sábado, 20 abril 2024 - 03:27

DNU. El sainete con Pfizer y la muerte evitable de miles de enfermos

El lanzamiento de un DNU presidencial que al ceder a exigencias de los laboratorios yanquis permitirá adquirir las vacunas, en particular de Pfizer, reavivó la polémica entre el gobierno y la oposición de Juntos por el Cambio en torno al manejo de la pandemia. Desde el MST en el FIT-U señalamos las responsabilidades de ambos espacios, que se negaron a tratar ya hace varios meses la propuesta de nuestro frente para declarar de utilidad pública el laboratorio mAbxience de Pilar de Hugo Sigman, con lo que ya se podría haber inmunizado a toda la población.

Finalmente Alberto Fernández, con el argumento de que se necesitan vacunas pediátricas y de poder acceder a las donaciones de vacunas que se canalizan por el fondo COVAX, lanzó un decreto por el cual se modifica y anula la cláusula por la que se podía enjuiciar a los laboratorios por “negligencia” que figura en la recientemente sancionada ley de vacunas y además en la que se eliminan las “regalías”, tales como los bienes que pueden ser embargados en un posible conflicto judicial con los laboratorios.

Este decreto recoge las objeciones del laboratorio Pfizer, que tiene aprobadas sus vacunas para aplicación en adolescentes entre 12 y 17 años por el ente regulador yanqui (la FDA) y por la Unión Europea. (1)

En las últimas horas Juntos por el Cambio ha intentado, sin conseguirlo, tratar en el Congreso la modificación de la ley de vacunas, para intentar capitalizar electoralmente su prédica a favor de ceder ante las exigencias de los laboratorios y el debate sigue atravesando la discusión en los medios de comunicación. Entre sus nuevos argumentos está que, ante la escasez de vacunas, si el gobierno hubiera cedido antes, se hubieran salvado miles de vidas.

El recule del gobierno

Pese a que los funcionarios tienden a ocultarlo, las cláusulas del contrato que se está negociando-gracias al nuevo DNU- eximen al laboratorio de toda responsabilidad sobre efectos adversos de las vacunas y crea un “Fondo de Reparación” a cargo del Estado nacional. Además, y más allá de la discusión de si tienen un alcance solo nacional o incluyen a las provincias, se eliminan a las “regalías” entre los bienes que gozan de impunidad en un posible conflicto con el laboratorio. Según reza el DNU, se exceptúan de esta impunidad “a las regalías que percibe el Estado nacional y todos los bienes soberanos establecidos en la Ley de Restauración de Sostenibilidad de la Deuda deben permanecer soberanos”.

O sea, el DNU cede a exigencias leoninas de los laboratorios, tal cual lo venían diciendo los propios funcionarios en sus explicaciones sobre su negativa a firmarlos. En abril de este año, violando por poco tiempo las cláusulas de confidencialidad, el gobierno brasilero ya había filtrado a los medios el contrato tipo de Pfizer que mostraba claramente estos hechos.
Respondiendo a los argumentos de su tardanza en acordar con Pfizer, desde los organismos oficiales se argumentó que Pfizer no habría cumplido con entregar a tiempo los 14 millones de vacunas que figuraban en las primeras negociaciones, como fue la conducta de Pfizer y todos los laboratorios en torno a los contratos realizados, ya que se priorizó la entrega y comercialización en EE.UU. y las grandes potencias.

Miles de muertes evitables

La derecha, luego de ser una propagandista de los anti vacunas, ahora intenta capitalizar su campaña a favor de ceder a los laboratorios cualquier cosa, aún sin tener garantías de que se entreguen las vacunas. El gobierno ante la inminencia de una tercera ola por la variante Delta-y de la campaña electoral- ha terminado por ceder sobre sus posiciones iniciales, pero ocultando la verdad sobre las concesiones que realiza.

Lo que ninguno de los dos explica es porque se negaron a tratar en el Congreso el proyecto del FIT-U de declarar de “interés público” el laboratorio de Hugo Sigman, en el cual se fabrica el principio activo de la vacuna AstraZeneca. En esta planta ya se han producido 100 millones de vacunas que hubieran alcanzado para inmunizar a toda la población y entregar importantes remesas a Latino América. Y todo esto con el agravante de que el laboratorio no cumplió con los millones de vacunas que se comprometió a entregar. O sea, es responsable de la muerte de miles que necesitaron esa protección a tiempo.
Tenemos las vacunas que hacen falta al alcance de la mano, pero el gobierno y la oposición no las quisieron tocar mientras se producían y se producen decenas de miles de muertes evitables.

Con un discurso que intenta parecer más “progre”, el gobierno mintió ante nuestra propuesta y señaló que no se podía fraccionar y envasar en nuestro país el componente activo producido en Pilar. La aparición de Richmond para hacer ese trabajo con la Sputnik V destruyó esa mentira. Como señaló nuestro compañero Alejandro Bodart, precandidato a diputado nacional por el MST en el FITU, ahora están llegando una parte de esas vacunas producidas en Pilar, y una gran parte quedaron en EE.UU., sin ningún uso ya que no han sido aprobadas por la FDA.


La sacrosanta propiedad privada vale más que la vida de decenas de miles

Detrás de la polémica si Pfizer si o Pfizer no, de la actitud de lobbista de este laboratorio imperialista de Juntos por el Cambio y del recule actual del gobierno, se oculta que podíamos tener a toda la población inmunizada si expropiábamos la planta de Pilar que produce el principio activo de AstraZeneca. Por eso se han negado a debatir en el Congreso nuestro proyecto.

Ambos, el “nacional y popular” Frente de Todos y la derecha de “Juntos por el Cambio” han coincidido en esto. No se puede violar la propiedad privada de los laboratorios, aun cuando fuertes potencias y distintos países productores de vacunas han cerrado sus fronteras para evitar que salgan remesas a otros países antes que sea vacunada la población local. Así actuó la Unión Europea con el laboratorio AstraZeneca; la India, que es el mayor productor del mundo de vacunas, o China cuando se propuso inmunizar a toda su población. O ahora Putin, que jerarquiza el abastecimiento local por encima de cumplir sus contratos externos.

Pero la decisión soberana de otras potencias resulta aceptable, comprensible para ambos sectores políticos. Las necesidades de nuestra Argentina y Latino América pobres y explotadas funcionan con otras reglas. Las reglas del manejo imperialista, que unos defienden abiertamente y otros dicen que son “imposibles” de alterar.

Por eso somos una de las naciones más castigadas por la pandemia, y por eso hay que enfrentar el discurso mentiroso de gobierno y la oposición patronal y seguir luchando por vacunas ya para todos, declarando de interés público el laboratorio de Pilar. En lugar de cederle a Pfizer, el gobierno debería anular las patentes y avanzar en la producción pública de vacunas. Ello no solamente garantiza que respete el costo real de producción (2), sino que lleguen realmente vacunas para todxs. De la misma manera, para abordar la vacunación de grupos etarios más bajos, sería importante un estudio cooperativo con Cuba que viene avanzando al respecto. (3)

  • Como informan los medios especializados, también China tiene aprobadas de emergencia las vacunas Sinopharm y Sinovac para su utilización en los menores de 3 a 17 años.
  • Los costos de producción de la vacuna son de 2 dólares la dosis, pero se pagan a 10 dólares.
  • https://www.notaalpie.com.ar/2021/06/29/cuba-comenzo-a-testear-su-vacuna-para-el-covid-19-en-infantes/#.YOZCPWz0PVY.link

Para más información ver: Ver http://as.mst.org.ar/2021/06/09/vacunas-produccion-nacional-o-publica-y-soberana/

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