A último momento, la justicia informó que la audiencia que iba a realizarse este jueves 8 de mayo, se suspende, sin fecha todavía de reprogramación. Informamos a toda la militancia, amigos y organizaciones solidarias, que por lo tanto no se realizará mañana ni la marcha ni la radio abierta que estaban planificadas en la puerta del juzgado.
Cuando haya nueva fecha de audiencia, lo informaremos.
Previo a esta suspensión, Alejandro Bodart había realizado las siguientes declaraciones;
Bodart: “Hoy más que nunca, defender a Palestina y denunciar el genocidio no es delito”
“Desde hace décadas vengo defendiendo el derecho del pueblo Palestino a existir y denunciando las atrocidades que realiza Israel contra la población civil. Por una publicación en 2022 donde denuncié el asesinato de una periodista, el racismo y las practicas genocidas del Estado de Israel la DAIA me acusó en la justicia absurdamente de antisemitismo, de la que fui absuelto por dos instancias, considerando que mis expresiones estaban amparadas por el derecho a la libertad de expresión. Pero luego, los jueces Ignacio Mahiques y Jorge Atilio Franza volvieron a intentar condenarme y en la audiencia de este jueves apelamos esa decisión antidemocrática. El Tribunal Internacional de La Haya, la Corte Penal Internacional, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, innumerables organismos de derechos humanos, sectores democráticos, incluso el Papa Francisco, repudian tales delitos de lesa humanidad. Mientras Benjamín Netanyahu es un criminal de guerra con pedido de captura, a mí pretenden silenciarme por decir la verdad en solidaridad con Palestina. No lo van a lograr, porque somos más los que no callamos frente a esa barbarie”.
“Considero una barbaridad que pretendan condenarme y un intento de silenciar las voces que denuncian el genocidio contra el pueblo palestino. Estoy convencido de que criticar las políticas de un Estado no equivale a discriminar a un pueblo. Nunca voy a dejar mi compromiso con la causa palestina. Con mis abogados María del Carmen Verdú e Ismael Jalil enfrentaremos este fallo en todas las instancias necesarias y exigimos mi absolución definitiva. Porque defender los derechos humanos y la libertad de expresión no puede ser considerado un delito. Este juicio no solo me afecta a mí, sino que sienta un precedente peligroso para todos aquellos que luchan por la justicia y la verdad. Parece mentira que en pleno siglo 21 tengamos que seguir enfrentando el negacionismo ante un genocidio y que seamos judicializados los que lo denunciamos”.
