viernes, 29 marzo 2024 - 05:35

DDHH. Nuevos testimonios por los vuelos de la muerte de Campo de Mayo

Hace casi un mes, comenzó el juicio contra cinco genocidas, tramitado por el Tribunal Oral Federal N° 2 de San Martín, y se investigan los casos de cuatro personas secuestradas durante la última dictadura militar, que aparecieron en las costas identificadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Los ex militares y aviadores Santiago Riveros, Luis del Valle Arce, Delsis Malacalza, Eduardo Lance y Alberto Conditi, que cometieron delitos de lesa humanidad, enfrentan desde el 5 de octubre a la justicia por primera vez con cargos de asociación ilícita, secuestros, torturas, allanamientos ilegales y homicidios; además de resultar responsables de los vuelos de la muerte que partieron de Campo de Mayo.

En este debate oral, solo se tratan cuatro casos: Rosa Novillo Corbalán, Roberto Arancibia, Adrián Rosace y Adrian Accrescimbeni. Sus cuerpos aparecieron en las costas del Río de La Plata y el mar argentino y fueron enterrades como NN en cementerios de la zona. Marcelo García Berro, fiscal y representante del Ministerio Publico, acusó a todos los imputados de conformar una asociación ilícita destinada a la eliminación física de una porción importante de las víctimas del terrorismo de Estado, privadas ilegítimamente de su libertad en “El Campito” y otros centros clandestinos de detención, cuyo destino final fue la muerte.

En un breve resumen de los horrores cometidos por los militares genocidas, existen múltiples evidencias que  permiten demostrar que recibían y trasladaban personas al centro clandestino de detención Batallón 601 de Campo de Mayo.

¿Qué pasó esta vez en el juicio?

El juicio por los vuelos de la muerte -que trasladaron a detenides desaparecides desde Campo de Mayo hacia el final de sus vidas a las víctimas durante la última dictadura cívico militar- continúo con testimonios de ex soldados que cumplieron servicio militar allí, en el Batallón de Aviación 601. Sus vivencias, sus recuerdos y los datos que aportaron fueron fundamentales para armar el rompecabezas de esta causa.

La investigación tiene actualmente testimonios de unos 400 integrantes de ese regimiento del Ejército situado en Campo de Mayo. Los testimonios aportados durante el juicio oral incriminan más y más a los militares genocidas implicados en el caso. Un testigo manifestó haber visto una persona encapuchada y maniatada bajando de los aviones, otro refirió haber escuchado muchas veces ruidos y gritos en los hangares, relatos verdaderamente escalofriantes.

Como sabemos, la dictadura cívico-militar instaló más de 600 campos de concentración y ejecutó un plan sistemático para aniquilar a miles de dirigentes y activistas obreros populares que adoptaron diversas formas de lucha. El saldo del genocidio fueron 30 mil detenides desaparecides y miles de personas presas o exiliadas.

La lucha sigue

Buscaron liquidar así el vasto movimiento popular que luchaba por cambios de fondo y destruir toda forma de organización social. En estos años de lucha logramos anular las leyes de Punto Final y Obediencia debida de Alfonsín, los indultos de Menem, reabrir las causas contra los genocidas y llevarlos al juicio y castigo. Logramos la condena y meter en la cárcel a cientos de ellos. Construimos memoria en cada lugar de trabajo, estudio o barrio.

En todos los gobiernos hemos denunciado la violación sistemática de los derechos humanos de ayer y de hoy. Seguimos luchando por el esclarecimiento de cada desaparición, como así también, el juicio y castigo a todos los genocidas responsables. La lucha no va a parar hasta que cada hije y niete se encuentre con su verdadera familia. Recién ese día, vamos a poder hablar de memoria, verdad y justicia.

Por eso decimos: ¡Ningún genocida libre! ¡Cárcel común a todos los genocidas! ¡Basta de impunidad!

¡30 mil compañeres detenides desaparecides, presentes! ¡Ahora y siempre!

Iara Saldungaray

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