viernes, 3 mayo 2024 - 22:22

Marcha de la Resistencia. Que abran los archivos de la dictadura

El jueves 3 se realizó la 40ª Marcha de la Resistencia en Plaza de Mayo, esta vez con la presencia de las Madres de manera virtual por la pandemia. Antes del inicio, entregamos en la Casa Rosada más de 8.000 firmas solicitando al presidente la apertura de todos los archivos de la dictadura.

Dicho petitorio fue una buena iniciativa del Encuentro Militante Cachito Fukman, que acompañamos desde todo el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia por ser un reclamo histórico y que mantiene total vigencia. Mientras el “Sueco” Lordkipanidse entregaba las firmas, en la Plaza dimos lectura el texto del Encuentro que reproducimos abajo. Tras el saludo que abrió la Marcha, algunos grupos empezaron la ronda a la Pirámide mientras otros buscaban algo de sombra en las cercanías. En las rejas, retratos de las y los desparecidos. Alrededor, las banderas.

Norita Cortiñas, Elia Espen, Mirta Baravalle y Elsa Pavón, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, desde la pantalla instalada en la Plaza nos dieron su mensaje de resistencia, exigieron la apertura de los archivos y respaldaron los reclamos sociales de hoy. Cuarenta años de lucha infatigable, que iniciaron bajo la propia dictadura genocida, nos les quitaron su coraje de siempre. “Nuestras” Madres eligieron el jueves 3 para la Marcha, ya que el sector afín al oficialismo nacional decidió no hacer nada esta vez ya que la habitual fecha del 10 coincide con el primer año de gobierno…

Luego de las palabras de las Madres se desarrollaron varios paneles, todo transmitido por radios alternativas. En el de violencia estatal participaron Cristina Castro, mamá de Facundo; Leandro Aparicio, su abogado; Sergio Maldonado, hermano de Santiago; Emilia Vassallo, mamá de “Paly” Alcorta, de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, e Ismael Jalil, abogado de la CORREPI. Asimismo hubo charlas sobre violencia patriarcal, juicios de lesa humanidad, tierras e infancias, deuda externa y extractivismo, y el derecho a decidir.

Entre otras figuras políticas y sociales, de esta 40ª Marcha de la Resistencia participó nuestra dirigente Cele Fierro, junto a una delegación de militantes del MST en el FIT Unidad y del CADHU (Centro de Abogades por los Derechos Humanos), que integramos el EMVJ junto a decenas de organizaciones populares.

Tras las rondas se hizo un homenaje a Víctor Basterra y Sara Osatinski, sobrevivientes de la ESMA que fallecieron este año. El cierre de la Marcha estuvo a cargo de las Madres, con su cálido recuerdo para Nair Amuedo, otra de ellas que también murió hace poco. Al final, puños en alto, el grito infaltable: ¡30.000 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos, presentes!

Pablo Vasco

Documento del EMVJ leído en Plaza de Mayo

“Todo está guardado en la memoria”, dice una canción muy querida por nuestro pueblo. En buena parte es así: la memoria de cada persona guarda todo aquello que puede. Y la memoria colectiva, por cierto, guarda mucho más. Pero nadie, nunca, en ningún lugar del mundo, puede guardar lo que no se sabe, lo que se oculta. Y en nuestro país hay buena parte de esa memoria colectiva que aún sigue oculta y que necesitamos recuperar y reconstruir.

Por eso hoy, desde esta Plaza de Mayo, y en ocasión de la 40ª Marcha de la Resistencia -ésas marchas heroicas que iniciaron las Madres bajo la propia dictadura genocida-, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia acompañamos la exigencia formal al presidente Alberto Fernández, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que disponga todas las medidas necesarias para la apertura de todos los archivos del terrorismo de Estado, que empezó en 1974 e incluye a la última dictadura cívico-militar-eclesiástica que cometió un genocidio. Como sabemos, esos crímenes se siguen y se deben seguir juzgando porque los delitos de lesa humanidad no prescriben, no vencen.

Y decimos que es una exigencia formal al presidente porque hoy mismo se ha entregado en la Casa Rosada un petitorio, con miles y miles de firmas de organismos de derechos humanos, organizaciones populares, personalidades, referentes y personas de a pie de todo el país e incluso del exterior, reclamando la inmediata apertura de esos archivos.

A partir de la reforma de la Constitución Nacional en 1994, nuestro país incluyó allí y le dio rango constitucional a once pactos, tratados y convenciones internacionales de derechos humanos. Y en los años siguientes se incluyeron al menos tres más con esa misma jerarquía. Ese reconocimiento de derechos no fue un regalo del poder político: fue un logro de décadas de lucha del movimiento por los derechos humanos y la movilización popular.

Así, entre otros puntos, el Estado argentino se comprometió a investigar y sancionar los delitos contra los derechos humanos que hayan sido o sean cometidos por sus autoridades, funcionarios y agentes militares y civiles, ya que tales violaciones quedan expresamente excluidas de toda forma de impunidad, indulto o amnistía.

Y ese compromiso no es sólo del Estado como institución, sino que el propio presidente, cuando asumió su cargo, prometió que “Argentina levantará alto sus principios de paz, democracia y plena vigencia de los derechos humanos”. Pero el Estado y el gobierno incumplen esos compromisos.

“Todo está guardado en la memoria”, dice la canción. Pero no todos los archivos están abiertos:

  • Hace pocos meses, en julio, con información de archivos de la dictadura desclasificados por Estados Unidos, se localizó un centro clandestino de detención en el barrio porteño de Floresta, hasta ese momento desconocido.
  • En setiembre, se encontró en la Agencia Federal de Inteligencia, la AFI, la siniestra ex SIDE, un prolijo archivo del Ejército con más de 500 fotos e información de personas para “detectar” y “neutralizar”, como decían los represores. Algunas fueron asesinadas, otras siguen desaparecidas, otras pasaron por cárceles o centros clandestinos de detención, otras son sobrevivientes.
  • Y la semana pasada, en una casa particular en Santa Fe, se encontró documentación de la policía provincial con información de la época de la dictadura. Es decir, no “todo está guardado en la memoria”.

¿Por qué es tan importante que se abran todos esos archivos?

  • Porque miles de Madres, Abuelas, familiares, amigues y compañeres de las víctimas del terrorismo de Estado aún no pudimos recuperar los restos de nuestros seres queridos o al menos saber qué les sucedió.
  • Porque cientos de las y los chicos apropiados o nacidos en cautiverio, hoy ya adultos, aún no pudieron recuperar su identidad y reconstruir sus lazos familiares.
  • Y porque cientos o quizás miles de verdugos, responsables de esos crímenes aberrantes, aún no fueron debidamente juzgados y castigados. O sea, gozan de impunidad.

Entonces, la información contenida en todos esos archivos de la dictadura que aún falta abrir resulta indispensable para avanzar en el camino de memoria, verdad y justicia.

“La memoria despierta para herir a los cuervos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento”, dice también la canción. Por eso no aceptamos ningún llamado a “dar vuelta la página”, señor presidente. No aceptamos ninguna impunidad, ningún cuervo dormido que no deje vivir libre a la memoria.

Por estas razones tan elementales para cualquier sector que se considere mínimamente democrático, por estas razones tan humanas, desde esta 40ª Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo le exigimos al gobierno la apertura de todos los archivos.

Encuentro Memoria, Verdad y Justicia

Buenos Aires, 3/12/20

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