Hace pocos días terminó la primera semana de clases en la UNJu (Universidad Nacional de Jujuy), cruzada por varias actividades de lucha y visibilización acerca de los recortes presupuestarios en la universidad pública y el sistema científico nacional, con los primeros pasos muy positivos de coordinación entre estudiantes, docentes y otros actores de la comunidad educativa.
En simultáneo se desarrollan otros conflictos educativos en la provincia de Jujuy, como el intento de cierre de la Escuela de Idiomas, la situación crítica de la ENERC NOA (sede regional de la escuela nacional de cine del INCAA) por la quita de financiamiento, y las recientes denuncias del CEDEMS (gremio de la docencia media y superior) por el cierre de cursos y divisiones en distintas instituciones.
Ajusta Milei, y Sadir aplica también
No es solo Milei, sino que así como el gobierno nacional intenta aplicar un rabioso ajuste a la educación pública, el gobierno de Sadir, la UCR y el Frente Cambia Jujuy trabaja también para tratar de hacerlo en la provincia.
En ese contexto, años de parálisis general del movimiento estudiantil, por decisión de las conducciones de los centros y federaciones (mayoritariamente dirigidos por punteros peronistas, y ocasionalmente por la Franja Morada – UCR) son la causa de no llegar a esta situación con una gimnasia de lucha, a la altura de la embestida de la banda libertaria. Por citar un caso, en la Facultad de Humanidades, hace ya más de 4 años que no hay elecciones de Centro de Estudiantes. Por esa razón, aún no logramos una participación masiva del estudiantado en el conflicto.
De todas maneras, la situación social dramática y las primeras consecuencias de los ajustes a la universidad, junto a los valiosos pasos de coordinación y unidad que empezamos a dar entre organizaciones estudiantiles y docentes para construir una agenda de lucha, van a traccionar a importantes franjas de compañeros que se van a sumar a dar pelea.
Destacamos de lo ocurrido:
• El lunes 18 integramos una comisión de estudiantes que se reunió en la sede de ADIUNJu con la docencia agremiada, para acordar una primera actividad en común y dar comienzo a una agenda de lucha compartida. Propuesta que posteriormente ratificaron en asamblea extraordinaria del sindicato, que viene de protagonizar un fuerte y total paro nacional de la docencia universitaria junto a trabajadores no docentes. Planteando desde la CONADUH la necesidad de un plan de lucha unitario y una gran movilización nacional para frenar y revertir este ajuste.
• El miércoles 20 acompañamos una actividad de visibilización de trabajadores del CONICET Jujuy, en las puertas de la Facultad de Humanidades. En repudio a los 166 despidos anunciados, y la incertidumbre sobre los más de 1.500 becarios, cuya situación pende de un hilo por los recortes en ciencia y técnica nacional.
• El viernes 22, en una unidad amplia de agrupaciones estudiantiles junto al gremio ADIUNJu, realizamos una exitosa merienda popular y radio abierta en Humanidades. En esta actividad denunciamos, tanto el recorte presupuestario nacional, como los tarifazos en el transporte público autorizados por el gobierno provincial y que afectan de sobremanera al estudiantado.
Además, planteamos algunas reivindicaciones importantes en este contexto de crisis. Como el mantenimiento de las becas y la actualización de sus montos, la exigencia de un menú estudiantil económico, el rechazo a cualquier modalidad de arancelamiento, entre otras. Las pocas organizaciones que no se adhirieron a la actividad fueron la Franja Morada – UCR y las agrupaciones peronistas vinculadas al rectorado (Juntos, Proyección Universitaria, etc.).
• Al concluir esa jornada, desde la Juventud Socialista del MST (en el FIT Unidad) realizamos una ronda-debate titulada: Universidad pública en crisis, educación y modelos de país. Para profundizar en las razones políticas y económicas del ensañamiento del gobierno libertario contra la universidad pública, su estrategia, y qué podemos hacer para defenderla.
Una situación compleja a revertir
Al igual que en el resto del país, años de desfinanciamiento progresivo en la universidad pública ubican a la UNJu en una situación muy compleja, frente a un nuevo mega-recorte presupuestario. Esta situación, combinada con el grave deterioro social por la crisis, explican que:
• Una porción muy grande de docentes trabajen en condiciones de contratación precarias, con salarios muy por debajo del costo de vida.
• Las becas y subsidios al boleto no alcanzan a hacer frente al drama social que vivimos. El combo de aumento de la pobreza; inflación, tarifazos (hubo 2 aumentos del boleto de colectivos en pocas semanas, ubicándose en un mínimo de $ 670 el pasaje en San Salvador); junto al trabajo precario como una ley implícita contra la juventud, eyectan de las cursadas a miles de nuestros compañeros, todos los años. Sin plata no se puede cursar.
• Las comisiones colapsan por el cierre de anexos, la capacidad limitada de las instalaciones y la ajustada plantilla docente, con estudiantes cursando desde patios y pasillos, o forzándose la modalidad virtual, en detrimento de la calidad de estudio [1].
• No se puede garantizar la continuidad de la cursada, el mantenimiento de la oferta académica ni la solución a los problemas antes mencionados u otros, de sostenerse en el tiempo está orientación del gobierno nacional de congelar el presupuesto en los montos del 2023, ante una inflación del 71% acumulada en sus tres primeros meses de gobierno.
Pero esto es solo el comienzo. La estrategia de la banda liberfacha es la de asfixiar a las universidades públicas para forzar a las autoridades a transferir ese ajuste a los estudiantes. Recortando o limitando el acceso a becas, poniendo restricciones al ingreso, cerrando carreras, precarizando aún más a docentes y no-docentes.
Y en última instancia, avanzando hacia la aplicación de aranceles, posgrados pagos y otras medidas de corte privatista. Una orientación elitista, de universidad pública no inclusiva ni de acceso masivo, orientada exclusivamente a las necesidades de las corporaciones. Por eso hay que frenarlos ahora.
¿Entonces qué hacer? Por un lado, impulsar la más amplia unidad entre las organizaciones estudiantiles, docentes y la comunidad. La izquierda no tiene que ser sectaria, debe ponerse al hombro las jornadas unitarias y aprovecharlas, para diferenciarse desde allí de las corrientes que no van a ir hasta el final. Y alentar al mismo tiempo la construcción de una alternativa política con planteos de fondo para resolver los problemas de la UNJu y del país.
Hay plata, amplia unidad para enfrentar el ajuste
Hay plata, pero se la lleva el 1% más rico del país. Hace poco trascendió que Mercado Libre, la empresa insignia de Marcos Galperin –dueño de la fortuna N° 1 del país-, tiene un ahorro anual de más de 100 millones de dólares gracias a las quitas de impuestos decididas por el gobierno [2]. Un monto enorme, que equivale al necesario para financiar el funcionamiento por un año de todo el sistema de las universidades públicas nacionales.
Ni que hablar si cortamos con los pagos de la estafa de la deuda externa. Se podrían aumentar todos los presupuestos educativos y financiar las instituciones científicas nacionales. En camino a impulsar un desarrollo soberano del país, que pueda atender las necesidades sociales más urgentes. Pero hay que tener la decisión y voluntad política de tocar los intereses de los principales grupos de lobby y poder económico nacionales y trasnacionales.
Por otro lado, necesitamos organizar una gran asamblea estudiantil para discutir y decidir entre todos un plan de lucha. Ayudar además a construir una coordinación inter-facultad e inter-claustro para unir reclamos y no hacer luchas aisladas. En ese sentido, acompañar las medidas de lucha docente como las que plantea la CONADUH, como sector más combativo de la docencia universitaria del que somos parte. Y junto a las organizaciones independientes, reconquistar los centros de estudiantes, hoy convertidos en quioscos y cajas de financiamiento, y recuperarlos para su razón de ser: una herramienta de organización y lucha para resolver nuestras necesidades.
La universidad pública en Argentina, motivo de orgullo por su prestigio, acceso masivo y calidad, es una conquista de la lucha del movimiento estudiantil, de la docencia y de sus trabajadores. Por décadas la pudimos defender de distintos ataques y hoy nos toca volver a hacerlo.
Es importante no vacilar, sacar la conclusión de que es una pelea a todo o nada, porque este gobierno va a todo o nada, dispuesto a llevarse todo por delante. Por esa razón te invitamos a sumarte a dar esa pelea con nosotres. Y a organizarte en la Juventud Socialista del MST, junto a miles de estudiantes y trabajadores de todo el país. Existe otro camino alternativo a la motosierra.
Juan Russo
Juventud Socialista, MST Jujuy
[1] “Estudiantes de la UNJu toman clases en el piso”, Que pasa Jujuy, 21 de marzo
[2] “Polémicos beneficios: Mercado Libre recibe más de USD 100 millones por año de subsidios impositivos del Estado argentino”, Infobae, 18 de enero