martes, 7 mayo 2024 - 08:35

Milei en la Fundación Libertad. Stand up de la destrucción

El 23 de abril en un auditorio con varios aplaudidores Milei dio un discurso/ stand up en el marco de la Cena de la Fundación Libertad, donde utilizó algunos conceptos teóricos para defender el plan económico que está implementando en nuestro país. Ese mismo día el pueblo salió masivamente a las calles a defender la universidad pública.

Ambas acciones, el discurso y la marcha, están conectadas no sólo porque ocurrieron el mismo día, sino porque lo que Milei expresó en su alocución es la definición conceptual de su plan. En ese plan no hay ni Universidades ni nada público. Para decir estas cosas se funda sobre algunos elementos reales: el Estado, dirigido por la clase que domina, no responde a las necesidades de la población, pero frente a eso la estrategia presidencial es eliminar las conquistas históricas de nuestra clase y fortalecer el ángulo del Estado que sí le sirve, el de la represión y la concentración capitalista.

Afortunadamente somos muchos, muchísimos, los que estamos cuestionando los planes de la motosierra, la licuadora y todas las formas que adquiere el ataque a nuestro pueblo. En esta nota intentamos desmentir algunas de las afirmaciones expresadas por el presidente y oponer a los planteos liberales libertarios y neoclásicos en términos económicos, la teoría marxista y las propuestas verdaderamente socialistas para dar una salida. Porque la tarea inmediata es terminar con el plan de este gobierno, pero también tenemos que pensar y construir la sociedad que queremos que surja cuando eso pase.

Sobre el origen del dinero y su función actual. ¿Es la inflación un fenómeno monetario?

En el discurso Milei dijo que el dinero es un bien de intercambio indirecto y que la contraparte de la demanda de dinero es la demanda de bienes de consumo. Y explicó que según la teoría neoclásica de Friedman la demanda de esos bienes de consumo depende de lo que ellos llaman los “parámetros profundos”, que serían las preferencias, las tecnologías y las dotaciones. Desde esta lógica básica, sin el BCRA emitiendo dinero, “la demanda de dinero debería ser una cosa dura, y eso debería igualarse a la cantidad de dinero dividido el nivel de precios”. Esto conduce a la teoría monetaria de la inflación, es decir sólo crece la inflación si crece la oferta de dinero. Entonces Milei explica que como desde que asumieron no emitieron, esa es la razón por la cual la inflación está bajando.

El primer dato evidente es que en las ecuaciones del presidente liberal libertario los laburantes no existen. Sus planillas solo incluyen oferta y demanda, bases monetarias, pero en ningún lado el dolor y el sacrificio humano con el cual se está llevando a cabo este experimento nefasto. El segundo elemento es que el presidente miente, su gobierno emitió y muchísimo, sólo que el destino fue otro: compra de divisas al sector privado, pago de intereses de los pasivos remunerados y otras operaciones que en total requirieron una emisión superior a los 9 billones de pesos. Y el tercer aspecto es que la inflación bajó sólo en su cabeza que se había inventado que íbamos a una hiper de 15 mil % anual. Pero para todos los argentinos que vivimos de nuestro trabajo la inflación no hace más que subir. De hecho desde que él asumió la base monetaria es la misma (porque emitieron muchísimo pero al mismo tiempo implementaron medidas para compensar que aspiraron los pesos y ni uno de ellos fue a los bolsillos de la gente) y la inflación lleva un acumulado en el primer trimestre de 51,9%, la explicación es integral pero está fundamentalmente dada por la liberación de todas las regulaciones que permiten a los formadores de precio cobrar lo que se les cante. Y a la misma vez la liberación de las importaciones que hace que en definitiva todo cueste en precios internacionales aunque tengamos salarios bananeros.

El extraño caso del mercado que se regula solo, pero no tanto

La lógica expresada por el Presidente en todo el discurso se resume en esta frase : “Yo soy liberal creo en el sistema de precios, cómo voy a estar fijando precios, soy liberal, me da urticaria hacer eso. Los empresarios los tienen que determinar, no un burócrata fatalmente arrogante desde su oficina”. Sin embargo, una vez más el presidente miente. Porque con las prepagas el gobierno tuvo que intervenir para no seguir deteriorándose en la clase media, y luego de que las empresas subieran un 200% en 4 meses, la Secretaría de Industria y Comercio, dependiente del Ministerio de Economía, obligó a las prepagas a retrotraer los precios a diciembre del 2023 y actualizarlos por el IPC

El argumento de esta excepcionalidad sería la presunta cartelización de las prepagas, es decir que las grandes empresas se ponen de acuerdo para fijar el precio, entonces en lugar de libre competencia lo que hay es eliminación de la misma. El problema es que estos economistas notables se comieron 100 años de historia, ya Lenin en su libro Imperialismo fase superior del Capitalismo escrito en 1916 explicaba que la sustitución de la libre competencia por el monopolio es el rasgo económico fundamental, la esencia del imperialismo. Por poner ejemplos locales, menos de 10 empresas concentran el 90% de la producción de alimentos en nuestro país, y otras 4 concentran el 80% de la distribución minorista, es decir supermercados. Algo similar sucede en el rubro telecomunicaciones y también en otros. Por lo tanto, la excepción por la cual el gobierno entiende que debió intervenir en los precios no es tal. Por el contrario, se trata de la regla y es la evidencia más clara de que no es la base monetaria la que determina la inflación sino los empresarios que especulan con la vida de la gente y que por lo tanto esto no se regula solo, hace falta una intervención total y directa, que empieza por que el Estado se haga cargo, y no sólo regule, los principales resortes de la economía, la producción, la distribución y las divisas.

De motosierras y licuadora

Sobre su plan económico Milei dijo “dijeron es muy poquito de motosierra y mucho de licuadora. Pregunten qué pasó con la obra pública, pregunten qué pasó con las transferencias discrecionales, con los intermediarios de los planes sociales, con los empleos públicos, la motosierra es grande. A veces la licuadora también es motosierra, la motosierra es cuestión de tiempo”. Una confesión que no requiere mucha más explicación. La combinación es catastrófica para los sectores populares: a la licuación de los ingresos de los trabajadores formales e informales, jubilados, beneficiarios de ayudas sociales y profesionales, se suma el recorte en todo lo público, el frenazo de la obra pública, el hachazo en salud y educación, la destrucción de miles de puestos de trabajo y la apertura total de la economía. El resultado es una tragedia para las mayorías sociales y una fiesta para los sectores concentrados que son los que están detrás de este gobierno y ven cómo sus bolsillos se llenan cada vez más.

La lucha es el freno

Al mismo tiempo que el presidente decía todas estas barbaridades, millones en el país nos movilizamos en defensa de la educación pública en una marcha federal que lo dejó descolocado. Hay que seguir ese camino y las direcciones, tanto sindicales como políticas, tienen que estar a la altura de los tiempos que corren y de los grandes desafíos que tenemos por delante. Hay fechas fundamentales en el horizonte próximo que deben encontrarnos con más fuerza que nunca en las calles luchando, empezando por este 29 que comienza el tratamiento de la Ley Bases y tenemos que llenar las plazas para rechazarlo y también para construir colectivamente un proyecto de país alternativo al caos actual y al de las cúpulas peronistas que durante años ocuparon el gobierno y a pesar de las falsas promesas no resolvieron ninguna de las grandes necesidades de nuestro pueblo y hoy especulan y negocian.

Viki Caldera

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