viernes, 26 abril 2024 - 08:00

Fiske Menuco. Gran movilización por María Luz

La marea feminista llevó a cabo una importante movilización en las calles de Fiske Menuco, Río Negro. Casi un centenar de personas marchamos exigiendo justicia y el esclarecimiento del caso ocurrido este 19 de noviembre, cuando una joven se quitó la vida tras sufrir un abuso por parte de la pareja de su madre. La joven de 15 años dejó una nota relatando los abusos.

Era una chica brillante y llena de vida, ex integrante del batallón 58 de exploradores y una buena estudiante”. Así conocimos a María Luz, cuando su mejor amiga nos pidió ayuda por el grupo de emergencia que creamos las mujeres jóvenes de Fiske ante la inseguridad que vivimos.

A mi amiga no me la devuelven más«, y todas sentimos su dolor en su voz quebradiza, aferrándose al último texto y audio que le envió Luz, antes de acabar con su vida. Las mujeres estamos hartas de soportar la violencia machista que, si no termina con una asesinada, herida o violada, termina con el dolor angustiante de encontrar en el suicidio una “solución» al abuso vivido.

La movilización tuvo tres puntos clave de concentración:  el centro de la ciudad donde nos reunimos; la Comisaria Tercera, donde exigimos el esclarecimiento del caso, y el edificio del Poder Judicial en calle San Luis, donde reclamamos justicia por la joven.

La causa está caratulada como Muerte dudosa y ya se llevó a cabo la autopsia, aunque no hay detalles al respecto. “Se adoptaron una serie de medidas tendientes a esclarecer el caso”, fue la respuesta de un funcionario del Poder Judicial y aclaró que se tomaron acciones paralelas. Los medios taparon la cara de su abusador y apenas se oye su nombre. Un macho amparado por el sistema patriarcal hasta el final. La madre de María Luz, policía y cómplice al no haber actuado en cuanto su hija le relató el abuso por parte de su pareja, lamenta su muerte.

¿Cuándo van a creernos a las pibas? ¿Tenemos que estar muertas para que se dignen a creer nuestra historia? ¿Vivas no lo merecemos?

Quedarnos en casa tampoco es opción

Cada 29 horas una mujer es asesinada por motivos de género en nuestro país. Este año ya hubieron 265 femicidios, según cifras del Observatorio de las Violencias Ahora que sí nos ven. En lo que va de la pandemia, entre el 20 de marzo y el 20 de este mes, 184 mujeres fueron asesinadas, El 64,5% de los casos ocurrió en la vivienda de la víctima. En la región, hubo 7 femicidios en el año: 3 ocurrieron en Neuquén y 4 en Río Negro.

En Río Negro, según datos recopilados por la Secretaría de Coordinación de Políticas Públicas con Perspectiva de Género de la provincia, se registraron 19.779 intervenciones por violencia machista este año,15.397 fueron entre marzo y octubre, durante la cuarentena. En este período, el número incluye: 5.236 llamados al 911; 3.719 denuncias en comisarías de Familia y otras; y también los 6.442 seguimientos del Sistema de Asistencia Territorial (SAT) que brinda atención, contención y acompañamiento a mujeres en situación de violencia, pero no toma denuncias.

En la ciudad no hay refugios para mujeres en situación de violencia, una necesidad concreta y urgente. Estas situaciones no pasan una vez cada tanto, algunas son más graves que otras. Como históricamente ha sucedido y ante la falta de políticas concretas por parte del Estado y sus gobiernos, las mujeres somos las que creamos redes de contención y nos unimos para enfrentar el sistema que nos quiere sumisas o muertas.

La responsabilidad del Estado, junto a la falta de capacitación a docentes para la efectiva aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI) en colegios nacionales, provinciales y municipales, son parte de los problemas a atender de manera urgente ya que conllevan a que cada día miles de niñes sufran abusos en silencio sin siquiera poder identificarlos o pedir ayuda.

Es por esto que exigimos la declaración de emergencia en violencia de género de forma inmediata y con presupuesto real. Asistencia legal, psicológica y económica para las víctimas de violencia y la creación de refugios indispensables para que las mujeres puedan desvincularse de sus agresores.

Val Fernández 

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