miércoles, 24 abril 2024 - 03:59

Gatillo fácil. Inicia el juicio por Lucas Verón

Después de dos años del asesinato del joven de González Catán, inicia el juicio contra los autores materiales.

Los policías Ezequiel Benitez y Cintia Duarte serán juzgados por jurado popular en el Patio de las Américas de la Universidad de La Matanza. Ambos efectivos están imputados por «homicidio agravado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego» en el caso de Lucas, y por la «tentativa de homicidio» en el caso de Gonzalo.
El juicio, que será abierto al público, iniciará a las 12 horas y se desarrollará en una sola jornada. Familiares, amigos y organizaciones de DDHH, sindicales y políticas esperaremos un fallo contundente ante este caso emblemático contra el gatillo fácil.

El día que asesinaron a Lucas

Aquel 10 de julio del 2020, año de la pandemia, Lukitas festejaba su cumpleaños número 18 en su casa ubicada en González Catán.
La noche era de festejo hasta que Lucas y Gonzalo salieron a comprar una gaseosa. En ese momento, aparecieron los asesinos iniciando primero una persecución contra los pibes que iban en moto y luego disparando con el arma reglamentaría hacía Lucas que cae con un impacto en su pecho a una cuadra de su casa.

El calvario no terminó ahí. Gonzalo, el amigo de Lucas que en ese entonces era menor de edad, fue detenido ilegalmente para obligarlo a declarar que habían salido a robar.

Este caso de gatillo fácil intentó quedar impune también por el aparato judicial cuando el fiscal Tahtagian siguió la línea de intentar que la causa no avance contra los asesinos porque «los chicos salieron a robar».

Horas más tarde, las mentiras cayeron por su propio peso y se supo que los policías persiguieron a Lucas y Gonzalo, los chocaron con el móvil policial y comenzaron a disparar contra los pibes que, asustados por la situación, corrieron hacia la casa de Lucas, lugar donde se festejaba su cumpleaños.

Es este sistema y su maldita policía

El caso de Lucas Verón no fue el único golpe a la juventud y sectores populares por parte de las fuerzas represivas.
La maldita bonaerense, ese mismo año, desapareció y asesinó a Facundo Castro. Con Berni a la cabeza, la cuarentena estricta fue la excusa perfecta para exacerbar a una institución fanática de defender los intereses de los poderosos. Mostrando que acá no hay sólo «una manzana podrida» sino que es toda la institución.

La represión en los barrios, particularmente contra la juventud expresa un intento de acallar a la rebeldía y la lucha contra el ajuste y la precarización.

Por otro lado, la complicidad de la justicia que sin la presión ejercida con lucha en las calles nada hace para esclarecer casos sino más bien se preocupa en encubrir y desviar causas de toda la institución policial.

Que se logre justicia por Lukitas y Gonzalo nada tendrá que ver con buenas voluntades del poder político ni mucho menos judicial sino por la pelea que día a día emprendió su familia, amigos y organizaciones de DDHH, sindicales y políticas.

Durante la jornada de hoy y hasta que termine el juicio estaremos a la espera de un fallo favorable, la prisión perpetua para los asesinos y que así empiece el camino de conseguir justicia por todos los pibes víctimas de gatillo fácil.

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