viernes, 18 octubre 2024 - 00:16

17 de octubre. Actos en medio de la interna del PJ

En el día de “la lealtad” peronista, el gobernador Axel Kicillof realizó un acto, en medio de una pugna interna por la presidencia del partido.

Los ojos en la provincia

En la ciudad de Berisso, el gobernador de la provincia de Buenos Aires realizó un acto bajo el lema de “lealtad al pueblo, la patria no se vende”.  El acto consistió en críticas al gobierno nacional y no hizo mucho hincapié en el debate interno, a horas del cierre de listas del PJ, cada movimiento es parte de la disputa.

Sin retirar el apoyo que le había proporcionado a Quintela con anterioridad, pero mencionando a Cristina, declaró: “No me interesa disputar ninguna interna, mi responsabilidad y mi mandato es el de conducir un gobierno que está dedicado a proteger a los bonaerenses de lo que está haciendo Milei. Quiero colaborar con la construcción de una alternativa superadora y que ponga a la Argentina en una etapa de desarrollo justo. La única pelea que me interesa es la pelea contra las políticas de Milei. Mi opinión sobre lo que se estuvo discutiendo es unidad, unidad y unidad. Los mejores días siempre fueron con Cristina”.

Antes de las conmemoraciones, la diputada Sagasti le había arrojado una misiva al gobernador: “El silencio de Axel es doloroso. Hay muchos que no entendemos por qué no se ha pronunciado a favor de que Cristina conduzca el PJ nacional. No sé cómo entre Cristina y Quintela no sabe a quién elegir. Me imagino que no es a Quintela, pero no lo ha dicho. Hoy en el Día de la Lealtad esa situación es dolorosa”.

Del acto participaron intendentes cercanos al gobernador, sindicalistas, movimientos sociales e incluso dirigentes de la CGT y ambas CTA. En el día de ayer, Kicillof había resuelto los detalles junto a sus ministros en intendentes del conurbano de mayor confianza como Julio Alak de La Plata, Mario Secco de Ensenada, Fabian Cagliardi de Berisso, Juan José Mussi, de Berazategui y Andrés Watson, de Florencio Varela.

No dieron el presente los sectores massistas, tampoco La Cámpora, que organizó su propio acto en la Federación Argentina de Box (FAB), en el barrio de Almagro. Para dicha actividad, sostuvieron que “La convocatoria se realiza en el marco de la reorganización del peronismo, la unidad, y el apoyo a la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner a encabezar el PJ nacional”, mientras ella se mostró hoy en la Universidad de Avellaneda, buscando quedar emparentada al reclamo por la universidad pública.

Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja y candidato a presidir el partido justicialista, no concurrió al acto de hoy, ya que el “no tiene que ver con la Provincia de Buenos Aires”, según confesaron los organizadores de dicho evento.

Donde sí estará Quintela, es este viernes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para celebrar un encuentro con su rival en la diputa por la lapicera del PJ, Cristina Fernández de Kirchner.

En el día de ayer, en una entrevista radial, el gobernador de La Rioja, aseguro que la imagen para una futura candidatura peronista es la de Axel Kicillof y que CFK ya termino su ciclo”.

Del mismo modo, planteó que “hay un método de procedimiento caducado” y que hay que cambiar los métodos, el sistema comunicacional con nuestra sociedad, cambiar el lenguaje y aggiornar nuevos tiempos que estamos viviendo, tener un programa que empatice con la sociedad argentina. En muchas cosas que nosotros consideramos que hay que hay que modificar, fundamentalmente metodología y procedimiento”.  

Rumbos torcidos y nuevas canciones

No es un 17 de octubre más, la crisis interna reina en un PJ en busca de liderazgo. No podía ser otro resultado de un espacio que fue cambiando sus caras visibles desde Scioli hasta Massa, pasando por el pésimo gobierno de Alberto Fernández, que le terminó de abrir las puertas a Milei.

Los escándalos de Alberto Fernández, que se dieron a conocer a mediados de este año, terminaron de sacudir en dilemas al Partido Justicialista. El expresidente tuvo que renunciar a la presidencia del partido y en rio revuelto, la riña continua.

Cristina con su carta donde menciona el aspecto “torcido” del peronismo, buscaba darle una respuesta a su base social, ante la decepción de muchos y la  falta de claridad política y, además así ingresó al combate por la lapicera.

Como parte de la interna se encuentra la figura del gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien el año pasado había llamado a empezar a “componer nuevas melodías”, mientras se lo menciona como posible candidato presidencial. Su frase disgustó a algunos sectores del peronismo tradicional pero principalmente al sector de La Cámpora, que se vio señalado.

La respuesta a aquella frase, llego en un cantico camporista en el acto que hizo Máximo Kirchner en el club Atenas de La Plata. Allí entonaban: si querés otra canción/Veni, te presto la mía”. Todo indica que la interna de PBA contra Máximo, también posicionaría a Axel Kicillof, contra CFK.

Un rumor, que se esparció el martes, planteaba una reunión en la que habían intercambiado el gobernador y la expresidenta. La misma no cuenta con confirmación oficial, pero de haber existido nos enteraremos de su éxito durante el discurso de hoy,

Por su parte, la CGT lanzó un comunicado el mismo martes planteando la necesidad de una “convocatoria amplia, con participación de todos los sectores afines, sin alentar divisiones, con la humildad de reconocer errores y recogiendo las enseñanzas del pasado reciente: no es con personalismos que vamos a encaminar la recuperación de la confianza ciudadana“. Apuntando directamente a CFK.

La central ya había demostrado su descontento con la carta de Cristina, por medio de declaraciones de Pablo Moyano. Sumado a eso, en las últimas horas, Facundo y Jeremías Moyano mostraron su respaldo a la candidatura de Quintela. Se empieza a clarificar como van a jugar los sectores sindicales en la interna.

Sin patalear

En medio de su disputa interna el rol del peronismo termina siendo de complicidad con el ajuste de Milei. Algunos de sus diputados se dan vuelta y lo ayudan con el veto y sus direcciones ya están impulsando una especie de nuevo “hay 2019”, donde no hay que luchar ahora contra Milei y su ajuste, sino esperar a las próximas elecciones.

Así lo confiesa Máximo: “el veto es una facultad constitucional del señor presidente, y si no pudimos rechazar el veo del presidente a la hora de defender los intereses de los jubilados y las jubiladas, a la hora de defender los intereses de la educación universitaria, es porque aún no tenemos la cantidad de diputados y diputadas para poder hacerlo. Un objetivo para el 2025 a lo largo y ancho de la patria es construir una fuerza electoral que realmente cuando el presidente vete, tenga las manos necesarias en el congreso para poder frenarlo. No va a haber otra manera de hacerlo”.

Hay otras maneras de hacerlo, el problema es que ni Máximo ni ningún dirigente del peronismo se juega por desarrollarlas. El juego de confiar en el nido de ladrones que es el Parlamento, ya se demostró equivocado e incapaz de poder enfrentar el plan motosierra. Las últimas votaciones mostraron que el “for sale” no solo está en las bancas de los diputados radicales.

Porque las medidas de Milei pasan, porque hay direcciones que se juegan a desmovilizar y actúan para que la población se quede en la casa. Caso emblema es la lucha universitaria, millones de personas se movilizaron en abril despertando enormes niveles de simpatía en grandes franjas de la población por la lucha educativa. Las conducciones peronistas junto a las radicales actuaron para amesetar esa lucha e impulsaron la estrategia de juntar los votos en el Congreso, en vez de apostar a la presión en las calles.

Luego de una segunda marcha federal universitaria que demostró que había fuerzas y de la confirmación del veto, los estudiantes irrumpieron con tomas y acciones en las facultades de todo el país. El peronismo donde pudo las evitó y donde no, está actuando para que se levanten. Del mismo modo, llaman a cerrar las universidades lunes y martes para cortar con la fuerza del estudiantado que empieza a organizarse.

Lealtad sin banderas

En el día de la lealtad, recordando los orígenes del peronismo y comparándolo con el rumbo actual, vemos distancias enormes, aun quienes no somos parte de aquel movimiento.

La frase de combatir el capital estaba claro que solo era a fines poéticos, pero ¿y las banderas del peronismo? ¿Qué paso con la lucha por la justicia social, la independencia económica y la soberanía política?

Hoy día, esas banderas acumulan polvo en las unidades básicas y ya hace mucho tiempo que no son siquiera defendidas por sus dirigentes. Porque el problema no es solo un debate sobre si esta torcido o enderezado, o si se tocan las nuevas melodías o los grandes hits, sino qué salida le ofrecen al pueblo trabajador.

Esas banderas con causas tan nobles, en la actualidad solo pueden llevarse adelante con la izquierda, como parte de un plan global anticapitalista y socialista. Dentro de los márgenes de este sistema descompuesto, ni el capitalismo con más “rostro humano” puede darle una solución a los problemas estructurales que atravesamos los trabajadores.

Es por eso, que se nos insta a no patalear, aceptar la realidad a la que las decepciones con el progresismo nos han llevado y repetir el ciclo a través de las elecciones. No hay que resignarse y quedarse de brazos cruzados, mientras Milei nos cercena el futuro. La lucha es ahora y en las calles, y la necesidad de fortalecer una alternativa junto a la izquierda también.

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