martes, 7 mayo 2024 - 08:07

Paolo Rocca. “Le quiero agradecer muy especialmente a Sergio (Massa)”

La frase de este magnate de la multinacional de capitales de origen argentino más importante del país fue pronunciada en el encuentro ProPymes celebrado en la Rural, ante 1.000 empresarios que trabajan con el grupo Techint. Toda una historia de amor el mismo día en que la Unidad Piquetera cortaba los accesos a Buenos Aires protestando entre otras cosas contra el miserable bono de fin de año de $ 13.500 o el igualmente paupérrimo de $ 24.000 para los trabajadores formales anunciado por el gobierno. Así termina el año del súper ministro y presidenciable del Frente de Todos: brindando con la alta burguesía mientras aplica un furioso plan de ajuste para cumplir las metas que exige el FMI.

La reunión fue en la sede de la tradicional Sociedad Rural, en un salón repleto de empresarios que emplean a 27.000 trabajadores, cuyas empresas son integrantes de la cadena productiva que gira en torno a los negocios de este grupo multinacional encargado de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Se destacaron personajes como Jaime Campos, titular de AEA (la central que nuclea a los grandes empresarios del país) o el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgicas, Abel Forlán. Según un medio periodístico, Gustavo Gerez, el dirigente de La Cámpora a cargo de la ex Enarsa, empresa estatal constructora del gasoducto, “contó que se había puesto anteojeras para evitar cualquier ruido interno y avanzar” (1). Cabe preguntarse qué pasó con las denuncias de Cristina contra esta empresa que le costaron la renuncia al ministro Kulfas.

En el escenario, estas dos figuras compartieron reclamos (de Rocca) y explicaciones y elogios (de Massa). Rocca fue prolijo en sus dichos: “Más allá de que estemos de acuerdo o no en todos los puntos de vista (…) yo quiero reconocer el extraordinario esfuerzo que está haciendo hoy Sergio desde la posición de ministro de Economía (…) creo que hay que reconocerlo por parte de todos nosotros, pediría un aplauso…” Aplaudieron todos los empresarios presentes. Difícilmente el ministro estrella de este gobierno, bendecido por Cristina, hubiera logrado semejantes aplausos entre los que van a cobrar su “generoso” bono de fin de año.

Massa adelantó que el año que viene las empresas podrán disponer de más dólares para importar, un 10% más que este año (en una reunión empresaria anterior habló de un 20%). Propuso que las importaciones estén orientadas a adquirir bienes de capital o insumos que permitan exportar cada vez más. O sea, a juntar divisas para pagarle al Fondo y los buitres internacionales. Criticó a los importadores de toallas, máquinas para minar criptomonedas o tragamonedas de la gestión anterior de Guzmán – Pesce. Convenientemente no dijo nada acerca de los empresarios que se quedaron con más del 60% de los superávits fiscales del 2020 y 2021 para pagar deudas con dólar oficial barato, contraídas en la gestión de Macri. Seguramente en ese listado tendría más de un amigo.

Ante el pedido de Paolo de que “tenemos que volver a un sistema que en lugar de ser administrado por el Estado, vuelva a una forma de operar que deje la libertad de las empresas”, el ministro señaló que todavía no es el momento, que el país tiene que exportar más de lo que importa, que esas importaciones deben abonar esa política y que “sin estabilidad macro no hay paz social, pero sin paz social no hay estabilidad macro”, para describir como la exportación de hidrocarburos de Vaca Muerta va a ser la segunda turbina de nuestra economía.

Traduciendo los dichos del ministro, el gobierno no quiere devaluar ahora como pretenden sectores de los grandes empresarios porque estallaría todo (la paz social), mientras pone toda la economía para cumplir las metas pactadas con el FMI. Como señala Florencia Donovan en su editorial para La Nación (2), “el ministro de Economía terminará 2022 cumpliendo prácticamente todas las metas contenidas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El temor al abismo hizo que el kirchnerismo –que tan solo en marzo había vapuleado el acuerdo con el Fondo en el Congreso- termine siendo en el 2022 el mejor alumno de Washington”.

La Patria de los que ganan

Después de semejantes elogios y afirmaciones por parte de “archienemigos” de Cristina y el kirchnerismo cabe recordar el dicho: ante la confesión de parte reelevo de prueba”. Es la misma actitud de los máximos dirigentes K que criticaron el bono por “insuficiente” pero que no van a pasar de ahí (como tampoco la CGT que no dijo ni “mu”) ya que a pesar de sus esfuerzos por mostrarse distintos, son parte esencial del gobierno y controlan muchas de sus cajas más jugosas.

Massa, ahora convertido tras la renuncia de Cristina en “presidenciable”, no ahorró elogios para sus admiradores empresarios, señalando los logros de Rocca y su empresa devenida en una gran multinacional. Alentó ese camino: “Los países que se desarrollan es porque internacionalizan sus compañías. Argentina necesita 30 o 40 ejemplos como Arcor o Techint, porque dan la posibilidad a todo el ecosistema”. Vale la pena preguntarse también si el modelo de Massa es muy diferente del “capitalismo eficiente” que pregona Cristina, quien no ha dejado de respaldar al ministro. También a qué ecosistema” se refiere, ya que quienes están ganando en nuestro país son un reducido círculo de empresarios mientras la inmensa mayoría de la población está soportando una pobreza tremenda.

Así, con una economía que varios analistas calificaron está al borde del abismo, con una inflación que roza el 100%, una fraudulenta deuda externa tremenda, otra deuda en pesos con vencimientos entre enero y agosto de 2023 por 10 billones de pesos, una sequía completa de dólares y en el campo -donde se tienen que producir los productos para obtener esas divisas-, el súper ministro Massa con su plan aguantar, mundial de futbol de por medio, viene zafando. La discusión es por cuánto tiempo. Porque el panorama en la otra punta, en la de la mayoría de la población trabajadora, es exactamente la opuesta. Con una inflación tremenda y muchos que no creen en la pequeña baja al 4,9% que marcó el INDEC para noviembre –en la CABA había dado un 5,8%- y cuya proyección es muy alta, una baja en la actividad y el consumo, con tasas de interés positivas -que el BCRA no bajó pese a la baja del índice inflacionario-, con una indigencia que no para de subir, una informalidad creciente del empleo -que en 10 provincias supera el trabajo privado registrado formal- y una reducción constante de los presupuestos destinados a prestaciones sociales, sueldos estatales, salud y educación, el panorama no puede ser más negro.

El horno no está para bollos. Por eso lo frenaron a Alberto que quería mandarse a la final en Qatar. Mientras Cristina convalece de su covid y se activa la interna del PJ, JxC dirime la propia y Massa se rodea de los grandes empresarios, hay una gran mayoría que la única ilusión que conserva es que la albiceleste traiga la copa. Hace falta dar vuelta la tortilla, que la inmensa mayoría, los trabajadores y sectores populares que son los que construyen la riqueza de este país sean los beneficiados; y no los grandes empresarios y sus políticos amigos. Para eso hace falta, como proponemos del MST en el FIT-U, construir una izquierda fuerte y extendida que pueda constituirse en una alternativa de poder. Te invitamos a acompañarnos en ese camino.


  1. Art. Rocca planteo a Massa normalizar el acceso a las importaciones, publicado en la Ed. Impresa de Clarín del 16/12/2022.
  2. Art. Massa también llego a la final, publicado en La Nación del 16/12/202.

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