jueves, 28 marzo 2024 - 08:10

Enfermería. La Plaza se vistió de esenciales

Se llevó a cabo una nueva medida de fuerza de la Enfermería de CABA. Fueron 48 hs de paro, con movilización y un contundente acampe en Plaza de Mayo. El conflicto escala y la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE) ya evalúa nuevas acciones de lucha. Un año bisagra para el más explotado eslabón del equipo de salud.

Desde las 11 hs en Congreso empezaron a llegar delegaciones de los hospitales de toda la CABA con sus carteles y banderas. Todo a pulmón, con lo genuino de un movimiento bien anti-burocrático, bien desde abajo. Con banderas pintadas con militancia en los hospitales, con carteles terminados a mano. Con toda la creatividad y la rabia, de un colectivo que lucha por justicia obvia, elemental. De arranque nomás hubo que lidiar con las provocaciones de la policía de Larreta, que quería impedir que la columna tuviera su camión de agite. Y claro, hubo que derrotar ese intento mostrando determinación desde el primer momento. La bandera de la ALE y contingentes de la combativa Sardá, y militancia de la Asociación de distintos hospitales de CABA.

Después se fueron sumando el Gutiérrez, el Fernández, Santojani, Argerich, Rivadavia, Udaondo, Tornú, Ramos, Casa Cuna… y más y más. Delegaciones también del Gran Buenos Aires y La Plata: del San Martín, del HIGA y otros. Y claro: el Garrahan estuvo con fuerza, con la Asociación de Profesionales y Técnicos a la cabeza; AGHIM del Moyano, otra vez una nutrida presencia de la agrupación Bordó de Sanidad y CICOP, con su secretario general. No faltó claro, el Centro de Estudiantes de la Cecilia Grierson, la escuela que forma futuros enfermeros y enfermeras, y las agrupaciones que respaldan la lucha de este sector. En resumen: una acción unitaria, plural, que se impuso a pesar de todos los factores en contra.

Un movimiento que se sostiene y escala en contundencia

La línea del gobierno de Larreta-Quirós, es apostar al desgaste del movimiento. En equipo con la burocracia de SUTECBA y Médicos Municipales, tratan de aislar a la enfermería, hostigan y aprietan al activismo en los hospitales, y utilizan la herramienta de los descuentos por los días de paro como factor de extorsión. Sin embargo, no lograron quebrar un proceso muy arraigado ya que está motorizado por una injusticia histórica y concreta: la enfermería profesional gana el 50 % que otros profesionales reconocidos, gozan de menos licencias y por esa vía, se ven forzadas al pluri-empleo, en la pandemia son el sector del equipo de salud que más contrajo COVID y más muertes registró. Esa combinación explosiva de causas materiales, concretas, es la base de un movimiento de lucha que no para de superar obstáculos y poner en agenda la exigencia de reconocimiento salarial, profesional y laboral. El paro de 48 hs, la movilización y el acampe exitoso, con su amplia repercusión mediática, tiene el valor de un movimiento construido desde abajo y con una coordinación plural, que está gestando una nueva dirección sindical de la enfermería y que tiene a la ALE como un eje vertebrador muy positivo.

Nos declararon la guerra, no les vamos a dar paz

El movimiento que se mantiene a pesar del boicot de SUTECBA-ANM, y también, de la debilísima participación de ATE Nacional y de la Verde-Blanca que conduce la seccional CABA, o del rol nefasto del sector mayoritario de la Federación de Profesionales de la Salud, que activa por los reclamos de los médicos, pero no por enfermería, aún así, la ALE y la amplia alianza con hospitales organizados y otros sectores, ya tiene en la perspectiva más medidas de fuerza. Como lo anticiparon las referentes de ALE, Andrea del Ramos y Caro del Tornú, “si quieren a la enfermería cortando y acampando en la 9 de Julio, la van a tener ahí”. Porque efectivamente, hay una guerra declarada por todos los enemigos de la enfermería contra este sector clave del equipo de salud. Entonces, es categórica la decisión: no le vamos a dar un segundo de paz.

Corresponsal, desde Plaza de Mayo

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