Se celebraron elecciones de Consejo Superior en la UNM, con todas las listas de oposición impugnadas en los tres claustros (docente, estudiantil y no-docente) y una participación marginal. El 11 se junio los representantes electos reeligieron a Hugo Andrade como rector en la Asamblea Universitaria.
Elecciones antidemocráticas
Siempre denunciamos que las elecciones de Consejo Superior de la UNM son proscriptivas. Pero en esta ocasión la gestión las llevo a otro nivel. Se convocó a elecciones con poco tiempo de anticipación, en medio de una pandemia y sosteniendo los restrictivos requisitos para confeccionar y presentar una lista. Incluso persistiendo en la obligatoriedad de presentar la desmedida cantidad de avales. Ridículo considerando que no podemos ver a nuestres compañeres. Finalmente se impugnó nuestra lista «MST – FIT Unidad» en medio de una campaña de calumnias y ataques por parte de la lista oficialista «100% estudiantes» (JUP, y rejunte peronista). Además, se impugnó a la única lista opositora, «UNM en Movimiento», en el claustro docente; aplicando el sacrosanto reglamento, rechazaron la lista por no respetar la «paridad de género». ¡Cuando esta lista tenía amplia mayoría de compañeras! ¿Acaso la paridad de género no fue implementada para impulsar la participación de compañeras? ¿Por qué se utiliza para proscribir una lista que cumple ampliamente con el cupo femenino?
Teníamos razón cada vez que presentamos proyectos para democratizar el funcionamiento del Consejo Superior.
Sin debate y a espaldas de la comunidad
Con lista única, no hubo lugar para propuestas ni debate sobre las necesidades de nuestra comunidad educativa, tal como si no tuviéramos problemas que abordar: el acceso a las herramientas de conectividad, las cada vez más preocupantes restricciones en el ingreso, la deserción, las becas insuficientes, etc. Ni que hablar de los problemas de fondo, el presupuesto y la pasividad de las direcciones estudiantiles que no impulsan la organización para que pasemos al frente. Para barrer las voces críticas de la universidad y evitar tener que enfrentarnos con posiciones e ideas, la conducción del centro de estudiantes se unió a la gestión para impugnarnos.
Se gestó un verdadero fraude: elecciones sin propuestas, sin debate, en medio de una pandemia y con lista única. Al final, formalmente se llamó a votar, con modalidad virtual, para intentar legitimar el proceso eleccionario. La participación fue marginal. En el claustro estudiantil solo votó el 16,7% de les estudiantes. Y más del 20% optó por votar en blanco. En el claustro docente la participación fue similar.
Parémosle la mano
No sorprende que después del bochorno de estas elecciones haya detrás una intención de sostener a la camarilla de Hugo Andrade -que fue reelecto por tercera vez- y la actual conducción, a fuerza de proscribir y anular la disidencia, sirviéndose de la reglamentación burocrática y la pandemia. Toda lista debería poder presentarse libremente y deben ser estudiantes y docentes quienes que pongan el «no» con su voto. Si el reglamento está para limitar la participación, no sirve. Mención aparte merece la campaña rastrera de la lista estudiantil oficialista que, pese a decirse del «campo popular» apelo a lo peor del discurso de la anti-política, la «legalidad» y la anti-izquierda para justificar nuestra impugnación. Estas elecciones son un fraude.
Desde la Juventud Socialista del MST vamos a seguir peleando por democratizar la universidad y recuperarla para que les pibes de los barrios de Moreno y el conurbano puedan ingresar y permanecer en nuestra casa de estudios. Urge recuperar el Centro de Estudiantes para que sea independiente de la gestión y el gobierno. Porque si no está al servicio de la lucha, está para contener al movimiento estudiantil y que no luche. Invitamos a les estudiantes de la UNM a que se organicen con nosotres y nos acompañen.
Juan Russo