viernes, 26 abril 2024 - 07:04

La filmografía de Santiago Mitre. La política como un pasillo cerrado

Santiago Mitre es un director y guionista Argentino que hace unos días lanzó la película que Argentina envió a los Oscars «Argentina,1985» un relato sobre el juicio a las juntas y principalmente la actividad de la fiscalía a cargo de Strassera y Moreno Ocampo. Con su nombre girando me pareció bueno pensar su cine, una filmografía atravesada por la política, que muestra una crítica social pero siempre hay algo que falta, la participación social.

Si les interesa conocer sobre 1985, les recomiendo esta nota: https://periodismodeizquierda.com/argentina-1985-la-pelicula-a-tiempo/

Empecemos por su trabajo como guionista en el que ya se empieza a ver ese camino. Con Trapero cómo director es parte del equipo de  guionistas de Leonera, Carancho y Elefante Blanco. Una serie de películas con críticas sociales a diferentes puntos oscuros de nuestra sociedad y la participación política más de base en algunos sectores (Elefante Blanco, El estudiante).

Entrando ya a su filmografía cómo director hay una entrada más directa de la política. Su primer película «El estudiante» entra de lleno en la militancia universitaria, 2011, un año después de la muerte de Mariano Ferreyra muestra una visión oscua de la participación, los sectores más retratados son la camarilla de militantes de lugares que podrían ser el Kirchnerismo o la franja morada y una preocupación central por tomar los espacios de poder para ser ellos los que dirígan y no los otros. Los militantes de izquierda aunque aciertan en la caracterización son retratados cómo extremistas y utopistas. Es interesante pensar que esta película sale a un años del asesinato de Mariano Ferreyra por la patota de la Unión Ferroviaria.

La patota (2015) es una reversión de una película de Marcelo Tinaire que relata una violación, de una chica de clase alta que decide participar en un programa de formación para sectores populares. Una historia cruda y con una mirada dura sobre los sectores populares. Que en el año del Ni una menos habla de estos temas y de aborto.

En el 2017 saca la coordillera una película que, salvó por una escena en dónde el personaje de Darín dice que odia a los yankis más que el presidente mexicano, podría ser una versión libre de la forma de vender su política del macrismo y su política real ya que muestra como se negocia por negocios privados cuestiones públicas y  lo personal como marketing político, tratando de ocultar toda suciedad.

Me resulta interesante como siempre su película hace pie sobre un tema de debate en la agenda política del momento donde se lanza, con una construcción pulcra relata historias que te atrapan pero que como socialistas no paran de hacer ruido. La movilización popular siempre está afuera, hay un intento de mostrar a la política como algo oscuro, de pasillo y en el caso de 1985, mientras se reivindica el nunca más es inegable que hay una reivindicación al sistema judicial, a la vez que se valoriza muy poco el trabajo de los organismos de derechos humanos y la CONADEP que habían desarrollado gran parte de la investigación que permitió lograr el juicio.

Además no podemos dejar de ver qué al nunca más que hace referencia es a la represión sin legalidad, buscar dar un valor al trabajo de la justicia para reivindicar que cuando está avalada por varios poderes la represión es justa.

La política es rosca negociación de cargos, plata o negocios, la posibilidad de cambio no existe, y la mayoría de los personajes mayores tienen una mirada cínica de la realidad que terminan transfiriendo al personaje principal o al relato general.

Pedro Pallero

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