sábado, 12 abril 2025 - 21:49

Renunció Manuel García Mansilla. El acomodado de Milei que negó el travesticidio de Sacayan

Un juez puesto a dedo por comisión. El Senado rechaza a los dos candidatos del Ejecutivo. El mismo viernes, García Mansilla interviene en 151 sentencias resueltas por la Corte Suprema. Entre las urgencias, no expedirse sobre el trasvesticidio de Diana Sacayán. 

De fracaso en fracaso 

Incluso en esta democracia recortada, la Corte Suprema de Justicia necesita dos tercios del Senado para poder incluir nuevos jueces. En la sesión del pasado 4 de abril se trataron los pliegos de designación de Manuel García Mansilla, rechazado (51 votos en contra 23 a favor) y de Ariel Lijo, rechazado (43 votos en contra 27 a favor). 

Automáticamente terminada la sesión el Juez Alejo Ramos Padilla, presentó una cautelar para limitar la intervención del magistrado en los fallos de la Corte durante tres meses. En un último intento desesperado el gobierno organizó una campaña con los trolls de twitter y un per sal tum en la justicia para que García Mansilla termine el año legislativo como juez en comisión. A pesar de todos los recursos utilizados, hoy por la mañana presentó su renuncia en una carta particular. Allí realiza todo un descargo sobre la importancia de su designación en comisión y la debilidad institucional de la parcialidad con la que 3 jueces resuelven la jurisprudencia que afecta a millones. Con cinismo pretende demostrar que siendo 4 jueces todas esas distancias desaparecerían. Democratizar la justicia requiere una transformación profunda que lejos estaría de resolverse si lo hubieran incorporado en el tribunal. Les compartimos la carta completa

¿Justicia Independiente u odiadores a sueldo? 

En un apartado de su carta hace una reflexión sobre el rechazo de su postulación señalando: “A eso hay que sumarle la incomodidad manifiesta de ciertos sectores con la posibilidad de que existan jueces independientes, que no tengan contactos con la política tradicional y que puedan tomar decisiones libres, ajustadas a derecho. La inacción, la indolencia y el desprecio por la independencia del Poder Judicial, en todos estos casos, es francamente escandalosa.”

Escandalosa es la parcialidad de García Mansilla, que se puede analizar desde diferentes puntos. Pero nos gustaría señalar  en especial el momento en que  Garcia Mansilla era rechazado por el Senado y al mismo tiempo firmaba 151 sentencias a las corridas. Entre ellas, cimentar el odio hacia la comunidad LBGTIQ+, negandose a sentar jurisprudencia para revertir el genocidio trans. 

La parcialidad del magistrado se demuestra cuando de entre las 90.000 sentencias que duermen en los cajones de la Corte Suprema eligió, entre otras con diversos temas complejos,  dar sentencia y apurar  el caso de la luchadora travesti por los derechos humanos Diana Sacayán. Desde Davos el presidente y su ejército de trolls vienen profundizando la violencia contra lo que ellos llaman la ideología de género y la cultura woke, que se replica en discursos de odio, desbaratamiento de políticas públicas y violencia física contra integrantes del colectivo LGBTIQ+. 

Fue trasvesticidio. Justicia por Diana Sacayan.

Hace 5 años, por el brutal trasvesticidio de Diana Sacayán, la fiscalía del juicio y la Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las Mujeres recurrieron a la Corte Suprema de Justicia para exigir que se incluya en la sentencia el agravante por odio a la identidad de género. El agravante que aplicó la Cámara de Casación fue el de femicidio, invisibilizando la vulneración específica a los derechos humanos a los que se encuentra expuesto el colectivo travesti-trans, negando que atraviesan un genocidio que se refleja en que la expectativa de vida para elles no excede los 35 años. Se sostiene con la exclusión del trabajo impidiendo el acceso al cupo laboral travesti trans y se perpetúa y naturaliza cuando la justicia se niega a llamar los crímenes de odio por su nombre. 

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