martes, 7 mayo 2024 - 17:27

La Plata. La noche de los lápices

El viernes 15 de septiembre en La Plata se realizó la marcha en conmemoración de la noche de los lápices, en memoria de los estudiantes secundarios que lucharon, se organizaron y lucharon por una sociedad más justa. Y precisamente por esta lucha fueron detenidos, torturados y desaparecidos.

La marcha inició en la plaza San Martín, donde se reunieron varias organizaciones y donde hubo un cartelazo. Asistieron personas de todas las edades, pero con un número importante de niños y jóvenes, demostrando que a pesar del gran y constante intento por reprimir este tipo de manifestaciones populares, la memoria de quienes cayeron en la lucha por los derechos permanece viva y nos impulsa a seguir en las calles.

Así marchamos hacia la plazoleta de la “Noche de los Lápices”, ubicada en Diagonal 78, esquina 8 y 61.

La noche

Hace 47 años, el 16 de septiembre de 1976 se inició una serie de secuestros y asesinatos de estudiantes secundarios en la ciudad de La Plata. Esa noche, 10 estudiantes fueron secuestrados y torturados por agentes estatales, y 6 de ellos permanecen desaparecidos hasta el día de hoy, sin que sus familiares sepan qué pasó con ellos.

Luchaban por el boleto estudiantil, y eran considerados por las fuerzas policiales como “integrantes de un potencial semillero subversivo”, y por eso fueron blanco del operativo policial realizado por miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, María Clara Ciocchini, Horacio Ungaro, Daniel Racero y Claudio de Acha fueron secuestrados y hasta hoy permanecen desaparecidos. Mientras que Gustavo Calotti, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz lograron sobrevivir.

El significado de la marcha

La marcha finalizó en la plazoleta de la “Noche de los Lápices”, con la lectura del documento elaborado por estudiantes de secundaria. Este documento destacó la importancia de la lucha de los estudiantes, que aseguró que hoy tengamos derechos que muchas veces damos por garantizados y que siempre han «estado ahí».

Pero esta idea es completamente errónea, ya que basta con mirar a otros países para darnos cuenta de que incluso cuando son leyes, pueden ser revocados y que su mantenimiento requiere una lucha constante.

El cambio en la sociedad que permite este tipo de regresión no se producen de la noche a la mañana. Es un proceso gradual, que casi siempre comienza con el olvido de acontecimientos pasados, o con un intento de cambiar su significado. Por eso es tan importante salir a las calles, demostrar que sí recordamos y continuamos la lucha de aquellos que cayeron antes que nosotros.

Por eso los lápices siguen y seguirán escribiendo.

Marcela Gottschald

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