martes, 23 abril 2024 - 10:02

Massa y la Mesa de Enlace. Una reunión amistosa donde el agro pidió más

Este viernes por la tarde, en el parque industrial de Escobar, el nuevo ministro de Economía se juntó con los representantes de la Mesa de Enlace. Necesitados por engrosar las reservas una vez más el gobierno prestó el oído a las exigencias que tienen las patronales agrarias para liquidar su producción. El “dólar soja” parece no bastar y, por eso, Sergio Massa se hizo presente para pensar nuevas medidas. ¿Avanzará el gobierno en ceder y quitar un porcentaje de las retenciones que se le cobra al sector o aplicar nuevas medidas que lo favorezcan? La actitud “pragmática” del gobierno puede ser un indicio de que sí, ya que la hoja de ruta es la de la concesión permanente a los sectores concentrados de la economía.

Una reunión con poco eco

Tras posponer el encuentro la semana pasada, el nuevo “superministro” finalmente tuvo la reunión con las patronales agrarias en el parque industrial de Escobar, donde las primeras conclusiones no parecen satisfactorias para quien venía a “estabilizar” la economía. El asado que compartieron las partes, fue lo único amistoso entre Massa y los integrantes de la Mesa de Enlace. La sed de ganancia de quienes especulan arriba de los silobolsas sigue intacta. Se dejó trascender que, más allá del “dólar soja”, quieren se modifique el esquema actual de retenciones, como el pedido de otros beneficios que no se traslucieron en la prensa.

De todas formas, los dirigentes del agro a modo de bienvenida de su afín ministro de Economía que se junta con todos los sectores del “poder real” menos con los trabajadores, dieron una declaración que sirvió como gesto político: “con este cambio de Gobierno haya un cambio en el rumbo de la política y se empiecen a ver los resultados que necesitamos”, eso expresó el empresariado rural.

Desde el gobierno, para acelerar la liquidación de la soja y absorber por esa vía nuevos dólares y dar vida a las reservas que se encuentran en estado crítico, se hizo presente el plantel titular del ministerio de Economía. Massa fue acompañado por Juan José Bahillo, Julián Domínguez (ex funcionario de Agricultura) y Guillermo Michel. Todos personajes referenciados con el sector y responsables de áreas que le puedan garantizar nuevos mecanismos impositivos para acrecentar las ganancias. Jorge Cheme, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) fue quien declaró: “Fuimos escuchados y, además, se hablaron de temas que nunca nadie los había tratado: concretamente estamos hablando de pensar en una reforma impositiva profunda que eso no es poca cosa”.

Avanzar en tal sentido, algo que no sería descabellado por parte del gobierno del Frente de Todos, sería atentar contra la recaudación del Estado. De ser así, seguramente se aplicaría de forma paralela algún otro mecanismo para recuperar lo perdido, atacando a los sectores más carenciados y golpeados por la crisis. El gobierno está decidido a conceder a los especuladores de las patronales agrarias y entregarles todo lo solicitado.

Afectar las ganancias del agro, una tarea urgente

Hace semanas fueron unos de los vectores que puso al país en vilo de sufrir una corrida cambiaria de notable magnitud. Su presión se vio saciada con el “dólar soja” que, como se advirtió en la reunión”, les parece poco.

Con una inflación en julio del 7,4% que pulveriza los salarios e ingresos de los sectores populares, no puede existir una medida que apunte para otro lugar que no sea recomponer la calidad de vida de las mayorías. La actitud de apriete y chantaje por parte de estas patronales, no tiene que ser más que castigada con medidas concretas. La Ley de abastecimiento tendría que aplicarse, para exigir la liquidación de la cosecha y, en caso de negarse, aplicar sanciones que hasta contemplen la cárcel efectiva. Es de conocimiento público que este mismo actor de la economía es quien aplica instrumentos para evadir impuestos presentando subfacturaciones de las exportaciones que realiza para pagar menos de lo que le corresponde.

Lo indicado es para actuar ahora, en el presente, pero de forma paralela es necesario aplicar una política que ponga en discusión la propiedad de la tierra. En primer lugar, lejos de quitar las retenciones o algún porcentaje de las mismas, hay que aplicar más teniendo un esquema que, por supuesto, diferencie entre los grandes pooles de siembra y los medianos y pequeños productores. Además, una reforma agraria se pone a la orden del día para terminar con la concentración de la tierra. Obviamente que, también, hay que poner en discusión el trabajo sobre la misma, con respecto al tratamiento de los insumos que se utilizan en la producción, ya que hay que prohibir de manera urgente la utilización de venenos para el cultivo.

Volviendo a la discusión presente, de no afectarse los intereses del agro, la mayoría del país no tendrá como refracción más que el agravante de la crisis que vive en carne y hueso. Esto, no es más que el resultado de un sistema fallido donde, antes que la satisfacción de las necesidades materiales de las mayorías, prima la ganancia de un puñado que vive a costa del trabajo ajeno.

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