martes, 23 abril 2024 - 09:07

Ginés en Diputados. Más dudas que certezas.

El ministro de Salud, Ginés González García, acompañado por Sergio Massa, expuso este miércoles ante la Comisión de Salud y Acción Social de la Cámara de Diputados en una reunión virtual. Prometió anuncios sobre la compra de vacunas y el plan de inmunización contra el coronavirus. Ensayó algunos anuncios de dudosa veracidad y algo de efectismo, pero estuvo lejos de despejar dudas. Más bien confirmó que estamos lejos del plan de vacunación que se necesita.

Pese a la complacencia (cómplice) de la requisitoria de los legisladores oficialistas y las chicanas de la derecha macrista a la cual tampoco le importa por cierto la salud de la población, el ministro navegó entre imprecisiones y anuncios generales poco creíbles; lanzó algunas cifras potenciales sobre compras de vacunas, pero no garantizó ningún compromiso concreto de fechas. Por supuesto se fue por la tangente ante las requisitorias del Frente de Izquierda Unidad.

Ante un cuadro preocupante donde la OMS acaba de anunciar que la famosa iniciativa Covax solo aportaría a los países destinatarios (entre ellos Argentina) un cuarto de las vacunas previstas, cuando queda claro que la vacuna de Pfizer no llegará, que la china está en veremos y la rusa no alcanza y se retrasan los envíos, Ginés lanzó números optimistas. Juró que vamos a llegar a los 62 millones de dosis de diferentes laboratorios. Y prometió 580.000 dosis de la vacuna Oxford hacia fin de mes ante la evidencia del retraso de la vacuna rusa. Pero tuvo que reconocer la “guerra comercial” y hasta “geopolítica” en la desigual producción y distribución de vacunas en manos de los gobiernos capitalistas y las multinacionales del laboratorio. Incluso reconoció que Pfizer pidió mayores garantías patrimoniales de la que le garantizaba la ley 27.573 hecha a la medida de los laboratorios.

No van a tocar las patentes

Ante el tema del leonino pago de patentes, Ginés ratificó la política de este gobierno de reconocerlas sin titubear. Pese al negocio y la entrega que significan, dijo que no se puede hacer nada…. Y que los países que alguna vez tuvieron un sesgo “antipatente” cambiaron y ahora las defienden. Nada dijo que India y Sudáfrica reclamaron la liberalización de las patentes ante la OMS. Admitiendo que se respetará el status quo, no llama la atención que diga que «es difícil y compleja» una producción estatal. Por eso, el componente que se está trabajando en la Argentina para la vacuna Oxford, será propiedad de AstraZeneca quienes ostentan la patente.

Una mentira para ocultar la crisis

El cuestionado ministro finalizó con una afirmación increíble: que habrá inmunidad «de rebaño» después de julio. Afirmación que se da de bruces con la realidad si no hay un cambio drástico en la política y se garantiza un plan de vacunación universal y obligatoria. Ya que debería estar vacunado el 70% para que se llegue a esa inmunidad comunitaria. Y al día de hoy solo completaron las dos dosis 131.270 personas, trabajadores de la salud, solo el 0,29% de la población.

Con un país en el puesto 12° de contagios acumulados, una segunda ola en ciernes y en el puesto 44° en vacunación concretada, hay que girar rápidamente hacia un plan de medidas anticapitalistas como el que estamos proponiendo desde el MST y la izquierda.

Para que haya vacunas para todes, no alcanza el tímido plan de compras del gobierno. Hay que suspender la ley de patentes, declarar de utilidad pública los laboratorios privados y que el Estado invierta todo lo necesario para garantizar la vacunación masiva, que debe ser obligatoria, universal y gratuita. A la vez, asignar recursos al desarrollo de la producción pública e iniciar un agresivo plan de producción estatal. Hay que reclamar que se privilegie la salud. Lamentablemente, Alberto Fernández tiene otro orden de prioridades: acaba de pagar 315 millones de dólares al FMI.

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