Nahuel Moreno —fundador y constructor de la corriente a la que pertenece el MST— explicando las discusiones entre los historiadores liberales como Mitre y sus descendientes y continuadores y los “revisionistas” como José María Rosa, afines al peronismo, decía que para interpretar la historia argentina no había que prestar atención a las discusiones entre “ranas y sapos”[1]. Tal parece ser la polémica desatada por la decisión de los funcionarios del Centro Cultural Kirchner (ex Correo Central) de retirar una frase de Jorge Luis Borges que se leía en un letrero luminoso. La leyenda era «Nadie es la Patria, pero todos lo somos» que se lee en el poema «Oda escrita en 1966«, que forma parte de El otro, el mismo, uno de los trabajos poéticos más profundos del gran escritor.
La medida fue repudiada por diferentes sectores entendiendo que no caben los argumentos oficiales que dicen que hay que «preservar la fachada” y «no incorporar elementos invasivos a la misma». Sin embargo, esta polémica ha adquirido un cariz peligroso en tanto los argumentos que se usan para defender la medida o para ser repudiada por la “oposición” macrista encabezada por el ex secretario de medios Hernán Lombardo recuerdan a las “ranas y sapos” de los que hablaba N. Moreno.
¿Con qué autoridad moral y política habla un ex funcionario de cultura de la Nación que dinamitó todos los emprendimientos culturales no comerciales que tenían subsidios públicos y a su vez no hizo nada por fomentar la cultura? En sintonía con sus colegas de Provincia con Vidal y de CABA con Larreta liquidaron la cultura popular en el AMBA.
A su vez ¿Cómo pueden defender los partidarios de CFK y de AF la utilización política y clientelar de los fondos públicos y estatales para financiar proyectos culturales afines o de quienes no cuestionan al poder, los abusos del mismo, al extractivismo, a la megaminería, el fracking, la Iglesia y la corrupción estatal y gubernamental?
Es necesario apartar al maestro Borges de esta falsa polémica. La “fachada” del CCK podría inundarse de “leyendas” no solo de J.L.Borges sino de J.Cortázar, R.Arlt, E.Sábato, H.Quiroga, A.Storni, V.Ocampo, L.Marechal, L.Barletta, A.Bioy Casares, R.Gonzalez Tuñon, E.Carriego, etc. Aun así, podría hacerse menos “majestuoso” y menos “solemne” al tratarse de un centro cultural y artístico y no de un templo de la hipocresía. A su vez no es con políticas de negocio cultural, de “show business” como se defiende nuestra identidad cultural.
Los “defensores” de Borges seguro recibirían —si este se levantara de su tumba— un latigazo por tanto daño hecho a la cultura. Pero también los mal llamados defensores de lo “nacional y popular”. No es con declaraciones o con discursos “populares” que se fomenta la cultura. No alcanza con una serie de programas —muy buenos, por cierto— de la TV pública, Canal Encuentro y otros espacios culturales monopolizados desde el estado y el gobierno para impulsar el desarrollo cultural. El INCAA sigue desfinanciado. Es con más presupuesto y mejoras sustanciales para los trabajadorxs de la cultura y el arte como se logra más y mejor cultura. Es con estímulo al arte, las ciencias y el deporte amateur como se avanza en el desarrollo humano, cultural y social. Es con plena libertad al arte callejero, al arte del “galpón” y otras formas del arte. Con miles y miles de bibliotecas populares financiadas no desde el esfuerzo filantrópico de algunos sino desde el estado que se cultiva a un pueblo. Con escuelas de teatro comunitarias, pero con fondos públicos. Dando fuertes créditos a bajas tasas a editoriales cooperativas y a proyectos literarios independientes y contraculturales se logrará que las letras lleguen a las grandes masas. Pero todo esto no serviría si el controlado por el poder político de turno, por los “amigos” o “simpatizantes” del gobierno. Debe ser controlado por todes les artistas y trabajadorxs con plena igualdad de oportunidades. Porque como decía Piero “cuando un pueblo sabe no lo engaña un brigadier”. Nosotros los socialistas revolucionarios decimos que “cuando un pueblo sabe no lo engaña un gran burgués” y si no lo engaña entonces el horizonte anticapitalista y socialista se acerca más.
Claro que no se logrará eso con el “capitalismo humanizado” de AF y CFK y atados a las exigencias del FMI que recorta todos los salarios, la salud, la educación y también el arte y la cultura.
¡Que viva el arte libre! Libre de ataduras del poder y con plenos derechos e igualdad de oportunidades.
Orlando Restivo
[1]. Nahuel Moreno; Método de interpretación de la historia argentina. Ediciones Pluma, Bs. As. 1975.