lunes, 2 diciembre 2024 - 20:14

Repudio y campaña solidaria. Tras atacar a Irán, Israel sigue con la masacre en Palestina y Líbano

Días atrás, asistimos a la intensificación del conflicto en Medio Oriente por el bombardeo de Israel a Irán. Al contar con el aval y justificación imperialista, el gobierno sionista continuó también con sus ataques genocidas en Palestina y el Líbano. Repudiamos esta escalada, mientras avanza la campaña solidaria con nuestros compañeros y compañeras de la LIS en la resistencia libanesa, que asisten a familias refugiadas en escuelas de Beirut.

Tras el ataque israelí del pasado viernes 25, Irán reconoció que murieron cuatro soldados, aunque resultó más limitado de lo que se temía, en un enfrentamiento que podría salirse de control. Según Israel, fue su represalia al ataque del 1º de octubre, al lanzar ahora misiles contra las provincias de Teherán (capital iraní), Juzestán e Ilam, a sistemas de defensa aérea y radares, pero también a su aeropuerto internacional.

La tensión creció con este bombardeo contra territorio iraní, que otro gobierno reconoce desde su guerra con Irak en los ‘80. Aunque no afectó la infraestructura petrolera, sus refinerías, centrales eléctricas, líneas de gas natural ni sus instalaciones nucleares, cuestión que Biden había pedido. EEUU lo justificó, hablando de un bombardeo en “defensa propia”, calificarlo de “proporcional” y que Israel se los había anticipado.

El pasado 13 de abril, Irán había lanzado misiles como represalia al ataque israelí a la embajada de Irán en Damasco (Siria) que mató a comandantes de su Guardia Revolucionaria. Y el 1° de octubre, lanzó misiles como respuesta a los asesinatos de Ismail Haniya (de Hamás, en un atentado sionista en Teherán), Hassan Nasrallah (de Hezbolá en Beirut, Líbano) y a Abbas Nilforushan (comandante de la Guardia Revolucionaria, asesinado por Israel también en Beirut), al denunciar que el gobierno israelí había cruzado así una “línea roja”.

Posturas hipócritas, con Irán minimizando el ataque

Israel atacó a Irán con misiles el viernes 25 de octubre

Aún después de caer los bombazos, el gobierno iraní no había anunciado represalias inmediatas. Su ministerio de Asuntos Exteriores habló del “derecho y la obligación de defenderse”, pero también marcó sus “responsabilidades hacia la paz y la seguridad regionales”. Por eso el domingo 27 solo pidieron que se reuniera el Consejo de Seguridad de la ONU para “condenar enérgicamente” a Israel. Es decir, poco y nada, solo seguir con su moderación militar.

Porque esa reunión se hizo por pedido de China y Rusia, pero no llegó a nada. La ONU se limitó a “instar a ambos actores a actuar en beneficio de la paz y la estabilidad de la región”. Pura hipocresía imperialista ante el avance criminal de Israel, que EEUU y el Reino Unido justifican y bloquean cualquier resolución que critique a su aliado, el Estado terrorista sionista.

A favor de su línea de mesura militar, Irán minimizó este ataque, habló de “daños limitados” y dijo que sus defensas aéreas impidieron cualquier destrozo. Con videos y memes se burlaron de un ataque destructivo que nunca llegó…

Pero recién este sábado 2, el ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, dijo que EEUU y el régimen sionista recibirán una respuesta “que les aplastará los dientes” por lo que hacen contra Irán y el frente de la resistencia, en alusión a sus aliados Hamás, Hezbolá y los rebeldes hutíes de Yemen. Incluso este lunes, el ministerio de Exteriores iraní habló de responder a la agresión con todas sus fuerzas, insinuando que podrían cambiar su política nuclear “para defenderse”.

Ni bien explotaron los misiles sionistas, EEUU exigió a Irán que “cese sus ataques” para evitar una escalada. Lo mismo el Reino Unido, al decir que Irán no debe responder, y Francia al instar “a las partes” a abstenerse de cualquier réplica. Ese cinismo imperialista legitima los bombazos de Israel, envalentona al carnicero Netanyahu y vuelca la condena contra Irán y una resistencia que objetivamente se ha debilitado.

Además, este mismo sábado, EEUU decidió desplegar destructores, cazas y bombarderos B-52 de ataque de largo alcance en Medio Oriente, para presionar a Irán y a la resistencia con su línea de supuesta desescalada “por disuasión”. Así lo reconoce hipócritamente el Pentágono al decir que ese despliegue se debe a sus “compromisos de protección de los ciudadanos y fuerzas de EEUU, la defensa de Israel y la desescalada a través de la disuasión y la diplomacia…”. Así solo ratifican que los ataques armados de Israel contra Palestina, el Líbano, Siria, Yemen y ahora Irán, tienen el pleno apoyo político, económico y militar yanqui y de los otros imperialismos de occidente.

El papel de Rusia y China ante la escalada israelí

Aunque pueden sumar también la complicidad de los nuevos imperialismos de Rusia y China, y de los gobiernos capitalistas árabes. Es que luego del bombardeo a Irán, Rusia volvió a dejar en claro que no cumple ningún rol progresivo. Porque puso a ambos gobiernos al mismo nivel, al decir estar “profundamente preocupados por la escalada peligrosa entre Israel e Irán”.

Ejército israelí vuela barrios y viviendas en un pueblo de la zona de Mays al-Jabal, al sur del Líbano

Al igual que EEUU, el Reino Unido y Francia, el gobierno de Putin se limitó a “instar a las partes a actuar con moderación, pongan fin a la violencia y eviten un escenario catastrófico”. Y tibiamente pidieron “dejar de provocar a Irán” y ofrecieron como mediadores…

Una postura similar tuvo China, que sostiene con Rusia la política de dejar hacer a Israel y promueve la capitulación del frente de resistencia, con la escandalosa declaración de Pekín que denunciamos [1]. Es que en esa reunión de la ONU, si bien China condenó cualquier violación de la soberanía de Irán, se limitó a decir: “exhortamos a Israel a cesar de inmediato cualquier provocación y pedimos a las partes que hagan gala de contención y sosiego”. En concreto, China pidió que se respete la Carta de la ONU y que retomen la resolución por vías diplomáticas.

Sur del Líbano, pueblos enteros están siendo destruidos y aniquilados por el ejército sionista

Es decir, una vía muerta y de capitulación, cuando Israel avanza a bombazos e invasión militar con su matanza a 45.000 palestinos, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, y a más de 3.000 libaneses. Porque ni esa vía diplomática ni la propia ONU logran siquiera un alto fuego ni acabar con los ataques a hospitales, a la población civil y a los refugiados ni garantizan que llegue la ayuda humanitaria, ante un genocidio que dejan correr a la vista del mundo.

La complicidad de los gobiernos árabes

Frente al ataque al suelo iraní, Arabia Saudita, Qatar, Egipto, Omán o Emiratos Árabes se limitaron a “condenar”, pero pidiendo “moderación” y el cese de la escalada. Irak, que tiene grupos proiraníes organizados que actúan, fue un poco más allá, pero sin plantear ninguna acción. Mientras Siria dijo apoyar “el derecho de Irán a defenderse”, sin pasar de ahí.

Es que la complicidad de las monarquías y gobiernos capitalistas árabes se mantiene, incluso tras este ataque: ninguno se plantea romper relaciones con el Estado sionista ni apoyan con armas a la resistencia ni mandan ayuda humanitaria a Palestina y al Líbano. Es que Egipto y Jordania, seguidos después por Marruecos, Emiratos Árabes, Bahréin y Sudán firmaron acuerdos con el Estado genocida de Israel, el que era un paria repudiado en la región. Toda esa connivencia abierta o disimulada, alienta el avance criminal del fascista Netanyahu en la región.

Hasta ahora no está claro que se escale hacia un conflicto abierto. Israel se contuvo al reclamo imperialista de no atacar instalaciones petroleras ni nucleares, porque eso sí implicaría un choque directo, en un mundo cada vez más inestable, con potencias de ambos lados que buscan evitar una escalada bélica.

Aunque desmiente el supuesto veto a un choque directo, este ataque puso al régimen de los ayatolás en un aprieto, al tener que decidir si responden y cómo a este ataque y las “humillaciones”. De no hacerlo, Israel y EEUU pueden aprovechar esa “debilidad” para consolidar el expansionismo sionista, debilitar más o liquidar a Hamás y Hezbollá, y en particular a la resistencia del pueblo palestino que no logran doblegar. Así como avanzar contra el programa nuclear de Irán. Ya años atrás habían asesinado a su más importante científico y “cerebro” del desarrollo nuclear, Mohsen Fakhrizadeh. Habrá que ver cómo se desenvuelve la crisis, pero así es como las guerras se salen de control.

Mientras sigue el genocidio en Palestina…

Es que el sionismo sigue con sus ataques en Gaza, como el realizado contra Khan Younis que mató a 14 niños, bombardearon también otra escuela con refugiados en Nuseirat y asesinaron a 18 palestinos, entre ellos 9 menores. Otras 35 personas, entre ellas muchos niños, murieron en el bombardeo a un complejo de viviendas en Beit Lahia, al norte de la Franja.

En otro ataque, Israel cometió tres masacres contra familias al bombardear edificios en el norte de Gaza y matar a 84 personas, con más de 50 niños. Así, en menos de 4 semanas masacraron a 1.300 palestinos. Además de resultar la guerra más mortífera hacia periodistas en décadas, contando 146 periodistas asesinados, prácticamente todos de nacionalidad palestina.

También lanzaron proyectiles al patio del hospital Kamal Adwan, uno de los pocos que quedan al norte de Gaza, con 600 personas dentro y murieron niños. Los pacientes y desplazados quedaron sin comida, agua ni remedios. Derribaron paredes del hospital, destruyeron los suministros médicos entregados hacía pocos días y las viviendas cercanas fueron destruidas. Detuvieron a gran parte del personal, dejando solo al director y un médico para 200 pacientes.

Israel ataca con saña reiterada a hospitales, escuelas o mezquitas que no son blancos de guerra. La Defensa Civil de Gaza alertó que no pueden atender llamadas de auxilio de hogares bombardeados al norte. Y suspendieron los servicios médicos de emergencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue denunciando esos ataques como “una violación al derecho internacional humanitario”. Donde incluso deben hacer cirugías sin anestesia ni medicamentos esenciales, hay confiscación de equipos e incluso ambulancias, en la política de limpieza étnica por Israel.

En su política de erradicar y exterminar toda la población de Gaza, el parlamento israelí prohibió la actividad de la Agencia de la ONU para los Refugiados palestinos (UNRWA por sus siglas en inglés). Esto tendrá consecuencias devastadoras para millones que viven de esa ayuda humanitaria. Ya el 31 de octubre el ejército de Israel demolió la oficina de la UNRWA en el campo de refugiados de Nur Shams, al norte de Cisjordania. En momentos en que esa ayuda humanitaria cayó al nivel más bajo desde que inició la guerra: en un mes, solo entraron 836 camiones con ayuda a Gaza, cuando antes lo hacían 500 camiones por día.

Esto lo repudiaron 15 organizaciones humanitarias y de la ONU, entre ellas UNICEF (infancia), la OMS (salud), ACNUR (refugiados), PMA (alimentos), ONU Mujeres o la PNUD (desarrollo), que reclaman que los ataques a civiles y lo que queda de infraestructura civil en Gaza deben cesar y se debe facilitar la ayuda humanitaria, ya que la región está al borde del abismo. Por lo que demandan un cese inmediato de las hostilidades y un alto el fuego sostenido e incondicional.

Por eso y más, la Relatora Especial de la ONU sobre derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, reclamó sanciones contra Israel y planteó categóricamente que los Estados deben suspender relaciones económicas, políticas y militares con Israel para detener el genocidio (ver reportaje y su denuncia completa en Noticias ONU).

…y en el Líbano, sigue la invasión, los bombazos y matanza

En el Líbano ocurre lo mismo. Con casi 12.000 ataques aéreos desde que iniciara su nueva agresión, Israel sigue volando casas y edificios en pueblos y aldeas del sur libanés o en su capital, Beirut. Tres periodistas fueron asesinados con bombazos de aviones a su hotel en Hasbaya. También atacaron la cadena de televisión Al Mayadeen. Incluso a la histórica ciudad de Tiro, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, avisando que evacuaran edificios en áreas marcadas en rojo, en un mapa que difundieron.

Israel bombardea la histórica ciudad de Tiro, al sur del Líbano

Así los libaneses masacrados llegaron a 3.002 este domingo, hay 13.492 heridos y más de 1,2 millones de desplazados. Según la OMS, los ataques israelíes obligaron al cierre de 100 centros de salud, un tercio del total. Y por el informe del viernes 1º del Ministerio de Salud del Líbano, atacaron en total 40 hospitales y 84 centros médicos y ambulatorios, mataron a 178 personas entre técnicos en emergencias y personal médico, atacaron 243 ambulancias y vehículos de salud, todo para impedir que se asista a las víctimas.

Esa brutalidad sionista se ve también en los tours de colonos filmando lugares bombardeados, otros que incendian vehículos y propiedades o amenazan con ocupar territorios. También en el canal 12 –el más visto de Israel-, en un reportaje en vivo con militares, el periodista voló un edificio al sur del Líbano, como parte de la “maquinaria propagandística” sionista.

Aviones israelíes bombardean Tiro, patrimonio de la humanidad, al sur del Líbano el 28 de octubre

Hasta los Cascos Azules de la ONU volvieron a denunciar que soldados israelíes dispararon contra un puesto de FINUL en Dhayra y un bombazo a un centro médico en una posición de la FINUL en Beit Leif. Impunidad y brutalidad que debemos denunciar, hasta la derrota de Israel.

El Líbano nos necesita, sumate a la campaña humanitaria

Repudiamos esta escalada porque no habrá paz justa ni duradera mientras siga el Estado terrorista, racista y sionista de Israel. Lo que no implica otorgar ningún apoyo político a Hamás, Hezbollá e Irán, de quienes nos separan diferencias irreconciliables. Lo hacemos desde nuestra independencia, crítica y oposición a su proyecto de un Estado palestino capitalista y fundamentalista islámico reaccionario y autoritario, similar a Irán. Tampoco compartimos su orientación al agudizarse este conflicto bélico. A la par que denunciamos la complicidad de los gobiernos árabes y el rol de Rusia y China al dejar hacer a Israel.

Cuando los pueblos y jóvenes en el mundo siguen en las calles, denunciando el genocidio, reclamando un alto el fuego y una “Palestina libre del río al mar”, levantamos esta salida de fondo: una Palestina única, laica, democrática y socialista, donde convivan todos los pueblos. Mientras seguimos la lucha por un inmediato cese del fuego y de los ataques genocidas de Israel contra Gaza, Cisjordania y el Líbano, así como en Siria e Irán. Exigimos a los gobiernos la inmediata ruptura de relaciones diplomáticas, económicas y militares con Israel, como han hecho Colombia, Sudáfrica, Bolivia o Belice. Repudiamos la política pro sionista de Milei, diciendo también fuera EEUU y todos los imperialismos del Medio Oriente.

En medio de esta catástrofe, participamos de la campaña de humanitaria “El Líbano nos necesita” que impulsa la Liga Internacional Socialista, LIS (ver nota), junto a nuestros jóvenes compañeros y compañeras del Líbano y la agrupación “Para el Pueblo”, que asisten a cientos de familias refugiadas en cinco escuelas públicas en Beirut. Esta solidaridad activa y militante es clave, sumate con tu aporte (aquí nos encuentras).


[1] A fines de julio, China organizó una reunión de las 14 organizaciones palestinas, incluidas Hamás, la OLP y el FPLP, para promover un acuerdo político estratégico. También participaron Hezbolá, Rusia, Turquía y varios países árabes. Ese acuerdo, llamado Declaración de Pekín, implica una gravísima capitulación política de las direcciones nacionalistas que hasta ahora no reconocían formalmente al Estado de Israel, como Hamás, Hezbolá y el FPLP. En su punto 3.A establecen la “conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, en particular las Resoluciones 181 (partición de Palestina en dos Estados; de 1947)…”. Aun pese a estar combatiendo armas en mano contra las tropas sionistas, las organizaciones de la resistencia palestina aceptan la antigua Resolución de la ONU que legalizó la fundación del Estado sionista. Y desnuda el rol negativo del imperialismo chino en el escenario internacional.

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