domingo, 5 mayo 2024 - 14:37

Dólar especial para el agro. Una concesión con efecto devaluatorio

En el mismo día, el presidente lanzó un duro discurso contra la retención de la cosecha por maniobras especulativas y dos organizaciones piqueteras oficiales ratificaron una marcha a La Rural para el próximo sábado. Sin embargo, en línea con las declaraciones contemporizadores del ministro de Agricultura Domínguez, el Banco Central lanzó un régimen especial para la liquidación de la cosecha de los productores de soja, que sube el valor de los dólares que liquidan y de hecho elimina las retenciones. Si bien las primeras reacciones de aquellos que vienen especulando con el acaparamiento de la cosecha han sido poco precisas, está claro que el gobierno, lejos de sus combativos discursos para la tribuna, quiere salir de la crisis dándole más concesiones a los grupos monopólicos. 

Los grandes empresarios de la producción y los agro exportadores son los principales beneficiarios. El nuevo tipo de cambio sectorial tiene, a su vez, efectos devaluatorios que van a afectar al conjunto de la población trabajadora. 

El nuevo régimen especial permitirá a los empresarios que tienen retenidos alrededor de 14.000 millones de dólares en silobolsas acceder a un dólar más alto, algo que ya poseen algunas industrias. Hasta el 31 de agosto los empresarios sojeros podrán, con el 70% de la cosecha que vendan, colocar los pesos resultantes en una entidad financiera en depósitos dólar linked, que actualizará su monto cada vez que el dólar oficial suba su cotización y en el que el depositante podrá retirar el dinero en cualquier momento. Con el otro 30% podrán comprar dólares al valor del dólar ahorro (1), hoy en $ 239, lo que significan alrededor de $ 100 menos de lo que cotiza el blue, favoreciendo la fuga de divisas. 

Como explica bien en su hilo de Twitter el periodista especializado en el agro, Matías Longoni, el valor final entre las dos operaciones termina por dar un dólar de $ 132 en promedio, lo que es igual a la cotización del dólar oficial, por lo que de hecho se elimina el valor actual de las retenciones. Despejadas las primeras confusiones, este periodista afirma que todos los contadores van a aconsejar agarrar este negocio. 

En torno a los resultados más inmediatos Pesce, el presidente del BCRA señaló que “existen en manos de los productores 2.800 millones de dólares retenidos, a los que hay que sumar 2.200 millones de la industria, sin precio a fijar. Ese es el universo. Ahora veremos cuántos se adhieren. No vemos cuál puede ser el inconveniente para que se adhieran, ya que ahora tienen el instrumento que les permite conservar el valor de su activo”. 

Una devaluación encubierta y el resultado de la visita de Batakis al FMI 

Con esta medida se refuerza un sistema de dólar con distintas cotizaciones. En las últimas semanas se aumentó la retención a cuenta de los impuestos de bienes personales y ganancias del llamado “dólar tarjeta” de un 35% al 45. Luego, con el objetivo de intentar captar los dólares de los turistas que vienen al país, se creó un dólar más alto, ligado al “dólar bolsa”, con los que el Banco Central se convirtió en un “cuevero” más de la calle Florida, legalizando de hecho la brecha cambiaria. Los aumentos de estos precios de los dólares significan la emisión de más pesos por parte del Estado, son de hecho devaluaciones parciales. 

Esta medida tendrá un efecto más profundo aun teniendo en cuenta los volúmenes mucho más fuertes que abarca. Se va imponiendo un tipo de cambio que varía de sector a sector, ya intentado en el gobierno de Alfonsín y que salió muy mal, porque paulatinamente los precios se van a equiparar con el valor más alto de la divisa. 

Aunque en sus primeras declaraciones el presidente de la Sociedad Rural, de la FAA y empresarios como Grobocopatel, han señalado que era muy complicada su implementación -algo en lo que han coincidido con distintos analistas sorprendidos por la resolución- y no está definido todavía si van a redoblar la apuesta ante un gobierno que les afloja importantes concesiones, lo que sí queda claro es que las declaraciones del presidente Fernández del día de hoy contra los especuladores son pura espuma. Como pasó con Vicentin, el gobierno termina cediendo a las exigencias de los grandes monopolios del agronegocio, mientras estos vacían las arcas del Banco Central y favorecen una escalada inflacionaria que pega contra los bolsillos del conjunto de la población trabajadora. 

No puede desligarse esta medida de los resultados negativos de la visita de Batakis al FMI. La respuesta de Georgieva que se conoce fue categórica, lejos de brindar las concesiones que el gobierno pretendía en las exigencias del Fondo, la titular del organismo financiero ratificó la necesidad de avanzar un fuerte ajuste, “doloroso” dijo hace poco, para cumplir las metas de reducción de déficit fiscal. 

El gobierno vuelve a recular. Recula con los buitres y el FMI, recula con los especuladores aunque esto signifique penurias cada vez más grandes para los trabajadores, jubilados o beneficiarios de planes sociales. Y lo que es peor: los grandes monopolios y sectores patronales, conscientes de su debilidad, no paran un minuto de tratar de sacar las tajadas más grandes de los dineros fruto del trabajo de los argentinos. El impuesto a la renta extraordinaria ya quedó en el olvido y las frases de apoyar a los más desprotegidos de Alberto o Cristina que se vertieron en este día conmemorativo del fallecimiento de Eva Perón son papel mojado mientras los trabajadores y sectores populares están cada vez peor. 

Hay que enfrentar al agro power 

El agro negocio es claramente uno de los sectores empresarios más favorecidos por la crisis internacional que generó la guerra en Ucrania. En un reciente programa, el editorialista de La Nación, Carlos Pagni, intentó demostrar que cada vez reciben menos porcentaje de los dólares a los que venden sus cosechas, sintonizando con el reclamo de baja de retenciones y devaluación del peso. Lo que no dice es que la soja que en épocas de De la Rúa se cotizaba a 160 dólares la tonelada, ahora llegó a superar los 600 dólares, para terminar ubicándose en una franja superior a los 500 dólares. Por eso este primer semestre, pese a que la producción de la cosecha de granos fue menor que en años anteriores, la liquidación de las agro exportadoras tuvo récords históricos: U$S 19.142 millones. 

Los defensores del agrobusiness tampoco señalan que usufructúan del gasoil subsidiado al 50%, que las grandes empresas del agro negocio figuran entre las que más diferencia han obtenido importando y sobre stockeandose a dólar oficial con fertilizantes y distintos insumos. Que exportan por puertos que controlan las empresas privadas y realizan un importante contrabando, y son de los mayores ejecutores de las maniobras de sobre y sub facturación. 

Tampoco parece importarles a los abanderados de los pulpos productores y exportadores que, debido a las bajísimas retenciones los productores de alimentos han trasladado el precio internacional a las góndolas de comercios y supermercados, produciendo una gran trepada de los precios locales y un creciente aumento de la pobreza e indigencia, en un país productor de comida. 

La concentración monopólica 

En un reciente reportaje para LA990 (2), el dirigente ruralista Pedro Peretti, ex director de la FAA y actualmente militante kirchnerista sostuvo en relación a los cereales retenidos: “¿Quién tiene la soja, los productores o las grandes exportadoras? Eso lo sabe muy bien el gobierno y sería muy bueno que lo transparentase. Los pequeños productores no las tienen. El pequeño productor llega, vende y después se reserva un poco que va vendiendo por mes, pero eso no mueve el amperímetro. Acá o la tienen las exportadoras, o la tienen MSU que trabaja 300.000 hectáreas de campo, ADECO Agro que trabaja 832.000, Grobo que tiene 250.000 hectáreas, el Lartirigoyen que siembra 300.000 ¿Escucharon las cifras de lo que siembran? El nivel de concentración es brutal. Ahí está el problema, ahí hay que buscar los dólares que faltan” (3). 

En otro pasaje de esta entrevista, Peretti afirma que “existe una comercialización de granos de saqueo, porque Cargill tiene 50 plantas de acopio en el interior profundo de la Argentina, Dreyfus debe tener 30, AGD debe tener 20. Todas estas plantas de acopio compiten deslealmente con las cooperativas, saquean al interior porque se llevan el volumen, no le agregan valor y le damos una posición dominante en el mercado”. 

El periodista Alejandro Bercovich señaló en estos días: “Los que no están liquidando son muy poquitos, están muy concentrados en un lugar. El 10% de los productores en la campaña 2020-2021, según datos oficiales del Ministerio de Agricultura concentró cerca del 60% de la superficie cultivada de soja. Ese 10% son apenas 5.500 productores. Entonces también podemos estimar cuanto se concentra de la producción. Se concentra en muy pocas manos la tierra porque cada día hay más concentración” (4). 

No hay lugar para medias tintas: hay que aplicar la ley de abastecimiento con todo su rigor 

La emergencia necesita responder en forma totalmente distinta a la que está realizando el gobierno del Frente de Todos. La retención de la cosecha para especular con su precio, alimentando la corrida cambiaria debe considerarse un grave delito. Por eso hay que aplicar la ley de abastecimiento con todo su rigor, requisar la cosecha retenida y utilizarla para obtener las divisas que tanto hacen falta en este momento. Meter presos a los especuladores, expropiar sin pago sus capitales y negocios. 

Hay que cambiar totalmente el sistema impositivo en la producción rural, empezando por generar retenciones bien segmentadas, mucho más grandes para los grandes empresarios y pequeñas para la pequeña producción. En el camino de una profunda reforma agraria, de liquidación de la propiedad terrateniente y recolonización del “desierto verde” con apoyo y planificación estatal. Volver a mecanismos de planificación regulatorios, que empezando por la nacionalización del comercio exterior recree mecanismos similares a la junta nacional de granos y a la de carnes.  Para desarrollar una producción agroecológica que priorice las necesidades alimentarias de la población y utilice los saldos exportables al servicio del desarrollo de la economía. 

Un cambio radical que solo será posible si rompemos con el FMI y los buitres internacionales acreedores de la fraudulenta deuda, nacionalizamos la banca para administrar el crédito a favor de la producción local y no de los grandes beneficios de banqueros y fondos de inversión.  

Para enfrentar la crisis una fuerte movilización nacional 

En estos días, dos organizaciones sociales, Somos- Barrios de Pie y la CCC, llaman a movilizarse a la Rural –la primera en importancia de este grupo, el Evita, no acudirá a la acción-. Los compañeros se movilizan para mostrarle a la dirigencia del campo las penurias del pueblo pobre y pedirles que liquiden sus cosechas. Lamentablemente, pese a lo que dicen defender, su acción le servirá al gobierno de Alberto y Cristina para seguir sosteniendo su cada vez menos creíble relato de aparecer enfrentando a los pulpos del agro, para luego terminar concediéndoles sus pretensiones mientras millones estamos cada vez peor. 

Si realmente quieren enfrentar a los monopolios tienen que romper con este gobierno que sostiene sus negocios y se niega a tomar las medidas necesarias para parar el saqueo. Sumarse a los que bregamos por una gran movilización nacional que como en el 2001 enfrente a los responsables de esta grave crisis y de la sumisión del país al mandato del imperialismo, los gobernantes del Frente de Todos, la derecha de Cambiemos y Milei, los grandes empresarios del campo y la ciudad e imponga en una Asamblea Constituyente libre y soberana otro modelo de país, al servicio del 99% de la población. 

(1)Incluye el precio del dólar oficial de $ 130, más el impuesto país y la retención del impuesto a las ganancias y bienes personales. 

(2) Reportaje a Pedro Peretti: “Este es un gobierno de boludos” del 20/07/2022. 

(3)El comercio internacional de granos está dominado por un pequeño grupo de empresas, muchas multinacionales y otras argentinas. Son Cofco-Nidera-Noble (China), Cargill (EE.UU.), ADM-Toepfer (EE.UU.), AGD (Argentina), Moreno Glencore (Suiza), LDC (Francia), ACA (Argentina), Molinos (Argentina). 

(4)El ajuste no es natural, editorial de Alejandro Bercovich en Radio con Voz. 

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