cuerpo de blindados” en los motoqueros.”
En paralelo a la batalla del centro de la ciudad, en los barrios del Gran Buenos Aires se lanzó el rumor de que hordas de desesperados venían a saquear las casas y todo lo que encontraran a su alcance. La maniobra, que tenía la intención de que la gente no se movilice, causó el efecto contrario, ya que surgieron piquetes armados en los que participaron miles de vecinos que ejercieron tareas de control y seguridad. Otra de las manifestaciones de que en esos días el poder estaba en las calles.
A las 16:30 habla De la Rúa y hace un último intento político de dar una salida comprometiendo al PJ a un gobierno de unidad nacional. Fracasa. A las 17 hs. las centrales sindicales convocan a un paro general para las 18 hs. cuando ya el país estaba paralizado y combatiendo. Su pérfida intención era sacar a la gente de las calles. Pasa como una anécdota más.
De la Rúa empieza a escribir su renuncia que se hará pública a las 19.30. “El pueblo en las calles había demostrado que se podía ganar y que se podía ir por más.”(2)
Lo que dejó el Argentinazo
Fue una pelea nacional. Cientos de miles participaron en alrededor de 600 saqueos y se calcula en 600.000 los participantes de las acciones en Plaza de Mayo del día 19. Las 39 víctimas mortales que dejaron las jornadas del 19 y 20, los miles de heridos, reflejan también el alcance de una jornada que, si bien tuvo su epicentro en la Capital y el Gran Buenos Aires, se extendió por todo el país.
A diferencia de algunas corrientes que califican lo ocurrido como una “rebelión”, para nosotros fue una verdadera revolución, que dejó en vilo al poder de la burguesía durante varios días, un vacío de poder al que llamamos “crisis revolucionaria”. El poder real estaba en las calles, en un pueblo movilizado que no dejaba de pelear y cuestionaba todas las instituciones del poder existente.
Fue una revolución en la cual la clase obrera participó con fuerza, pero a través de las organizaciones barriales y populares surgidas al calor de la lucha y no pudo hacerlo a través de sus organizaciones propias como los sindicatos y los cuerpos de delegados por la traición y borrada de las conducciones sindicales.
A diferencia de la revolución del ’82 que fue contra el régimen militar, esta fue contra todas las instituciones del régimen democrático burgués de la Argentina, por eso uno de sus gritos de guerra más conocidos fue “que se vayan todos”. Justamente la derrota histórica que sufrieron las genocidas Fuerzas Armadas en aquellos años, impidió que el gobierno y la burguesía pudieran utilizarlas para enfrentar este levantamiento.
El Argentinazo dejó una marca profunda y un gran aprendizaje entre los trabajadores y el pueblo que retomarán futuras rebeliones y crisis, con las enseñanzas que estas jornadas revolucionarias plantearon. La falta de una dirección revolucionaria de masas, que permitiera avanzar de la caída del gobierno a reemplazarlo por un gobierno de trabajadores, le permitió, con el tiempo, a la burguesía argentina recomponer su maltrecho régimen político.
Y justamente esa es la tarea pendiente y el desafió que nos dejó el Argentinazo. Como lo señaló el compañero Alejandro Bodart en su discurso en el acto del MST en la Plaza de Mayo del día de ayer: “hoy es un 19 de diciembre, nosotros también hace diecinueve años tiramos a un gobierno y en una semana tiramos a varios. Son triunfos importantes, hay que reivindicar al Argentinazo y a nuestros mártires. Pero también tenemos que decir compañeros, que al no lograr poner nosotros un gobierno de los trabajadores y de las trabajadoras, el régimen, el sistema, se recicló. Y por eso estamos acá, diecinueve años después, seguimos peleando para que los cosas cambien, para que cambien en serio. Compañeros: el único triunfo verdadero es la revolución socialista, es tirar abajo este sistema. Y para eso necesitamos construir una dirección revolucionaria. Se crean más condiciones en el mundo, pero tenemos que tener claridad de que esa es la gran tarea que tenemos planteada, si queremos realmente cambiar las cosas. No nos podemos quedar con triunfos parciales, tenemos que ir por todo también, tenemos que ir por un cambio de fondo…”
- Tomado del relato sobre estos hechos de “Crónicas del Argentinazo”, escrito por Carlos Miranda, Correo Internacional N°17.
- idem
Compañeres asesinados el 19 y 20 de diciembre de 2001 | ||
Nombre | Edad | Provincia |
Diego Ávila | 24 | Buenos Aires |
Víctor Ariel Enríquez | 21 | |
Roberto Agustín Gramajo | 19 | |
Julio Hernán Flores | 15 | |
Pablo Marcelo Guías | 23 | |
Cristian E. Legembre | 20 | |
Damián Vicente Ramírez | 14 | |
Ariel Maximiliano Salas | 30 | |
Mariela Rosales | 28 | |
José Vega | 19 | |
Carlos Manuel Spinelli | 25 | |
Ricardo Álvarez Villalba | 23 | Santa Fe |
Ricardo Villalba | 16 | |
Walter Campos | 17 | |
Juan Delgado | 28 | |
Yanina García | 18 | |
Claudio “Pocho” Lepratti | 35 | |
Rubén Pereyra | 20 | |
Sandra Ríos | ||
Miguel Pacini | 35 | |
Graciela Acosta | 35 | |
Carlos Almirón | 24 | |
Gustavo Ariel Benedetto | 30 | |
Diego Lamagna | 26 | |
Alberto Márquez | 57 | |
Gastón Marcelo Riva | 30 | |
Rubén Aredes | 24 | |
Jorge Cárdenas44 | 52 | |
Romina Iturain | 15 | Entre Ríos |
Rosa Eloísa Paniagua | 13 | |
José Daniel Rodríguez | ||
Sergio Miguel Ferreira45 | 20 | Córdoba |
David Ernesto Moreno | 13 | |
Sergio Pedernera | 16 | |
Luis Alberto Fernández | 27 | Tucumán |
Ramón Alberto Arapi | 22 | Corrientes |
Juan Alberto Torres | 21 | |
Elvira Avaca | 46 | Río Negro |