jueves, 25 abril 2024 - 21:53

El plan de Cristina – Batakis – Fernández. Seguir con el FMI en medio de la crisis

La inesperada renuncia de Guzmán en medio del discurso de Cristina del sábado pasado logró opacar muchas definiciones de la vice, actual ganadora de la pulseada con Fernández y Massa en la interna del Frente de Todos. El apartamiento del ex ministro de Economía detonó a su vez un pico de crisis, con subida del dólar blue a $ 280 y remarcaciones del orden del 20% que la designación de Batakis aún no ha cerrado. Mientras Cristina, la nueva ministra Batakis y Alberto afirman que los salarios le tienen que ganar a la inflación, el salto en el índice inflacionario de estos días amenaza con profundizarse, destruyendo gran parte de los ya muy castigados ingresos populares. Hace falta movilizarse para tirar abajo este plan económico pautado en el acuerdo con el FMI e imponer otro modelo opuesto al del Frente de Todos y la oposición de derecha.

La crisis desatada este fin de semana tiene como antecedentes inmediatos una seguidilla de hechos que muestran el descontrol completo en el manejo de las variables económicas que se produjo por intentar cumplir con las metas pautadas con el FMI. La crisis desatada llevó a analistas como el ex candidato a cubrir la plaza ministerial dejada por Guzmán, el economista Emanuel Álvarez Agis, a señalar que “ingresamos a una crisis financiera de incierta resolución” en la que el dólar podría trepar a $ 350.

Cuando Guzmán se vanagloriaba de haber superado la corrida financiera que ante la pérdida de valor de los bonos del Tesoro provocó el fondo buitre Pimco (1) -mediante una fuerte emisión monetaria- las presiones por acumular reservas tanto del FMI como de la propia Cristina Kirchner llevaron a un brutal cierre de las importaciones, un cepo que continúa hasta estos días y está provocando una creciente paralización de la actividad económica ante la falta de insumos necesarios para su funcionamiento. Una merma de productos importados que ha llevado a una importante remarcación y ahora, ante el estallido de la crisis, a una parálisis comercial debido a la falta de precio de reposición de muchos productos.

Las exigencias del Fondo

La caída del protegido de Kristalina generó, tal como reflejan los medios internacionales, preocupación en los acreedores internacionales sobre el repago de la deuda externa argentina con los bonistas y el cumplimiento de las metas con el FMI. La oportuna ratificación de la nueva ministra de Economía de los compromisos acordados con el Fondo y la necesidad de cumplir las metas de reducción del déficit fiscal produjeron una moderada respuesta de las autoridades del organismo financiero en la que se manifiestan dispuestas a trabajar la funcionaria. La permanencia de Chodos, el funcionario del equipo de Guzmán para las negociaciones con el Fondo es además un gesto claro del gobierno sobre su disciplinamiento a los mandatos del organismo.

Antes de la renuncia, Guzmán había recibido la negativa de las autoridades del FMI para cambiar el plan económico acordado. Los funcionarios, que estos días aprobaron las metas del primer trimestre y liberaron un tramo de U$S 4.000 millones (en realidad un asiento contable) para cubrir los vencimientos del Stand By contraído por Macri por U$S 45.000 millones, flexibilizaron el complimiento de las metas en el segundo trimestre pero exigieron su realización en forma anual.

Para cumplir con las metas pautadas – esto es, la reducción del déficit fiscal al 2,5% de producto, un tope de emisión monetaria del 1% y la acumulación de reservas por U$S 5.800 millones- el Fondo exige un ajuste aún mayor. “El último documento del FMI exige una reducción de las jubilaciones, de la obra pública y de las transferencias a las provincias, para que la meta del déficit fiscal suba” (2).

La crisis de la deuda en pesos

Ante la imposibilidad del gobierno de financiarse con endeudamiento externo por el elevado interés de los préstamos dado el enorme riesgo país, y de las restricciones para emitir en pesos, lo que ha crecido en forma exponencial es la emisión de títulos del Tesoro y del Banco Central (Leliqs, pases).

Los fondos de inversión, como se comprobó en la última corrida, están presionando sobre el gobierno para obtener más tasas de interés, no renovando todos los vencimientos. Las tasas ya son del 52%, lo que hace una tasa efectiva del 67% anual, un negoción para los que realizan maniobras de carry trade. Los vencimientos que viene en estos meses son altísimos: en julio y agosto los vencimientos de bonos del Tesoro estriban en los 700 y 800 mil millones de dólares por cada mes. La acumulación de Leliqs del Banco Central supera más de 6 billones de pesos.

La deuda pública, según el último informe del Ministerio de Economía está en 390.000 millones de dólares, lo que significa que en aumentó 13.000 millones de dólares el último trimestre. No paran de subir los niveles de endeudamiento, lo que para muchos analistas significa que el país vive al borde del default, dado la enorme debilidad política y la desconfianza que genera este gobierno entre los grandes inversores.(3)

El salto inflacionario, el aumento de la brecha cambiaria y la amenaza de devaluación

Si bien la nueva ministra ha negado la posibilidad de una devaluación importante, lo cierto es que el aumento de la brecha cambiaria a más del 90% por la actual suba del dólar libre hace imposible mantener el actual nivel del dólar oficial.

Por un lado, la demanda de dólares a bajo costo o de productos que se cotizan en dólares se hace cada vez más grande; por el otro, las restricciones a las importaciones tienen un doble efecto: son recesivas por un lado, ya que limitan la entrada de insumos para la producción y abastecimiento; y a la vez son inflacionarias ya que obligan a comprar estas importaciones al valor del dólar contado con liquidación, que es mucho más caro. A esto sumemos el encarecimiento y especulación que significa la escasez de productos que se importan y no se producen en el país.

Pese a los acuerdos con el FMI de producir una devaluación del peso mucho más acelerada, que logre empardar con la inflación y achicar el retraso cambiario, los altos niveles de inflación actuales hacen que esta actualización quede cada vez más retrasada. Otro elemento que empuja a un ajuste devaluatorio es la inflación acelerada por el desarrollo de la crisis y la renuncia del fin de semana, se asegura que llegará a fin de julio a alrededor del 7%, con una proyección anual de más del 90%.

La disparada inflacionaria produce a la vez que los aumentos de tarifas pautados queden muy atrás para compensar en parte el costo de la energía importada, cuyos precios se han disparado como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania. Así, se han engrosando los subsidios que el FMI pretendía achicar. Se calcula que este año saltarán de los U$S 11.000 millones gastados en el 2021 a cómo mínimo U$S 15.000 millones. En este marco, y aunque existen todo tipo de maniobras de sobre y sub facturación por las que los empresarios se hacen de dólares oficiales baratísimos -más sobre estoqueo cubriéndose de una futura devaluación-, las importaciones de energía han pegado un salto muy grande, constituyendo el primer rubro en que se gastan las divisas acumuladas en el Banco Central (4).

Todos estos factores están generando una bola de nieve que puede producir un estallido, de ahí la advertencia de Álvarez Agis que mencionamos al comienzo de esta nota.

Las recetas y relatos de Cristina

Muchos analistas sostienen que el cambio de Guzmán por una economista ligada a la vicepresidenta le sacará margen de maniobra a Cristina para seguir con el discurso de que los problemas son de Alberto y sus funcionarios y ella no tiene nada que ver.

Surgen así claramente las contradicciones de su discurso. En Ensenada volvió a defender el gasto público y el déficit estatal como recursos para dar respuesta a las necesidades sociales y activar la economía. Sin embargo Batakis, que se asume como una funcionaria de perfil “fiscalista”, dice que achicar el déficit fiscal es su prioridad.

Cristina se encargó de despotricar por enésima vez contra el endeudamiento de Macri con el FMI por U$S 45.000 millones que encima se fugaron del país y que serían los responsables de la alta inflación actual y el descalabro de la economía. No obstante, no dijo nada en Ensenada de romper con el FMI. Al contrario, su proyecto de ley con media sanción del Senado intenta recuperar algo de los capitales fugados para pagarle.

En su largo discurso se refirió a la pérdida del poder adquisitivo del salario en la renta nacional respecto al avance de la participación de las ganancias empresarias y al nefasto rol de la inflación en los ingresos populares. Describió con elocuentes números las enormes ganancias de las grandes empresas; pero no planteó la necesidad de un aumento general de los mínimos de convenio, los planes sociales y las jubilaciones con cláusulas de ajuste mensual. De los miserables ingresos de los jubilados ni siquiera hizo una mención.

Tampoco habló de aumentar las retenciones para atacar los precios internacionales con que consumimos los alimentos y recaudar parte de la renta empresaria. No planteó fuertes impuestos a los ricos y las grandes empresas; al contrario, se dedicó a defender que en nuestro país la presión tributaria no sería tan alta. Ni siquiera retomó lo de la renta extraordinaria. Mucho menos de reformar la matriz regresiva de la presión impositiva actual.

Denunció las maniobras con el comercio exterior de las grandes empresas; pero no planteó la medida necesaria para controlar esto, que es la nacionalización del comercio exterior. Habló de la fuga de divisas y la especulación, pero no planteó nada en relación a la necesaria nacionalización de la banca para impedir las fugas y administrar el crédito.

Por último, en su pelea con el Evita por el control de los planes Potenciar Trabajo que plantea reformar –reducir señalamos nosotros en consonancia con lo que pide el Fondo y que lo administren los punteros del PJ- intentó subir la apuesta apoyando el ingreso universal propuesto por Grabois para 7 millones de trabajadores informales. Nosotros, que estamos por la universalización de los planes sociales -no por los miserables $ 15.000 que se anuncian, sino al valor de los bienes que necesita una familia para sostenerse- nos preguntamos: si quiere achicar el déficit sin sacarle el dinero a la ganancia empresaria, ¿cómo va a cumplir con esta promesa? Otro relato de la vice.
Por último, describiendo su modelo de capitalismo con regulación estatal habló de las posibilidades de generar trabajo formal en medio de una economía donde cada vez se flexibiliza y precariza más el trabajo, generando millones de trabajadores informales, desocupados y sub ocupados.

Cristina nos cuenta entonces que China en 30 años ingresó al trabajo formal a más de 300 millones de campesinos. Lo que no dice es que el “milagro” chino que convirtió a ese país en la fábrica del mundo se hizo con la sobre explotación de millones de trabajadores que ganaban 200 dólares y dormían al costado de las máquinas, como a principios del siglo XIX. Esto fue realizado por un gobierno dictatorial que contó con la sociedad de las multinacionales que, en la época de Reagan y sus deslocalizaciones, trasladaron su producción industrial que ocupaba obreros yanquis con U$S 3.000 dólares de salario, para aprovechar los miserables sueldos de los súper explotados trabajadores chinos. Cristina no dice que China se convirtió en una gran potencia imperialista que oprime a los pueblos de la región y tiene inversiones en muchos países de los que extrae importantes cuotas de plusvalía.

El capitalismo con control estatal que reivindica de Perón ya no existe en la Argentina. Por eso, más allá del discurso, sus gobiernos no alteraron la matriz neoliberal que empezó Martínez de Hoz en la dictadura y se desarrolló con todo en la década menemista. Por eso su actual gobierno registra, pese al “crecimiento” de la economía, índices de pobreza e indigencia tremendos. A su relato le está pasando lo que reivindica de Perón, que reivindicaba “la persuasión con hechos”. Su discurso pinta una cosa y la tremenda realidad de más de la mitad de la población muestra otra.

Luchar para romper con el FMI y que la crisis la paguen los grandes empresarios

La escalada inflacionaria que coloca al país ante la posibilidad cierta de un estallido y una hiperinflación, hace más necesario que nunca para los trabajadores y sectores populares movilizarse para impedir la enorme transferencia de ingresos de nuestros bolsillos a los grandes empresarios y especuladores de turno.

Un nuevo plan económico para nosotros necesita romper con el acuerdo con el FMI y nacionalizar la banca y el comercio exterior como primeras medidas. El país tiene enormes recursos naturales y humanos como para afrontar la crisis mundial y salir airoso si se cambia el actual modelo capitalista imperialista por otro al servicio de los derechos de nuestros trabajadores y mayorías populares, que pueda administrar nuestros recursos para beneficio de la mayoría.

Un rediseño de la economía que arranque de retenciones segmentadas, muy fuertes para las grandes empresas y fomento a los pequeños productores como transición a un plan estratégico de repoblar el desierto verde con agricultores, dónde con ayuda y planificación estatal se desarrolle una profunda reforma agraria, que priorice las necesidades alimentarias de la población y el cuidado del medio ambiente. Y cuyos saldos exportables sean puestos al servicio del desarrollo del país y no de la ganancia monopólica de unos pocos pulpos del agro negocio.

Un masivo plan de obra pública que construya las tres millones de viviendas populares que hacen falta, genere las obras de infraestructura que necesita nuestra economía y las necesidades de la población, reactivando como industria madre muchas otras ramas industriales. Un plan de desarrollo industrial que con control obrero de las grandes industrias planifique y potencia las capacidades que tiene el país, desarrollando su potencial científico y de investigación.

Por eso, al servicio de esta lucha y de un modelo distinto te invitamos este 9 de julio junto al MST en el FIT Unidad y múltiples organizaciones políticas y sociales de la izquierda a Plaza de Mayo. El capitalismo eficiente de Cristina es mucho relato, pero hambre y miseria, sometimiento del país al imperialismo y las multinacionales en la realidad. Acompañanos para construir una alternativa política unitaria que luche por una segunda y verdadera independencia, que sólo conquistaremos con un modelo anti capitalista y socialista.

  • Ver https://periodismodeizquierda.com/corrida-financiera-la-fragilidad-de-una-economia-atada-a-la-especulacion/
  • Infobae del 03/07/2022.
  • Datos vertidos por el economista Héctor Giuliano en una reciente entrevista en Radio Cut del 4/07/2022.
  • Según el informe presentado por Alejandro Bercovich en su programa Brotes Verdes.

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