«No ha habido ninguna clase de represión, ni siquiera un rasguño», esas fueron las declaraciones cobardes de Aníbal Fernández tras el operativo que se desplegó en el sur para reprimir al pueblo mapuche. Mientras más de 250 uniformados del Comando Unificado -conformado por la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria- desalojaba a la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu en Bariloche, se derretía la versión del peronismo que no reprime esgrimida por la vicepresidenta. No solo reprime, sino que avasalla aún más los derechos humanos, como se demostró hoy.
El salvajismo habilitado por quien conduce el Ministerio de Seguridad avanzó con la ilegal detención de 10 mujeres, entre las que se encuentra Betiana, la machi de la comunidad. 4 de ellas, Luciana Jaramillo, Florencia Melo, Andrea Despo y Debora Vera, por orden de la jueza federal Silvina Domínguez fueron trasladadas a Buenos Aires (Ezeiza) esposadas, en un avión de la Prefectura. Como ya es de público conocimiento, se denuncia que se encuentran incomunicadas de sus abogadas defensoras. A la vez, Betiana Ayelén Colhuan y María Celeste Ardaiz Guenumil, otras dos de las detenidas, se encuentran en las instalaciones de la Policía de Seguridad Aeroportuaria del aeropuerto de Bariloche. Mientras que, Romina Rosas, detenida con un embarazo de 40 semanas, está en el hospital Ramón Carrillo dando a luz, sin que se respeten sus pautas culturales.
Siguiendo con su plan represivo, Aníbal Fernández posaba mientras esto ocurría con los jefes de las cuatro fuerzas federales que intervienen en el operativo. Sin importar la presencia de menores, uno de los responsables de la masacre de Avellaneda continúa con las órdenes de detención contra más integrantes de la comunidad mapuche. La imagen se asemeja a un operativo de Patricia Bullrich, más si se tiene en cuenta que es el mismo espacio geográfico donde el Grupo Albatros asesinó a Rafael Nahuel.
El gobierno nacional del Frente de Todos, como lo supo hacer Juntos por el Cambio muestra que apoya la política de la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras. Una política que sin prueba alguna denuncia a los integrantes de la comunidad mapuche como terroristas. Para esta campaña no existe grieta alguna, además, se suma la campaña de los medios masivos que buscan estigmatizar aún más a un pueblo que reclama, de forma legítima, terrenos que habitan en la Argentina de forma preexistente al Estado-nación.
Semanas atrás la denuncia a los “discursos de odio”, eran política nacional. Hoy son transmitidos por Fernández, edificando un enemigo inexistente y también dando vía libre a la represión.
Desde el MST en el FIT-Unidad expresamos nuestra solidaridad con el pueblo mapuche, reclamamos la libertad de las detenidas y exigimos que cese la represión. Conjuntamente también expresamos nuestro más enérgico apoyo al reclamo de la comunidad.