sábado, 27 julio 2024 - 05:56

Visita repudiable. El portaaviones “George Washington” en aguas argentinas

Siete buques argentinos recibirán al portaaviones nuclear de clase Nimitz que se encuentra en aguas argentinas y posteriormente realizarán ejercicios navales conjuntos como parte del programa “gringo-gaucho II”, que se desarrollará en el Puerto Belgrano, en el sur de la provincia de Buenos Aires.

¿Por qué vienen a nuestros mares?

La visita del portaaviones USS George Washington, junto al destructor USS Porter y al buque logístico USNS John Lenthall, responde al plan Southern Seas 2024 (mares del sur 2024) que tiene el objetivo de mejorar la interoperabilidad y aumento de la competencia con fuerzas marítimas de países socios” y prevé realizar distintas actividades no solo en Argentina, sino que incluye a Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay.

Este hecho se suma, a una política de Estado sometida a Estados Enidos, representada por la visita del secretario de Estado Antony Blinken, del titular de la CIA, William J. Burns, como así también la visita de la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson a Ushuaia, donde el presidente anuncio un proyecto de base naval integrada en aquella zona tan estratégica. Además del abandono de las BRICS, y la solicitud de Petri en Bruselas para ser aceptado en la OTAN.

No es la primera visita de un portaaviones nuclear a nuestros mares, durante el menemismo, entre 1990 y 1993, tres portaviones distintos y en distintas oportunidades surcaron nuestras aguas. Durante la década ganada, también fueron tres, en 2004, 2008 y 2010, siendo el gobierno de Alberto Fernández, quien aprobó la visita actual del “George Washington”.

Milei de rodillas ante EEUU

Ahora, lo que hay es una búsqueda de un alineamiento total y descubierto con el patrón del norte, intentando convertirse en su “socio global”, garantizándole la inmunidad a los soldados yankees, proponiendo la ley de bases y el RIGI que facilitan el saqueo de nuestros bienes comunes en manos del capital extranjero.

Repudiamos la llegada de estas naves y la realización de estos ejercicios militares, como así también tosa la política de sumisión al imperialismo en todos los planos. Además hay que romper todo tipo de pactos políticos y militares que nos aten a los intereses de estas potencias depredadoras. Hay que cambiar de raíz esta política que deja al país como una zona de saqueo en función de los intereses imperialistas, que se terminan apropiando de lo producido por los trabajadores y de nuestros bienes comunes.

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