jueves, 9 mayo 2024 - 01:49

Nueva devaluación sectorial. El Fondo propone y Sergio Massa dispone

A pocos días de que el FMI entre en su receso de verano, Sergio Massa se apuró para complacer al organismo de crédito y por esa vía tener aprobada la quinta revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas. Atrás quedó la posibilidad de un acuerdo puente de seis meses o uno donde le adelanten los U$S 10.000 millones que tanto reclamaba. Existen distintas versiones sobre lo realmente obtenido por las gestiones de los funcionarios del ministro, pero la mayoría coincide que los desembolsos del FMI serán mucho menores de los buscados originalmente por el gobierno argentino.

Claro, para el magro resultado el ministro candidato cumplió con la devaluación solicitada, la hizo de forma sectorial entregando una nueva ronda de “dólar agro” y aplicando un nuevo impuesto a las importaciones. Todas medidas inflacionarias y recesivas en un momento donde los bolsillos de las mayorías trabajadoras no admiten más golpes en su poder de compra.

Esta semana, el viernes específicamente, como también el lunes de la próxima, Argentina tiene que pagar entre capital e intereses de deuda con el FMI una cifra de U$S 2.700 millones. Con las reservas netas del BCRA en negativo -algunos estiman en unos U$S 6.500 millones- el gobierno de la alianza peronista decidió cumplir con las solicitudes del Fondo, pero como la campaña lo impone se activó el arte del doble discurso. El ministro candidato aceptó “devaluar sin devaluar” para no entrar en default y dejar de cumplir el acuerdo espurio, que se tiene por herencia del macrismo y fue revalidado en el gobierno del Frente de Todos, hoy devenido a Unión por la Patria. Si bien se estima que entre miércoles y jueves se acuerde el llamado staff level agreement, no está claro que el bureau del organismo tenga tiempo para aprobarlo antes de su receso de invierno a principios de agosto y es muy probable que los próximos desembolsos lleguen durante ese mes.

Con diferentes decretos, el 377/2023 y el 378/2023, festejaron los mercados y las acciones del país subieron en la bolsa. La fiesta capitalista nada más ni nada menos se dan por las medidas que presentan estos tres ejes:

  1. Nueva ronda del dólar agro: otra vez las patronales agrarias tendrán un regalo. Van a recibir otro dólar diferencial, esta vez de $ 340 para las exportaciones de economías regionales y el maíz hasta el 21 de agosto. La soja, sus derivados y el trigo por el momento no están contemplados. Sin embargo, ante las quejas de algunos sectores del agronegocio, no se puede descartar alguna inclusión. Más allá que se dé o no, todavía rige el anterior dólar agro que es de $ 300 por cada dólar para los “excluidos”. Con esta medida Massa y su equipo piensan recaudar una cifra cercana a los U$S 2.000 millones. No resuelve para nada los problemas estructurales del país, se suma a una entrega a este sector que ya nos costó $ 500.000 millones y, además, va a ser un catalizador para la inflación en las góndolas, por el encarecimiento de las mercancías como por la emisión monetaria que significa cada ronda.
  2. Impuesto PAIS: Habrá un impuesto para las importaciones de bienes y servicios que no estén incluidas en la Canasta Básica Total. Acceder a los dólares para el pago de los servicios provenientes del exterior, exceptuando a los fletes, tendrá un impuesto del 25%. Para los bienes la alícuota se reduce al 7,5%. En una economía atrasada, reprimarizada, dedicada exclusivamente a diversas formas de extractivismo, las importaciones harán que el trampolín inflacionario se vea motivado desde dos frentes. Además, desde Hacienda también remarcaron: “no se grava la importación de los bienes y servicios, sino la compra de billetes para hacer esa operación, ya que quien tenga dólares, podrá utilizarlos sin pagar este impuesto”. En concreto, sin tanto revuelo mediático, el candidato del mal menor también habilitó con la misma medida un blanqueo de capitales para todas las empresas y empresarios que fugan divisas. “Los vivos” que se quedan con el crecimiento económico, como los define Cristina Fernández de Kirchner, por su ministro y candidato seguirán siendo los que ni siquiera reparten la torta. Y también vale sumar, debido al retraso productivo del país, esta medida empujará a acelerar el parate económico del país, que ya venía marcándose en los últimos dos meses.
  3. Simplificación cambiaria: Con la devaluación tradicional solicitada por el FMI, desde el organismo buscaban dejar atrás la brecha cambiaria que existe en el país. Para cumplir, Massa dispuso que ahora el dólar “ahorro” se equipare con el dólar “tarjeta”. El primero ahora pagará un 30% de impuesto PAIS y 45% de adelanto de Ganancias. Una devaluación del 10%. Ahora el precio del dólar mayorista oficial que se puede comprar hasta un monto de U$S 200, es de $ 490.  De esta forma el esquema de precios de todos los valores de dólares queda del siguiente modo:

Mayorista: $ 270

Minorista: $ 283

Dólar ahorro: $ 495

Dólar tarjeta: $ 495

Dólar blue: $ 550

Dólar MEP: $ 495

CCL: $ 534

Dólar para importación de bienes: $ 290

Dólar para importación de servicios: $ 338

Dólar agro: $ 340

Esta devaluación “encubierta” va a pegar directamente sobre el índice inflacionario. Algunos economistas hablan de al menos dos puntos sobre el índice general, otros señalan que todos los productos con componentes importados van a aumentar en relación al 7,5% de impuesto que cargarán a partir de ahora.

Las recetas del FMI quedan más que claras. Siempre fueron y serán las mismas. No hay forma de que con el organismo en el país se puedan atender a los números que de verdad importan: el 40% de pobreza general de la población y el más de 50% de la población infantil hundida en la misma condición. Ni hablar del fenómeno de los salarios de pobreza. Es hora de dar un giro de 180°, que vaya en una dirección contraria a la que han apostado tanto el peronismo como Juntos por el Cambio en diferentes turnos de gobierno.

Además de los pedidos del FMI, ahora queda ver cuál va a ser el comportamiento de los diferentes sectores patronales, que ya empezaron a hacer declaraciones de disgusto por las medidas efectuadas. Ya que desde un lado quieren más, por eso Massa anunció el fin de las retenciones para las economías regionales desde el 1 de septiembre y alguno no quieren saber nada con nuevos impuestos, como lo dejó en claro la UIA. Mientras tanto, los ingresos de trabajadores y sectores populares sufren otro masazo que no tiene respuesta por parte de las centrales sindicales, que ya se mostraron afín a la candidatura del tigrense.

Sólo dejando de pagar esta estafa, declarando un default soberano y rompiendo relaciones con los piratas del Fondo se podrán atender las necesidades de las mayorías sociales. Esta es la hoja de ruta, sin ser facilistas, que planteamos desde la lista Unidad de Luchadores y la Izquierda que conformamos desde el MST y el PO en el FIT-Unidad.

Noticias Relacionadas