jueves, 18 abril 2024 - 21:10

Fútbol Argentino. Independiente: al rojo vivo

Los malos resultados y la derrota en el clásico ante Racing sumado a otros temas apuraron la decisión del ex técnico Eduardo Domínguez de dejar Independiente. En el medio la política del club está que arde y Moyano debería llamar a elecciones antes de fin de año. Una crisis que parece no tener fin.

Ni resultados ni proyecto a largo plazo

Eduardo Domínguez, quien acaba de renunciar al cargo, es el director técnico número 18 en los últimos 10 años en Independiente, contando oficiales e interinatos. Su salida estuvo marcada por la derrota en el clásico con Racing pero venía de otras dos duras derrotas contra Patronato y Platense, sumado también a un sin fin de situaciones que van desde lo económico y lo institucional hasta también lo futbolístico. Derrotas difíciles, la falta de resultados, la irregularidad en el juego y choques con los dirigentes por la falta de refuerzos fueron algunos de los motivos por los cuales dio un portazo.

Del primer equipo se hará cargo Claudio Graf, quien venía dirigiendo hasta este momento la reserva, mientras la dirigencia busca distintos nombres entre ellos Jorge Almirón, Mauricio Pellegrino, Kudelka -quien se encuentra sin trabajo desde que dejó a Huracán-, Gabriel Heinze -muy bien considerado por la dirigencia pero con pocas chances de que llegue- y Ariel Holan, hoy en la Universidad Católica de Chile. Este último es del agrado de los hinchas, ya que es con quien el rojo consiguió sus últimos títulos, la Sudamericana 2017 y la Suruga Bank 2018, donde se pudo ver una identidad de juego y donde el técnico potenció a jugadores como Tagliafico, Maxi Meza, Ezequiel Barco y Gigliotti entre otros. Cuando empezaba a perfilarse un proyecto a largo plazo, Holan decidió irse por diferencias en su propio cuerpo técnico y con la dirigencia.

La mala gestión de Moyano

El 6 de julio de 2014 Hugo Moyano, líder del sindicato de camioneros, ganó las elecciones para presidir Independiente. Obtuvo el 69,44 % de los votos de los socios de la institución de Avellaneda y revalidó su cargo en diciembre de 2017 con el 89% de los votos. Gran parte reconoce los logros de la primera gestión: se finalizaron las obras del Estadio Libertadores de América – Ricardo E. Bochini, se remodeló íntegramente el Estadio Cubierto Carlos S. Bottaro, se construyó el Centro de Alto rendimiento deportivo de Villa Domínico para entrenamientos de la Primera División, se remodeló la residencia de futbolistas juveniles de Villa Domínico y se construyeron tres nuevas canchas para entrenamiento en dicho predio, con su correspondiente estación de riego.

Sin embargo, en términos deportivos la gestión fue desastrosa, solo consiguió 2 títulos en 8 años. En materia económica, el 30 de junio de 2020 la gestión aprobó un balance que arrojó un pasivo de 2.807.225.579 pesos, lo que indicaría que la deuda del club creció un 70% desde entonces. Al día de hoy se contrataron más de 65 futbolistas. En abril del 2022 la AFIP le reclamó al club 177 millones de pesos y eso se suma a los 4.800.000 dólares que deberán pagarle al jugador Gonzalo Verón, dinero que será descontado de los ingresos que percibe el club por derechos televisivos de los partidos y publicidades de Independiente en la AFA. Por su parte, Pablo Moyano, hijo de Hugo y vicepresidente del club, es investigado por defraudación y fue sobreseído por supuesta asociación ilícita, en un presunto manejo de los barrabravas, que denunciara el propio Favio «Bebote» Álvarez, líder de la misma.

El mal menor en la política del club

El mismo día en que renunciaba Eduardo Domínguez, la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora revocó la sentencia en primera instancia que sostenía que Fabián Doman no podía participar de los comicios -por supuestas irregularidades burocráticas en la presentación de la documentación requerida- y de esa manera quedó habilitado para formar parte del acto eleccionario. Moyano, quien estiró su mandato por unos meses desde diciembre del 2021 a esta parte, tiene días para apelar el fallo e ir a la corte suprema para retrasar el proceso o definir una fecha para realizar los comicios.

Las listas que se presentarían serían las de Hugo Moyano (candidato por Agrupación Independiente), la de Fabian Doman (Agrupación Independiente Tradicional) y la de Claudio Rudecindo (por Gente de Independiente). Pero para los socios e hinchas de Independiente sería salir de algo desastroso para ir a algo aún peor, por los nombres que componen la lista opositora más importante. En principio Néstor Grindetti, actual intendente de Lanús por Juntos por el Cambio, sería parte del trinomio junto a Doman y Marconi pero también integraría la lista Cristian Ritondo, diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires por JXC y, por si faltara algo, contarían con el aval de la ex ministra de seguridad del gobierno de Macri, Patricia Bullrich. Nada bueno puede venir de una de las fuerzas políticas responsables del desastre que vive el país a nivel social, político y económico.

Seguramente usarán al club como un trampolín para sus aspiraciones políticas, para llevar adelante sus propios negociados y sacar un rédito propio como han hecho otros políticos en otros clubes: Macri en Boca, Lammens en San Lorenzo, y ahora D’onofrio en River. Por eso ningún socio o hincha ve a estas figuras como una salida positiva, aunque evalúen que pueda ser el mal menor para sacar a Moyano.

El club es de los socios, ni de los burócratas ni de los barras

Los socios del club se autoconvocaron para el viernes 22 de julio a las 18 horas en la sede de la calle Mitre bajo el lema Basta Hugo Moyano y con el propósito de continuar metiendo presión para que de una vez por todas se abra el proceso electoral. La situación no se soporta más y se espera que no se apele el fallo judicial, como quieren Hugo Moyano y Yoyo Maldonado; pero no así el resto de la actual comisión directiva.

Independiente necesita imperiosamente salir de la crisis y volver a erigirse como un grande no solo de Argentina sino del continente y el mundo como alguna vez lo fue. La crisis es profunda y no se arregla con un cambio de nombres. Para eso debe sacarse de encima a los burócratas que manejan al club a sus anchas, a los barras que amenazan ante cualquier crítica que surja al presidente y poner los destinos del club en manos de los verdaderos dueños, que son los socios. Muchos saben que eso no vendrá de la mano de los cambiemitas que están al acecho esperando su oportunidad. Habrá que arremangarse y trabajar para construir un destino distinto lejos de estas propuestas que llevaron a independiente a esta situación crítica que hoy atraviesa.

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