Hace varios días el personal de la reconocida clínica privada platense Mater Dei protestan en sus puertas por la falta de pago de salarios. Luis Angles, delegado de ATSA, nos informa que la patronal les adeuda haberes de febrero y marzo. De este último solo percibieron el 30%. También reclaman el pago del aguinaldo y bonos de 2019.
A contrapelo de lo disparado por Alberto Fernández, el sistema de salud no se relajó, y como lo muestra el personal de esta clínica, se hundió en la precarización con agotamiento acumulado y más maltrato empresario.
La historia del Mater Dei
Este establecimiento se perfila hacia el aniversario 61° de su fundación, la cual –según su director ejecutivo, el Dr. Enrique Calvo Gainza-, emanó del seno de la mismísima catedral de la ciudad, dejando claro los vínculos que tiene con la curia platense y el Opus Dei.
Cuenta con una planta integrada por 130 personas y cerca de 100 camas de internación, y ha tenido una política recurrente de atraso en el pago de salarios en los últimos años. Esto generó distintos conflictos gremiales que involucraron a AMP y ATSA y desembocó en la renuncia de profesionales y el despido persecutorio de otros.
No mentir, no robar
Estos son algunos de los preceptos del buen samaritano que, según las autoridades del instituto médico, rigen su accionar[1]. Sin embargo, el no pago de salarios, de bonos y otros ítems que revisten el carácter de trabajo y servicios ya brindados por el personal, eso es robar. Y decir que no hay dinero para sueldos, mientras crecen a millones los subsidios estatales que recibe, eso es mentir.
Algunos números
En 2017 la Agremiación Médica Platense declaró “zona de conflicto gremial” al Instituto Médico Mater Dei por una deuda salarial de millones. Tras esta medida denunciaron acoso laboral y despidos contra sus agremiados. En septiembre de 2020 denunciaron una deuda salarial de $ 4 millones con el conjunto del personal de la clínica.
El delegado de ATSA del Mater Dei, nos indica que están realizando protestas diarias desde hace un par de semanas ante la deuda salarial que él calcula entre $ 80 y $ 100 mil por trabajador/a. En otro medio digital, el enfermero mencionó que “la clínica recibió el año pasado la ayuda del Estado donde percibieron $ 30 millones para saldar las deudas durante la pandemia por medio del ATP, pero eso no se utilizó para pagarle a los empleados“[2].
Según hemos constatado, el Instituto figura en el listado de beneficiarios del ATP publicado por el periodista Ezequiel M. Chabay[3], contenido en el Acta N° 11 del Comité de Evaluación y Monitoreo del Programa ATP[4].
Si calculamos que el aporte promedio recibido por las empresas beneficiarias del ATP fue de $ 21.426 mensuales por cada trabajador/a, al Instituto Mater Dei le correspondieron cerca de $ 3 millones mensuales.
A esta suculenta transferencia de fondos públicos habría que sumarle $ 18 mil mensuales por cada trabajador/a que percibe a través del programa “Repro”, sumando alrededor de $ 2 millones más.
Pero no es lo único, ya que IOMA autorizó en 2020 un aumento en el valor de las prestaciones del 35% y sobre ese incremento un 7% adicional a principios de 2021, elevando los ingresos de las patronales de la sanidad y superando con creces la paritaria de ese mismo período firmada por FATSA, que nuclea a los trabajadores/as del sector.
Este incremento representó $ 450 millones adicionales a la recaudación habitual de los establecimientos privados.
Por otra parte, desde el inicio de la pandemia, IOMA destina $ 400 millones mensuales para subsidiar a las clínicas y sanatorios privados[5], bajo el argumento de dar sustentabilidad al sistema; más bien a las ganancias, de los empresarios de la salud.
Como si lo enunciado fuera poco, los Estados nacional y provincial transfirieron al sector privado equipamiento de manera gratuita, por medio de comodato, y creó un fondo de $ 700 millones [6] para subsidiar la internación de pacientes Covid-19 positivos.
La única solución: sistema único de salud
Del relato de sus trabajadores/as surge que la clínica Mater Dei retiene de manera recurrente los salarios. Y de los números surge que el desembolso de fondos públicos sobre la clínica es cada vez más caudaloso. Solo estos dos datos demuestran la incapacidad de la gestión para resolver un conflicto crónico.
Los afiliados/as sostienen las obras sociales con las retenciones compulsivas que sufren. Los vecinos/as contribuyentes, con nuestros impuestos, financiamos los millonarios subsidios que recibe del Estado la sanidad privada. Y por último, los trabajadores/as de la sanidad sostienen con su trabajo precario, casi gratuito, el funcionamiento de los establecimientos. En este esquema nos sobra la gestión de la clínica, un puñado de empresarios innecesarios, que como vampiros se alimentan del trabajo del personal y de los fondos públicos.
¿Por qué tolerar esta situación?, ¿por qué la gestión de la clínica tiene que seguir en estas manos?, ¿cuánto más se lucrará con la salud de las personas?
La pelea de los trabajadores/as del Mater Dei tiene que triunfar. Expresamos nuestro compromiso activo y nuestra solidaridad en las calles para que así sea.
Desde Alternativa Salud y el MST en el Frente de Izquierda Unidad, presentamos a comienzos de la pandemia una plataforma para superar las crisis sanitaria y social abiertas:
– Partimos de considerar que hay que responder a esta contingencia con un plan unificado y nacional, que comience por centralizar todos los hospitales públicos, las clínicas, sanatorios y laboratorios privados en un sistema único de salud, público y con participación de sus trabajadores a través de los comités de crisis. Contando de esta manera con toda la capacidad instalada y material humano para responder a la crisis sanitaria.
– Por otro lado, planteamos la necesidad de incorporar más personal, con más salario para contrarrestar el poliempleo y realizar una enorme inversión en equipamiento, infraestructura y EPP, en base a un impuesto permanente a las grandes fortunas. Esta medida no solo que no se tomó, sino que el gobierno nacional recortó un 12% el presupuesto para salud en relación al 2020 y tampoco le cobró el aporte “solidario” a los mil millonarios argentinos, que tributaron menos del 10% de lo estipulado originalmente.
– El tercer pilar de nuestra propuesta es la declaración de utilidad pública de los laboratorios mAbXience y Richmond, productores argentinos de las vacunas Oxford y Sputnik V, que produjeron casi 41 millones de dosis vendidas a Estados Unidos y Europa, en lugar de inmunizar a la mitad de nuestra población. Hay que prohibir la exportación a estos laboratorios e integrarlos a la producción pública de medicamentos. Nuestra salud vale mucho más que sus ganancias.
Leonel Acosta
[1]https://www.youtube.com/watch?v=7K9ivS2wOT0&feature=emb_imp_woyt&ab_channel=MaterDei
[2]https://www.eleditorplatense.com.ar/atraso-salarial-a-empleados-de-la-clinica-mater-dei/
[3]https://borderperiodismo.com/2020/08/06/exclusivo-las-100-empresas-que-mas-recibieron-del-estado-en-cuarentena/
[4]https://www.ignacioonline.com.ar/wp-content/uploads/2020/05/Decisi%C3%B3n-Administrativa-817-20-anexo-1-2-3-4.pdf
[5] http://www.ioma.gba.gob.ar/index.php/2020/06/10/400-millones-por-mes-ioma-garantiza-la-sustentabilidad-de-clinicas-y-sanatorios/#:~:text=El%20Gobernador%20de%20la%20provincia,la%20abrupta%20disminuci%C3%B3n%20de%20actividades
[6]https://www.fecliba.org.ar/2020-08-14/acuerdo-entre-nacion-y-provincia-de-buenos-aires-para-equipar-clinicas-privadas-y