lunes, 14 octubre 2024 - 05:32

Por la inflación y el ajuste. Duro golpe al bolsillo de jubilados y trabajadores

¿Cuánto poder adquisitivo perdió un jubilado? Si bien la jubilación mínima ha venido retrocediendo desde 2015, la motosierra derrumbó el haber mínimo en enero al nivel más bajo desde 2002 en tan sólo dos meses de gobierno. Pero además, el plan de ‘shock’ no dejó títere con cabeza: los salarios y los ahorros en pesos también salieron perdiendo. La devaluación, la inflación consecuente y los sobreprecios en los productos de primera necesidad, vienen licuando los ingresos. Cada vez es más complicado llegar a fin de mes para las trabajadoras y los trabajadores.

La caída del consumo y el bloqueo de la Ley Ómnibus por el momento no alama al gobierno mientras sigua ajustando cada vez más fuerte por otras vías. “La motosierra y la licuadora, que son los pilares del ajuste, no se negocian”, asentó Milei la semana pasada. Recauda a través del IVA, pero niega la paritaria docente, descarta un aumento real del salario mínimo, ajusta con tarifazos, elimina los subsidios al transporte público, pretende liquidar fideicomisos, quiere avanzar a través de un sinfín de decretos, etc., etc. para lograr sus balances fiscales.

En suma, enero cerró con superávit financiero por una fuerte baja en los gastos vinculados a las jubilaciones, los salarios y las prestaciones sociales, entre otras brutales medidas. Las jubilaciones profundizaron su deterioro retrocediendo un 17%. Alimentos fue uno de los rubros con mayor caída del poder de compra acumulada. Los sectores sin paritarias ni cláusulas de actualización fueron de los más perjudicados. Dado que el inicio de 2024 tampoco fue bueno, ya que la tasa volvió a perder contra la inflación al caer un 9,5% real, los ahorristas también salieron perdiendo. En definitiva, toda una serie de ataques a los que viven de su esfuerzo en vez de apuntar a la casta como se prometió en campaña. El ajuste sobre los haberes jubilatorios y la licuación de los salarios seguirán si no se les pone un freno. Por eso no es casual que cada vez más trabajadoras y trabajadores salgan a la calle y que en las últimas encuestas el gobierno continúe su caída. Cuando estén los datos de febrero, que seguramente serán aún peor, estaremos en medio de un marzo caliente, con todo tipo de luchas sociales. Hacia allá vamos.

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