miércoles, 7 mayo 2025 - 14:45

Legislatura bonaerense. Pacagnini y el FMI: “Más pagamos, más debemos y nos endeudamos para pagar”

Luego del nuevo y escandaloso acuerdo con el FMI, este lunes 5, el gobierno nacional realizó el primer pago de intereses de deuda al Fondo. Por eso las reservas del Banco Central cayeron en U$S 610 millones, a lo que se le deberán sumar otros dos vencimientos, solo por intereses con el FMI, de U$S 861 millones a pagar el 1° de agosto y otros U$S 883 millones el 1° de noviembre.

Es decir, por esa estafa se fugarán del país 2.354 palos verdes este año, solo en intereses de esta nueva hipoteca con el Fondo. Algo inaceptable, cuando reina el ajuste y la pobreza, con salarios, y jubilaciones de miseria y planes sociales que Milei y Pettovello congelaron desde diciembre de 2023 en míseros 78.000 pesos.

Para tomar dimensión de cuánto hablamos, solo esos pagos por intereses al Fondo en este año implican más de 2.74 billones de pesos. Una montaña de plata, tan grande que alcanzaría para cuadruplicar por un año el actual monto de los planes sociales para un millón de personas, llevando el ingreso a $ 310.000 al mes, de acá a junio del 2026. Solo ese dato evidencia lo escandaloso de esta estafa. ¡Son ellos o nosotros!

Aunque esa bola de nieve no queda ahí: de acuerdo al informe de marzo de la Oficina de Presupuesto del Congreso sobre deuda pública (https://opc.gob.ar/), los vencimientos de marzo a diciembre suman U$D 21.404 millones por la deuda en moneda extranjera. Es decir, ¡10 veces más! El equivalente a poner en marcha un plan de construcción de 310.000 nuevas viviendas populares, generando un millón y medio de puestos de trabajo.

Por eso, días atrás en la Legislatura bonaerense, con nuestro diputado Guillermo Pacagnini (MST FIT Unidad), presentamos un proyecto para que se declare el “rechazo al reciente acuerdo de mayor endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, debido a la toma de una nueva deuda de la que no se conoce a ciencia cierta su destino ni sus condiciones de pago ni los compromisos de mayores ajustes asumidos, que significarán más penurias para los trabajadores, sectores medios y populares de nuestro país, en una nueva hipoteca que nos condicione durante mucho tiempo”.

Deuda con el FMI, además de una estafa, imposible de pagar

En los Fundamentos de este proyecto D-1028/25-26, denunciamos que Argentina es el país de ingresos medios que mayor tiempo ha transcurrido bajo programas del FMI desde su ingreso en 1956. En ese lapso contrajo deudas por centenares de miles de millones de dólares, los que, a pesar de pagar por décadas capital e intereses, se incrementan en forma constante, alcanzando un nuevo récord total de endeudamiento por US$ 473.557 millones, según el último informe de la Secretaria de Finanzas (Los Andes, 15/04).

Por eso, tal como sostiene Pacagnini, “más pagamos, más debemos. Nos endeudamos para pagar”. Es que si nos limitamos solo a la deuda con el FMI, en enero del año 2006 durante el gobierno de Néstor Kirchner y el PJ, se pagó al contado y sin auditar una suma que llegó a los 10.000 millones de dólares, con la promesa que ese desendeudamiento significaría una liberación de la deuda y la recuperación de la soberanía económica para el país. Sin embargo, en el año 2018 el gobierno de Macri tomó la deuda más grande que cualquier país en el mundo haya contraído con el FMI, por más de 50.000 millones de dólares.

Como todos los otros, ese mega endeudamiento no benefició al pueblo trabajador, sino que esos dólares fueron fugados por los bancos y grandes corporaciones en maniobras de bicicletas financieras. Ninguno de esos dólares llegó ni se lo invirtió en hospitales, escuelas, obra pública o generación de empleo. Sin embargo, el gobierno de Alberto Fernández avaló esa estafa con el Congreso y se volvió a endeudar en 2023 en U$S 7.500 millones más, nuevamente con condiciones impuestas por el Fondo, a las que responderá el pueblo.

A pedir del Fondo: reforma jubilatoria, laboral e impositiva

Ahora Milei, después de aplicar “el ajuste más grande de la historia” y de haber dicho y votado como diputado en contra de cualquier toma de deuda, vuelve a caer en la misma rueda, argumentando que eso sanearía las reservas del BCRA.

El problema es que poco se sabe sobre el destino real de todo el crédito, sobre las exigencias de mayor ajuste y de reformas estructurales como la previsional, laboral e impositiva, así como de las condiciones de pago. Tampoco es claro cuánto quedará en dólares limpios ya que la mayor parte irá a pagar deuda con el Fondo. Cuando distintos economistas señalaban que, de los U$S 20.000 millones acordados, 15.000 millones se destinarían a pagos de capital que vencen hasta 2029 y quedarían neto poco más de U$S 5.000 millones. Eso implica que nos prestan para cobrarse ellos mismos, transfiriéndonos nueva deuda, con condiciones más usurarias y nuevos plazos de esta hipoteca eterna (ver proyecto D-1028/25-26).

Rechazar este acuerdo en todos sus términos

Como siempre, el pueblo trabajador no verá un dólar, pero sí será el que pague con décadas de sacrificios, transformándonos en más dependientes, con menor soberanía político-económica y mayor pobreza a futuro. Por lo que se debe rechazar este acuerdo en todos sus términos y condiciones, presentado inicialmente por Decreto (DNU) de Milei, sin tratarse siquiera en el Congreso como fijan las leyes vigentes y ni hablar de una consulta popular vinculante donde sea el pueblo trabajador quién decida qué hacer con el Fondo y toda la estafa de la deuda “eterna”.

Lo que corresponde es auditar, revisar e investigar toda la deuda externa. Y declarar una moratoria o no pago deuda hasta tanto se investigue sin secretismos, donde sea el pueblo trabajador, los sectores medios y populares quienes decidan. Esa es la salida posible, a favor del pueblo trabajador.

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