viernes, 29 marzo 2024 - 06:18

Misiones. Heroica lucha de los trabajadores de la salud

Entrevistamos a Patricia Nielsen, trabajadora de la salud de Misiones, contratada desde hace 12 años integrante de los Autoconvocados de la salud que realizaron un histórico acampe de 35 días.

Contanos el inicio del conflicto

Todo comenzó hace 35 días cuando nos indignó el acuerdo salarial que pactaron ATE, CTAA y UPCN, donde sin consultarnos acordaron un aumento de $ 5.000 al básico. Decidimos autoconvocarnos en asamblea con los participantes en la concentración frente al Ministerio de Salud Pública de Misiones.

Con una situación de precarización laboral de los compañeros monotributistas, promotores de la salud y agentes sanitarios que, trabajando en la pandemia, estando en negro la mitad del personal sanitario provincial, no tenían ningún derecho ni protección laboral. Por eso decidimos autoconvocarnos.

¿Cómo se organizaron?

Fuimos organizándonos en asamblea, en grupos de WhatsApp y decidimos poner carpas frente al Ministerio de Salud de la provincia. Fue una decisión muy importante y difícil porque lo hacíamos luego de cumplir nuestro trabajo en los servicios de salud. Ya que no podíamos parar por la pandemia, nos organizamos en turnos para cubrir siempre una importante presencia en las carpas. Muchos compañeros del interior de la provincia, de Iguazú, Andresito, El Dorado, Santa Ana, Bonpland, entre otras localidades, se quedaron muchos días haciendo el aguante en la carpa, sin poder volver a sus casas.

Fue emocionante e inolvidable la solidaridad que recibimos. Vecinos, comerciantes, jubilados, nos fueron trayendo alimentos, agua, donaciones y toda ayuda para que podamos organizar la olla popular.  Esa solidaridad y acompañamiento nos dio una enorme fuerza para soportar las terribles presiones, amenazas, matones, mentiras y boicot de los medios oficialistas, que querían quebrarnos en esos largos 35 días.

En la lucha hubo días buenos, días malos, alegrías, tristezas, desilusiones, traiciones. Y resaltaron las mejores personas de hierro que nos cuidaron y fueron el pilar de todos En un momento se estaban yendo los compañeros y compañeras y nos dimos cuenta que el gobierno estaba realizando arreglos por separado tratando de separar las aguas y debilitar la lucha. Solo que no debilitó la lucha, sino que la purificó y seguimos adelante. Sol, lluvia, frío, calor, tormentas… sin luz, sin agua y meando en un balde porque nos sacaron hasta los baños químicos que habíamos conseguido.

El gobierno nos convocó varias veces sin darnos ninguna respuesta a nuestros justos reclamos, donde nos exigían que aceptemos el arreglo que habían pactado los gremios. Elegimos una comisión de cinco trabajadores de los distintos sectores y condiciones de trabajo para representarnos. Pero las reuniones no llegaban a ninguna solución.

Pero se mantuvieron firmes

Una situación laboral absolutamente anormal se daba con la situación de los “presta recibos”, donde el gobierno usa a un compañero en blanco para que cobre horas y servicios por un compañero que está en negro, que presta servicios sin estar registrado y se le computan sus horas al trabajador en blanco. Es muy grave esta situación como las de los agentes sanitarios como yo, que estamos fuera de la carrera sanitaria, a pesar de que cumplimos tareas de responsabilidad en el sistema con 20 hs semanales ganamos $24.000

La lucha se fue extendiendo en el tiempo, decidimos explicar al pueblo misionero y guaraní (significa guerrero) nuestra situación, salimos a volantear recibiendo siempre apoyo que nos fortaleció. También marchamos con otras organizaciones y movimientos sociales que se fueron sumando y aplaudiendo la causa.

Fue fundamental también romper el boicot de los medios oficialistas, que medios alternativos como ustedes difundieran nuestra protesta, Y también que se organizara un acto con trabajadores de la salud, en la Casa de Misiones en Buenos Aires, que fue fundamental para que se nacionalizara nuestra larga y difícil lucha. A partir de ahí, recibimos apoyo de muchas provincias también, que nos dieron mucha fuerza. A todos ellos, nuestro emocionado agradecimiento.

¿Cómo está la situación hoy?

El martes 13 hubo una orden de desalojo de un juez para que se levante el corte de calle. Y como acto de buena fe y esperando continuar con el diálogo, nosotros levantamos el corte de las calles Junín y Tucumán, pero seguimos acampando sobre la extensa vereda frente a nuestra gran casa que es el Ministerio de Salud. Luego de la segunda marcha el gobierno nos volvió a llamar, a través del diputado Ricardo Wellbach renovándose la mesa de diálogo, donde se avanzó en el compromiso del gobierno sobre nuestros reclamos.

En primer lugar, se comprometió a reincorporar a los dos de nuestros compañeros despedidos, e incorporar al sistema provincial a los trabajadores del Parque de Salud, que son muchos, que dependen de la Fundación Parque de la Salud de Misiones que es el gran negocio que tiene la provincia en materia sanitaria, y no tienen estabilidad. A través de un mecanismo de renuncia al cargo e inmediata incorporación a la provincia como contratados con relación de dependencia

Uno de los puntos fuertes es derogar la Ley XVII – N° 82 Ley de agente sanitario, que impide que seamos trabajadores con los mismos derechos y acceder a la carrera sanitaria, recategorizarnos. Esta ley nos limita a 20 hs semanales y nos prohíbe cobrar algún excedente del sueldo.

Un aumento salarial, que implica blanqueo de los diferentes decretos y adicionales que figuran en el recibo cuya suma depende de la categoría de $15.000 más al básico en cuotas. Este aumento estaría incluido en el presupuesto 2021 y se haría por escrito en la próxima reunión el 28 de octubre.

A partir de este compromiso y acuerdo de palabra, se decidió levantar el acampe luego de 35 increíbles días. Hubo compañeros que tienen dudas si lo correcto fue levantar la carpa, si el gobierno cumplirá. Decidimos que si no cumple volvemos a la lucha.

Para muchos, como para mí, es un antes y un después del acampe. Esta fue la primera experiencia en una lucha tan trascendente. Conocí a muchos compañeros que hoy nos une la profunda y emocionante lucha de la autoconvocatoria, que aprendimos y que estamos convencidos que nos transformó para siempre.

Cada compañero, cada situación laboral es diferente. Estos 35 días nos conocimos en profundidad y resalto la empatía en la convivencia cuando todos somos salud y somos familia. Y la protección entre todos como cuando si le persiguen a uno y volvemos todos. Salud no se calla más. Dejamos de lado el silencio por miedo a que nos repriman, empezamos una nueva era donde salud está y estará primero siempre.

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