lunes, 6 mayo 2024 - 01:33

Universidad. Ahora que sí nos ven

Histórica. Conmovedora. Moralizante. Consciente. Todo eso, fue desde Tilcara a Ushuaia la gigantesca Marcha Federal de este 23 de abril. Caja de resonancia social y canal de expresión multisectorial. Golpe certero al corazón del plan libertario. Las dos dimensiones del proceso en curso. Los desafíos del movimiento estudiantil, la docencia y el CONICET. Política, orientación y tareas para ganar. 

Se respiraba en el ambiente de los días previos. Se veía venir. Las postales de Congreso, Plaza de Mayo y calles aledañas desbordadas se comparan con los festejos del último Mundial. A lo largo del día las comparaciones con “el 24 de enero” o con “un 24 de marzo” iban quedando cortas: lo de ayer superó todo lo registrado en varios años, quizá décadas. Y tuvo como epicentro el corazón político del país, con más de medio millón de personas, pero cada provincia batió su propio récord:

*Enorme en Córdoba, más de 100 mil solo en la capital. Pero hubo acciones enormes en importantes ciudades del interior. 

*Gigante en Santa Fe, Rosario. 30 mil o más.

*Salta 20 mil, en el NOA. 

*Entre Ríos, quizá 15 mil en Paraná.

*La Patagonia: fuertísima en Comodoro, en Bariloche, en Neuquén, en Trelew. 

*Mendoza, aluvional, más de 50 mil.

*San Juan, Jujuy, Tucumán bajo la lluvia, Santiago 15, 16 cuadras.

*Mar del Plata, Tandil, Bahía, 15 o 20 mil también. 

En fin: incontables. 

Y un dato potente, cualitativo, síntoma del magma profundo que sube en temperatura en el Conurbano: las columnas de docentes y sobre todo estudiantes de La Matanza, Moreno, Lanús, Lomas, San Martín, General Sarmiento y La Plata fueron contundentes. Masivas y compactas. 

Las bravuconadas de Bullrich y su amenaza de protocolo terminaron quedando como anécdotas ridículas. La cadena nacional del presidente el día anterior, haciendo uso y abuso de cifras incomprobables de su Narnia personal. El inimputable vocero Adorni sobreactuando a la mañana. Petovello diciendo que ya había acuerdo dos días antes.

La marcha federal tuvo un significado más para anotar: congregó efectivamente en las calles y a la vez concitó simpatía extendida, transversal y multisectorial en amplísimas franjas de trabajadores, sectores medios y pueblo pobre. Esto es muy importante: una protesta o proceso de lucha, gravita por su fuerza en sí, pero también por las terminales de adhesión social que confluyen en su apoyo. 

En fin: la movilización docente-estudiantil de ayer posiblemente marca el final de un impasse político-social y opera como puente hacia un nuevo momento en el país. Todos los reclamos ganan vitalidad con la demostración popular de este 23A y las contradicciones en el campo del gobierno nacional se tensionan y agudizan. 

Las dos dimensiones del movimiento: un contraste profundo

Entre el abajo y el arriba. Entre el movimiento por la base y la conducción convocante de ayer. Ahí se expresa una contradicción muy fuerte. El arco de frente único que va desde rectores radicales y peronistas hasta conducciones burocráticas de sindicatos docentes y no-docentes, las federaciones y centros de estudiantes ligados a los partidos tradicionales, es el escollo más importante que le toca enfrentar a esta lucha desde hoy mismo. Esa superestructura cupular representa una capa institucional cristalizada con intereses particulares que, muy excepcionalmente, ahora coinciden con la mayoría del estudiantado, la docencia precarizada y los investigadores del CONICET. El recorte presupuestario brutal de Milei afecta la base material de su ubicación política en el sistema universitario. La aspiración de esa entente político-sindical-estudiantil es lograr que se liberen coyunturalmente recursos para mantener el estado de cosas previo. Como la orientación reaccionaria del gobierno nacional es tan decidida, se vieron obligados a convocar a movilizar, pero solamente para un rosqueo de mesa chica que consiga lo mínimo para su propia subsistencia. Y esto es así porque reflejan orgánicamente intereses sociales y programáticos representados por bloques políticos que en el Congreso negocian con Milei, no confrontan para enterrar su plan global:

*La UCR en sus distintas alas participa de la elaboración de la nueva Ley Bases que habilita instrumentos para que el presidente ajuste, privatice y desguace. No mueven un dedo en Diputados contra el nefasto DNU 70/23 y nunca cuestionaron el protocolo de Bullrich. Rectores de las principales universidades como la UBA, Córdoba o Rosario, la conducción de la FUA, de la FUBA y otras organizaciones estudiantiles reportan a esa estrategia con más o menos matices. Tiene a Lousteau y Yacobitti como referencias.

*El peronismo de los gobernadores, el bloque de UxP en ambas Cámaras, hace oposición testimonial en línea con la CGT y aliados. No activan para cuestionar de conjunto el plan Milei y movilizar hasta que eso pase. Su hoja de ruta es capitalizar recién en 2025-2027 el eventual desgaste del gobierno nacional. Mientras tanto, que fluya la motosierra. Las conducciones sindicales de docentes y no-docentes, federaciones y centros estudiantiles en manos de La Cámpora o Patria Grande-Mella-Grabois, tampoco sacan los pies del plato. En los centros que conducen se niegan a unir el reclamo de emergencia presupuestaria al cuestionamiento al DNU o la Ley Bases, y sus vocerías políticas (sean CFK, Massa, Kicillof o Grabois) operan con la lógica de que “se doble pero no se rompa”. Hacen como que, pero la orientación es de desgastar al gobierno y su plan, no enterrarlos a ambos. 

Los discursos de ayer en Plaza de Mayo, el documento leído por la FUA que no menciona ni el DNU, ni la nueva Ley Bases, ni el protocolo, que no convoca a ninguna continuidad ni le plantea tarea organizativa alguna al movimiento masivo que mostró su potencial, revela que la línea ahora es confiar en el cabildeo a espaldas del conjunto, que arranca el próximo 30 de abril en reunión con Petovello en el Ministerio de Capital Humano. Alerta es nuestra consigna. Vigilancia, movilización y organización por la base para la nueva etapa de esta pelea. 

Preparar la nueva etapa desde abajo

La marcha federal saldó el debate de si hay o no fuerza para enfrentar seriamente hasta el final al gobierno de Milei. También en qué medida se trata de una bandera que está rodeada socialmente de empatía y respaldo. Por lo tanto, en lo inmediato planteamos varias cuestiones clave: 

*El reclamo de aumento presupuestario de emergencia equivalente a la inflación inter-anual, es el punto de partida. Sí o sí. Pero no alcanza para ganar.

*Si el DNU 70/23 sigue vigente, si la nueva Ley Bases se aprueba y si el protocolo no se cuestiona, el gobierno va a seguir teniendo instrumentos de ajuste y represión sobre el movimiento para actuar ni bien el proceso se repliegue, en el caso de que el reclamo sea exclusivamente presupuestario y sectorial. 

Por lo tanto, planteamos que junto a la exigencia de presupuesto suficiente del orden del 300 % de aumento para universidad (salarios, becas, comedores, infraestructura pendiente) y CONICET (para los 1.600 proyectos con pre-aprobación en 2023), hay que sumar la consigna de abajo el DNU, rechazar la nueva Ley Bases en todos sus términos y exigir la derogación del protocolo. 

A partir de ese programa elemental es clave no desactivar el proceso ascendente de movilización y deliberación colectiva: 

*Que los centros y conducciones gremiales convoquen a asambleas interclaustro en todas las universidades y facultades del país de forma inmediata, esta semana y antes del 1° de mayo. Este es nuestro reclamo primario. 

*Si las conducciones no lo hacen, proponemos que todas las agrupaciones y el activismo docente-estudiantil que estén dispuestos nos autoconvoquemos en asambleas y demos un paso más: preparemos la convocatoria a asambleas interfacultades en todo el país para ir construyendo una conducción alternativa a la de autoridades y burocracias de federaciones, sindicatos y centros. En la Facultad de Ciencias Sociales, por ejemplo, hay un potente movimiento autoconvocado. También en otros lugares. Podría entonces ser el sábado 4 de mayo, una primera convocatoria a asamblea interfacultades de la UBA en Sociales para empezar a construir una referencia necesaria y alternativa. 

En otras universidades podrán ser coordinaciones intercarreras o variantes que aterricen el espíritu de nuestra perspectiva: no dejar esta lucha que tiene fuerza para ganar en manos de conducciones que la quieren limitar a la rosca por arriba y el cabildeo parlamentario. 

Lógicamente, donde la dinámica de lucha tenga todavía un ritmo más embrionario, será a partir de pasar por cursos, organizar asambleas e ir construyendo un camino hacia una coordinación real partiendo de acumular fuerzas lugar por lugar para evitar caer en medidas aparatistas o artificiales. 

En lo sucesivo tenemos por delante varias cuestiones para encarar: 

*Petovello convocó el próximo martes 30 de abril a los rectores a una reunión para discutir el conflicto universitario. Creemos que es fundamental convocar a movilizar al Ministerio el día y hora que tenga lugar esa audiencia. 

*El 1° de mayo la CGT convoca a una concentración en un punto marginal de Buenos Aires y sin un programa que integre las reivindicaciones que levantamos. Creemos que tenemos que asumir una posición crítica sobre esa convocatoria y, en todo caso, discutir intervenir de forma independiente junto a sectores del sindicalismo combativo, las organizaciones de la cultura, derechos humanos, socioambientales y las fuerzas políticas de izquierda convocando a Plaza de Mayo y las principales plazas del país. No es un ritual formal de día feriado lo que hace falta, sino un verdadero plan de lucha hasta derrotar el plan Milei. 

*Por eso, ante la convocatoria a paro del día 9 de mayo, creemos que el movimiento estudiantil tiene que levantar el planteo de que no sea aislado, de que tenga continuidad y darle carácter activo ocupando las universidades de todo el país desde el 8 de mayo, en vigilia para marchar a los principales centros políticos de cada provincia, convocando a otros sectores sociales y populares a actuar en el mismo sentido. 

Ahora que sí nos ven, tomemos desde las bases el reclamo de conjunto en nuestras manos. 

El cielo se toma sin pedir permiso

Es evidente que hay un relevo generacional en las universidades. Hay miles y miles de estudiantes que están activando por primera vez en una lucha de esta dimensión. Hay miles y miles que están haciendo una acelerada experiencia de politización en defensa de la universidad pública y el CONICET. Es apasionante todo. Hay una extendida predisposición a debatir, a conocer, a construir solidaridad. Es un movimiento de una potencia anti-individualista fenomenal. Por eso, estamos convencidos que es una oportunidad para profundizar temáticas que transciendan la coyuntura y ubiquen la lupa en variables estructurales, sistémicas, de fondo. 

Hoy toca enfrentar el proyecto de delirio capitalista, reaccionario y medieval de Milei. Pero eso no significa que defendamos el statu quo previo en el sistema científico-tecnológico y universitario. Es hora de poner a debate qué modelo de universidad, de ciencia y tecnología, de profesionales, y en sintonía y como eslabón de qué matriz económico-social, política y cultural de país. 

Y aunque el presente angustia y preocupa, el espejo retrovisor nos devuelve una imagen de pasado reciente decepcionante al que tampoco aspiramos a volver. Que el futuro que imaginemos tenga el tamaño de todo lo que soñamos. Y activemos con militancia consciente, voluntaria y comprometida en ese camino. Que no está escrito en ningún lugar que no se pueda. Pero sí, una advertencia clave: el cielo no se toma ni por consenso ni pidiendo permiso. Es por asalto o nada.

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