viernes, 29 marzo 2024 - 01:58

Tucumán. De celebrar la condena a perpetua del femicida Rejas, a copar las calles con indignación por su fuga

El pasado 22 de septiembre, Roberto Rejas, ex guarda cárcel de la Policía de Tucumán, fue condenado a prisión perpetua por el doble crimen de su ex pareja, Milagros Avellaneda y de su hijo Benicio de 2 años, luego de 5 años de lucha de Amalia Ojeda, madre y abuela de las víctimas, quien estuvo acompañada en esta incansable lucha  por organizaciones de mujeres y contra la impunidad de Tucumán.

El tribunal decidió que sea alojado en un cuartel de bomberos mientras se resolvía su traslado hacia un penal de máxima seguridad. Pero cinco días después de la sentencia se fugó, según dijeron sus custodios, a través de la ventana del baño a las 21:30 horas. Sin embargo, habría indicios que escapó de día por la puerta de Bomberos, tiempo encubierto necesario para salir del país. 

Durante su estadía preso, previo al juicio y posteriormente Rejas tuvo todo tipo de privilegios: tenía celular y visitas sin límite ni control, ya que Bomberos se había convertido en una especie de lugar vip para detenidos integrantes de las fuerzas de seguridad.

La bronca e indignación estalló en Tucumán

Apenas conocida la fuga, los vecinos del barrio Lola Mora, donde vive la familia, se auto-convocaron indignados,  acompañaron a Amalia que fue amenazada de muerte por desconocidos y marcharon cruzando toda la ciudad a la madrugada del 28 de septiembre hasta el cuartel de Bomberos repudiando la fuga.

A la mañana, acompañamos en Tribunales junto a organizaciones de mujeres a Amalia, allí la indignación también estalló, tirando huevazos y quemando cubiertas; y a la noche en plaza Independencia una nueva marcha junto a organizaciones sociales y la izquierda repudió al gobierno y al ministro de Seguridad Maley, exigiendo su renuncia.

Las tres movilizaciones en 24 horas repudiando la cadena de encubrimiento e impunidad de la policía y el Poder Judicial producen una vez más una crisis política. En la provincia de Manzur -actual jefe de Gabinete- y Jaldo, vicegobernador a cargo del gobierno, reinan la corrupción y la violencia. 

Consecuencia de estar en las calles, la familia fue recibida por el gobernador Jaldo y el ministro Maley, cuestionado desde hace años por el rol nefasto de la corrupta y violenta policía tucumana; por muchos graves hechos, ente ellos el secuestro y asesinato de Luis Espinoza y Ceferino Nadal en plena pandemia por integrantes de la policía.

No alcanza con poner a disponibilidad e investigar a los policías custodios. La cadena de encubrimiento que incluye a la institución policial, a la familia de Rejas que son integrantes de la Policía Federal, demuestra que hay que desmantelar este nefasto aparato represivo y corrupto. Exigimos la destitución ya de la cúpula policial y la renuncia del ministro Maley. Para que se descubra la verdad es necesario la formación de una comisión investigadora independiente, encabezada por Amalia Ojeda, víctima de la impunidad policial. Seguiremos movilizando para lograrlo.

Esta es la provincia del anti-derechos Juan Manzur, donde fue presa Belén, obligada a parir la niña Lucía, y tantos casos más de violencia machista y social. Donde no hay un solo refugio construido. 

Es la provincia donde gana las elecciones el peronismo comprando votos y se aplica un ajuste a todos los trabajadores, donde el 60% de los niños son pobres y padecemos  total impunidad en el gobierno y  el Estado.

Desde el MST y Juntas y a la izquierda repudiamos a Manzur, su accionar en la provincia y su designación como jefe de Gabinete.

Lita Alberstein

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