jueves, 25 abril 2024 - 12:33

Negocios con las privatizadas. El gobierno le perdona a Edenor y Edesur deudas por $ 140000 millones

Entre la venida de Papa Noel y la llegada de los Reyes Magos, las empresas privatizadas distribuidoras de la energía eléctrica de todo el país, con Edenor y Edesur a la cabeza, tuvieron un importante regalo por parte del gobierno. A las distribuidoras de energía eléctrica del AMBA se les condonó deudas con Camessa por $ 140.000 millones y la eliminación de punitorios en el pago de las deudas con la distribuidora mayorista: ahorró multimillonarias cifras a varias distribuidoras del interior. Los empresarios que por no invertir dejaron sin luz a una parte de la Ciudad de Buenos Aires en los festejos del Año Nuevo, hoy reciben una injustificada recompensa por sus deficientes y caros servicios. Hay que terminar con los tarifazos y el negocio de las privatizadas de la energía. Es necesario reestatizarlas sin pago y ponerlas a trabajar bajo el control de sus trabajadores y usuarios.

El modelo menemista privatizó la generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica, eliminando el monopolio estatal del servicio y segmentándolo entre distintas empresas privadas. Este modelo que se mantiene hasta el presente, pese a los relatos nac&pop, llevó a la pérdida del auto abastecimiento y a poseer, pese a nuestras enormes fuentes de energía, un servicio caro e ineficiente, de fuertes ganancias para los empresarios amigos del poder de turno.

En el caso de las distribuidoras que, como Edenor y Edesur, le compran la energía a la empresa mayorista del sector Cammesa, Alberto Fernández decidió compensarlas por el bajo incremento en sus tarifas de estos años de pandemia. ¿Cómo? Con la postergación del pago de la energía que les proporcionó la distribuidora mayorista, acumulándose enormes deudas.

O sea, que cobraban su parte en la tarifa final sin poner un peso o poniendo muy pocos. Pero eso no le salía gratis a la gente. Cammesa era a su vez subsidiada por el Estado, y esos enormes subsidios los pagábamos todos a través de los impuestos. Al contrario de los que sostienen los adalides del aumento de tarifas para cumplir con el FMI, el costo de la energía no fue barato para el pueblo. Los empresarios nunca perdieron, les pagamos sus ganancias con subsidios altísimos que salieron de nuestros impuestos.

Este modelo de negocios produjo que se acumularan enormes deudas de las distribuidoras de energía con Cammesa. Y como Massa necesita seguir bajando los subsidios para tener el dinero para cumplir con el FMI, le exigió a la mayorista de la distribución que cobre sus deudas atrasadas. Entre todas las empresas que distribuyen esa energía en el país adeudaban la friolera de $ 486.419 millones. De esa enorme cifra, las deudas de Edenor y Edesur eran entre las dos de casi la mitad, $ 219.615 millones.

Esta semana, la nueva Secretaria de Energía, Flavia Royon, se ufanó de haber renegociado con éxito el grueso de esa deuda con 11 distribuidoras de energía de todo el país, incluidas las distribuidoras eléctricas de la región metropolitana de Buenos Aires. La “exitosa” negociación consistió en eliminar del pago los punitorios –lo que para el gobierno no es un perdón ya que esto estaría previsto en el presupuesto 2021, prorrogado al 2022 (SIC)- y en una compensación de hasta cinco facturas mensuales, que se les otorgan como créditos para compensar a usuarios residenciales y comerciales afectados por la pandemia y por inversiones (que no hicieron como se demostró en el último gran corte causado por un globo de pirotecnia que ingresó a una central).

Los números del regalo son generosos. Por la eliminación de punitorios, Edenor, que debía $ 105.777 millones a Cammesa, ahora debería pagar $ 57.159 millones. Edesur redujo su deuda de $ 113.838 millones a $ 66.366 millones. Pero estos números bajan aún más con las compensaciones y Edenor termina con $ 32.985 millones y Edesur con $ 47.225 millones de deuda.

A esta altura Ud. lector está comprobando en cifras los beneficios que trae ser empresario amigo del gobierno, como Manzano y Vila que controlan Edenor y son muy amigos de Massa. O como Enel, el monopolio multinacional del negocio energético que controla, entre otras empresas, Edesur, que negoció con todos los gobiernos. Pero aún le faltan más descuentos.

Lo que les queda por pagar después de haberse ahorrado unos pesitos, nada más ni nada menos que $ 140.000 millones. El resto, apenas $ 80.000 millones, lo pueden pagar en 86 cómodas cuotas mensuales a un interés más bajo que la inflación.

¿Y la otra mitad de las deudas con Cammesa? Con las bajas de los punitorios y compensaciones sufrieron quitas similares. Secheep del Chaco redujo su deuda de $ 32.818 millones a $ 14.424 millones pagaderos en 96 cuotas. También, la información periodística da cuenta de importantes rebajas en las deudas de la mendocina Edemsa (propiedad de Vila-Manzano), la misionera Emsa, tres cooperativas de Chubut, la riojana Edelar, la cordobesa Epec, entre otras. Empresas que, además, a diferencia de las del área metropolitana, pudieron ajustar libremente sus tarifas en estos años. En el interior la energía se paga más cara.

En resumen, descuentos y super ganancias para los empresarios de la energía, tarifazo para todos y todas. Además, oportunos cortes de luz en medio de las fiestas para que todos ahorremos plata y nos amarguemos hasta el cansancio.

Como si esto fuera poco…

Este año los medios y el gobierno nos bombardearon con que había que subir las tarifas, porque era una barbaridad lo que habían aumentado los subsidios a la energía con la guerra y el Estado gastaba mucha plata, que nos hacía mal a todos y había que cumplir el acuerdo con el Fondo, etc., etc.

La Nación de este 2 de enero[1] nos informa que, en medio de un panorama durísimo a nivel internacional, hubo un aumento sideral de los precios de la energía que importamos debido a la guerra de Ucrania. Y que ese era el argumento para aumentar tarifas, cuando en realidad se gastó en subsidios energéticos apenas un 8% más que en años pasado. La razón no se debe a ninguna varita mágica del ministro de economía, sino a los tarifazos que este ya descargó y que va a seguir descargando para cumplir con el FMI.

Si Ud. tenía alguna ilusión que por el año electoral le iban a perdonar un poco los aumentos, le informamos que ya se autorizó, como para empezar, un aumento del 60% a las empresas generadoras de energía durante este 2023 y que durante este enero se realizarán audiencias públicas para aumentar la parte de la tarifa que corresponde a Edenor y Edesur. Además, que el retiro total de los subsidios al 30% de los usuarios de ingresos más altos, incluye a comercios y consorcios, que lo van a compensar aumentando precios y expensas que todos vamos a pagar.

Así no va más… hay que nacionalizar las empresas con control social

Entre el gobierno del Frente de Todos, Juntos por el Cambio o Milei, vienen discutiendo cómo eliminar subsidios para que haya más plata para pagarle la fraudulenta e impagable deuda al FMI y los buitres privados de la deuda.

Los que sostenían un modelo de “tarifas baratas” para el AMBA, que ahora están abandonando paulatinamente, compensaban a los empresarios con enormes subsidios que terminábamos pagando todos con menos plata para salud, educación o gasto social. Los que preferían matarnos de shock como hizo Macri después optaron, ante la reacción popular, por aumentos más moderados y también compensaciones generosas a los negocios empresarios. Todos han sostenido este modelo de grandes negocios con las empresas de la energía, que mantuvo las privatizaciones y no pudo construir un gasoducto a tiempo. Mucho menos aprovechar los enormes recursos del país para que haya energía barata y abundante para toda la población y el desarrollo de la economía.

Para que los enormes recursos energéticos del país no vayan a parar a los negocios empresarios o a cumplir con deudas fraudulentas con el FMI hace falta un cambio total. Los subsidios estatales deben estar pensados para favorecer a los sectores más pobres y no a los grandes empresarios, que son sus verdaderos beneficiarios. Y además, deben ser utilizados para invertir en las áreas económicas que interesen a un desarrollo productivo al servicio de los intereses de la población trabajadora del país. Hay que exigir que abran sus libros de contabilidad, no perdonarles un peso, al contrario, de sus enormes ganancias y falta de inversión surgirá con claridad lo correcto de las propuestas de la izquierda. Desde el MST en el FITU levantamos la necesidad de nacionalizar todas las empresas de la energía sin pagar un peso, ponerlas bajo el control de sus trabajadores y usuarios.


[1] Art. «Tarifas de luz: Edenor y Edesur refinanciaron su deuda con el Estado y se ahorraron $ 139.405 millones»

Noticias Relacionadas