Este lunes 1 de noviembre vencieron 428 millones de dólares que el gobierno debe pagar al FMI en concepto de intereses. Es un desembolso para cancelar los compromisos de repago del fraudulento crédito de 44.800 millones de dólares que contrajo Macri en 2018. Mientras la catástrofe social que atraviesa el país no deja de profundizarse, el gobierno no puede sostener su relato electoral de no “arrodillarse” al Fondo. La salida para el país no surge de mendigar tasas menores y mayores plazos de pago ante los buitres que dominan al mundo, viene de movilizarse para desconocer ese fraude, romper con el FMI y dedicar ese dinero a trabajo, salario, salud y educación, como proponemos desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad.
El pago de U$S 428 millones corresponde al vencimiento de intereses por U$S 389 millones más U$S 39 millones por el uso de los DEGs (Derechos Especiales de Giro) que nos giró durante este año el FMI como parte de una emisión mundial para atender a las necesidades que planteó la pandemia. En una Argentina con la mitad de la población por debajo de la línea de pobreza, con los salarios formales de la economía atrasados un 22% respecto a la inflación, con jubilaciones de valores de indigencia que perdieron un 9% en el último año el gobierno que dice que no va a pagar con el hambre del pueblo, hoy liberó los dólares equivalentes a 10.000 viviendas populares, 30.000 puestos de trabajo o a cerca de un millón y medio de IFEs a $ 40.000.
Todavía restan pagar U$S 1.873 millones de capital el próximo 22 de diciembre y el año que viene se vencen impagables U$S 19.000 millones; para lo cual el gobierno viene negociando con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, un acuerdo de Facilidades Extendidas que exige mucho más ajuste, el cual Guzmán viene aplicando para cumplir con el Fondo. Tan grande es el ajuste, que se comió el “plan platita” con el que el gobierno pensaba recuperarse del golpe electoral de las PASO, ya que ni siquiera un miserable bono de $ 6.000 a los jubilados pudo ser anunciado hasta ahora.
El futuro acuerdo con el Fondo exige un programa –reclamado tanto por Georgieva como por el futuro embajador yanqui Stanley- requiere una mayor flexibilidad laboral, mayor reducción del gasto previsional y asistencial, un achique mayor del Estado para juntar los dólares que requieren los acreedores de la deuda y una desregulación mayor de las protecciones de la economía frente a la voracidad de las grandes multinacionales.
Fernández mendigando por Europa
Fue festejado como un gran triunfo del gobierno que en la declaración final del G20 se instara a seguir discutiendo sobre el reclamo de las sobretasas que exige el Fondo, cuando los créditos que libra sobrepasan los montos permitidos de acuerdo al volumen de participación que cada país tiene en el organismo.
A la Argentina –que representa el 0,67% de las acciones- le suman al 1,05% anual de tasa de interés regular, un 2% más por haber superado en un 187% la cuota que nos corresponde de acuerdo a los estatutos del Fondo y un 1% por haber superado los 36 meses desde que se libro el mega préstamo fraudulento que le dieron a Macri. La sobretasa del 3,5% más significa entre 900 a 1.000 millones de dólares anuales extras. Este 1 de noviembre al cumplirse el mes 36, ya debemos pagar U$S 111 millones más.
Pero no está claro que esta declaración del G20 –que no es vinculante- cambie la política del Fondo. Estados Unidos como socio mayoritario del organismo va ha decidir si cambia esta política que viene sosteniendo, y hasta ahora Fernández lo único que les sacó a los yanquis fue una foto de ocasión con Biden en el G20, mientras estos capitanean a las grandes potencias y multinacionales que saquean el país.
También Fernández pidió más plazo vía la creación de un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad, en el cual los DEGs que no han sido utilizados por los países ricos puedan ser prestados a los países pobres o de ingresos medios vulnerables. Algo que la mayoría de los especialistas desestiman si la Argentina no firma con el Fondo un nuevo acuerdo. Más lejano aún parece que se cambien bonos verdes del país por deuda, como propuso Fernández en la Cumbre del Clima de Glasgow.
Así, mientras habla de sus “logros”, mendiga a los poderosos plazos de pago contra más endeudamiento del país, para pagar una deuda que es una estafa completa. Se diluyen sus promesas de campaña de “platita” y el pueblo trabajador ya no soporta más tanto ajuste.
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El próximo jueves 4 movilizate contra el pago de la estafa de la deuda
Nuestro partido como parte de la Autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda llama a movilizarse el jueves 4 en todo el país con las consignas de la convocatoria común:
- Por la suspensión del pago e investigación de la deuda
- Fuera el FMI
- Las estafas no se pagan
- La deuda es con los pueblos y la naturaleza.
En Buenos Aires la cita de concentración es a las 11 horas en el Obelisco.