jueves, 28 marzo 2024 - 21:21

En busca de dólares. Massa viaja a China y prepara una nueva entrega

Mientras corre el reloj electoral, al ministro de Economía, Sergio Massa, también lo preocupa el estado de las reservas. Con el FMI sin definir aún la entrega del adelanto solicitado por US$ 10.000 millones, y además la disponibilidad de ese adelanto para actuar en el mercado cambiario, el jefe de Hacienda busca cerrar acuerdos bilaterales para importar productos sin la necesidad de usar dólares. Por tal motivo, el amigo de la Casa Blanca fue a visitar su enemigo económico, China, para cerrar nuevas “inversiones”, participar de una reunión del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) -banco de los BRICS- y lograr extender el SWAP con el gigante asiático. En la comitiva, reflejando la unidad de hace largo tiempo con el kirchnerismo, que también demuestran y no descartan la posibilidad de un Massa candidato a presidente, se encuentra presente Máximo Kirchner, además del presidente del Banco Central, Miguel Pesce y Marco Lavagna, entre otros.

La agenda en China

Como se hizo mención, en Shanghai se realizará una reunión del NBD donde el ministro de Economía estará expectante de que se modifiquen algunos artículos de la entidad financiera para habilitar el financiamiento de las importaciones brasileñas por medio de reales y no de dólares. En concreto, Massa buscará concretar ese acuerdo que Alberto Fernández dice tener cerrado con Lula; pero este último, la última vez que fue visitado por el presidente argentino lo devolvió a la Casa Rosada con el siguiente chiste: “Alberto Fernández es un compañero que llegó bastante aprensivo y va a volver más tranquilo. Es verdad, sin ningún dinero, pero con mucha disposición política”.

También figuran en la agenda reuniones con diferentes empresas de China, más allá de que Biden en la última reunión con el presidente argentino haya solicitado la negativa a estas políticas a cambio de la “flexibilización” del acuerdo con el FMI. Como ocurre con Estados Unidos, la mayoría de las empresas del país asiático con las cuales se reunirá la comitiva que viajó, se dedican a la explotación de bienes comunes. En un repaso por las mismas encontramos las siguientes entidades: Ganfeng Lithium y Tsingshan Holding Group (mineras y extracción de litio), CET – State Grid (transporte de energía eléctrica), China Gezhouba Group Corporation (CGGC) (represas), Power China (energía), y Tibet Summit Resources (minera). Un botón de muestra más que refleja a un ministro empecinado en rifar lo que queda, recrudeciendo el carácter reprimarizado de la economía local en pos de juntar divisas y poder honrar todas las estafas que conforman la deuda externa del país.

Pero como indican la mayoría de los analistas, el plato fuerte de las reuniones de Massa vendrá casi al final de la expedición en China. Ya que para el final de las actividades está programada una reunión con el gobernador del Banco Popular de China (PBoC), Yi Gang. La cita, según se dejó trascender desde las fuentes oficiales, también contará con la presencia de Miguel Pesce. Según lo refleja un artículo de La Nación que cita a fuentes del ministerio, Massa y el presidente del BCRA buscarán “(…) una renovación de los US$5000 millones de libre disponibilidad (sirven para intervenir en el mercado cambiario) y una ampliación de US$3000 millones. Actualmente, el swap es por US$18.000 millones[i].

Al igual que con Brasil, estas negociaciones del tigrense buscan financiar importaciones en monedas que no sean dólares por la preocupante situación de las reservas del Banco Central. El gigante asiático, al igual que Brasil, son dos puntos neurálgicos a resolver para el ministro. En primer lugar, porque en los primeros cuatro meses del año la balanza comercial fue deficitaria (se exportó menos de lo que se importó) y, en segundo término, los principales países que absorbieron un total del 42% de lo comprado al exterior fueron China y el país vecino de Latinoamérica. Si se llegasen a concretar con éxito todas los objetivos del viaje, tampoco significaría una resolución estructural a los problemas del país. Si nos referimos a los SWAP, no es más que un nuevo endeudamiento del cual se desconoce la tasa de interés. Y en cuanto al estado de las reservas, debido al atraso de la economía local, no sería una solución cabal. Las importaciones, aún menguadas por el freno de la economía que se empieza a notar -la semana pasada el INDEC dio a conocer el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) que solo subió 0,1% en marzo en relación a febrero-, los dólares siguen siendo solicitados en un momento donde las reservas netas son negativas (- US$ 1.500 millones). Además, hay que sumar que en los próximos meses se vienen nuevas fechas de pagos de deuda a los organismos de crédito que significarán una gran erogación y, como si fuera poco, hay que sumar la sangría de dólares que significa la estafa de las remisiones de utilidades (pago de deuda) de las empresas extranjeras a sus casas matrices.

Luego de China, la parada de siempre: Estados Unidos

Mientras el ministro realice su periplo por China, tendrá un ojo en las negociaciones que se desarrollan con el Fondo. Para evitar algún desagrado a sus patrones, una vez terminada la gira por Asia se irá, según reflejan las fuentes oficiales de su cartera, el 10 de junio a Washington.

Son incontables las cantidades de veces que Massa ya ha viajado a la capital estadounidense. Además de visitar su segunda oficina y tratar de avanzar con los adelantos del FMI, el ministro irá justo cuatro días antes del cierre de alianzas de cara a las elecciones nacionales.

La actividad de Massa, más allá de si encabece la fórmula del Frente de Todos, acompañe a Wado de Pedro o el nombre que fuese, demuestra la orientación conjunta de la coalición gobernante. Con principal tendencia hacia Estados Unidos, se ofrecen al mejor postor, rematando la soberanía nacional con el único fin de honrar estafas como la deuda macrista.

Mientras la mayoría de la población argentina la pasa mal, producto de la pobreza que ya supera el 42% en general y el 60% en los niños, Massa hace grandes concesiones a los capitalistas de las principales potencias mundiales. El ajuste que se lleva a cabo, más la posibilidad de una eventual devaluación general del 30% o 40% como exige el FMI, sin desconocer el proceso devaluatorio diario (crawling peg), atentará aún más contra los ingresos de los trabajadores y sectores populares.

Ese es el único horizonte de una eventual nueva presidencia del frente peronista, como también la de las diferentes oposiciones patronales de Juntos por el Cambio y los libertarios de Milei. El único plan alternativo que se propone en defensa de los intereses de los de abajo es el del FIT-Unidad.


[i] Buscan en China los recursos para intentar sortear la próxima corrida cambiara. La Nación (29-5-2023)

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