jueves, 28 marzo 2024 - 21:07

Despejando dudas. Relato y realidad del fenómeno Milei 

En los últimos días, en diversos medios, se han publicado encuestas que reflejarían un crecimiento meteórico, en intención de votos e imagen positiva, para el ultraderechista Milei. Desde algunos espacios del Frente de Todos, como es de esperar, se amenaza con una nueva “noche negra” y la llegada de los liberales al poder. Sin embargo, vale preguntarse: ¿es tal el crecimiento de La Libertad Avanza? ¿Estos números reflejan un crecimiento orgánico de su fuerza? De ser así, ¿cuáles son los motivos? 

“He raffles off his salary. He could be Argentina’s next president” (Él sortea su sueldo, él podría ser el próximo presidente de la Argentina), con ese titular The Washington Post despertó el furor de los medios locales con respecto a la posibilidad de que Milei llegue a la presidencia en 2023. Los números de las diferentes encuestas que se están publicando dan por sentado que el fenómeno libertario terminaría con la grieta del peronismo y Juntos por el Cambio, ya que, según estiman consultoras privadas, rondaría el 30% en intención de votos. 

Sin embargo, trasladar esos números de manera mecánica a la realidad política y pensar en un crecimiento militante, es algo equivocado. Para poner un ejemplo concreto, terminadas las elecciones de la UBA -universidad donde cursan más de 300 mil estudiantes- podemos afirmar que los que faltaron a la cita fueron los sellos de los adeptos del referente liberal. Obviamente, volviendo a este hecho en particular, no se pueden descuidar las elecciones que realizó la Franja Morada, pero La Libertad Avanza, al menos de forma orgánica, estuvo ausente de postularse como “la juventud rebelde de derecha”. 

En este marco, levantar la bandera de una nueva “noche negra” o ascenso de la derecha, por parte del progresismo, una vez más, responde a esconder sus fracasos políticos. Nadie niega la existencia de una situación política y social donde prima la polarización, pero también es cierto que los procesos de los partidos de derecha en el poder no han tenido sus mejores experiencias. Tal es el caso de Bolsonaro (Brasil), quien se está despidiendo del poder con marchas varias y una imagen vapuleada, Piñera (Chile), Áñez (Bolivia) y varios más. La tendencia del continente, más bien, presupone un nuevo ciclo de gobiernos “progresistas” que, como ya hemos adelantado, incumplen con los reclamos sociales originados en procesos de movilización, que ellos buscan enchalecar. 

Tomando estos elementos que componen una realidad contradictoria, que incluyen secctores que van a derecha, vale preguntarse cuáles son los motivos para que Milei tenga una aceptación considerable en la opinión pública, más allá del inflador de los grandes medios. 

El Frente de Todos abre las puertas 

Las razones de la aceptación del discurso de Milei por algunas franjas no se pueden entender sino es a partir del comportamiento político que viene llevando a cabo el Frente de Todos. Con un panorama social que expone el 37,3% de la población hundida en la pobreza, el gobierno nacional sólo muestra comportamientos que lo evidencian corrido a la derecha. 

Declaraciones como “dejen de apretar a los argentinos” o “reprimir un delito es hacer cesar un delito”, lanzadas por Juan Zabaleta (ministro de Desarrollo Social) y Sergio Berni (ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires), para referirse al acampe de la Unidad Piquetera, demuestra el actuar del gobierno y, a la misma vez, funciona como base política para el asentamiento de las fuerzas liberales. 

Las proclamas antidemocráticas y con tintes fascistoides de los integrantes del partido de Milei, como el armado del Movimiento Antipiquetes de Ramiro Marra (legislador porteño), son aceptadas con gracia de parte del oficialismo. 

Los planteamientos ultras por derecha, de parte de los liberales, les sirven al FdT para mostrar una “gradualidad” en el ajuste que ellos aplican. 

En síntesis, los distintos espacios del frente gobernante son responsables del crecimiento de la figura del ultraderechista liberal. Mientras Milei propagandiza su proyecto económico neoliberal, el gobierno usa esta música para presentar su ajuste como el más “aceptable” para las mayorías, debido al ascenso de la derecha existente en el país. De fondo, esta política por parte del FdT no lo muestra más que como una fuerza incapaz de resolver una sola de las necesidades sociales de la crisis. Y, a la vez, al fenare la movilización popular, funciona como generador de condiciones favorables para estas fuerzas de derecha. 

Emerge una justificación del ajuste por derecha 

Lejos de traer soluciones al drama existente para la realidad de los trabajadores, Milei y compañía insisten con fórmulas que ya fracasaron en nuestro país.  

Como un paso más, de la truncada paridad cambiaria establecida por el mentor de todos estos “nuevos” conservadores, Domingo Cavallo. Lo que esconden los partidarios de La Libertad Avanza, es que medidas de este tipo no solamente traerían consigo devaluaciones previas que fulminarían los salarios, sino que también producirían grandes recortes en los puestos de trabajo del país. 

Los deseos de Milei por “reformar” o más bien eliminar el Ministerio de Educación tampoco son una novedad. Su argumento para que deje de existir reside en que: “No tiene escuelas y la educación está en manos de las provincias”. Esta realidad, que no es más que consecuencia de lo heredado de sus gobiernos modelos, la última dictadura y el menemismo, no muestra una solución a la degradación de la educación pública. Reponer la centralidad de un modelo educativo con el restablecimiento de un presupuesto equivalente al 10% del PBI, conjuntamente con la implementación de un nomenclador salarial nacional, son medidas que nos devolverían una educación de calidad. 

Lejos de esto, Milei ataca todo lo público. A la universidad se refirió como “centros de adoctrinamiento”. Discursos de odio que sólo buscan hacer meollo de una lógica mercantilista para con la educación, buscando que no haya espacios donde exista el pensamiento crítico y todo sea regido por la lógica del mercado. 

Mientras algunos vociferan que el capitalismo es el mejor sistema, Milei es la expresión política de la decadencia del mismo. Su ideología liberal, que expone un paso más de lo que fueron las experiencias neoliberales, son la muestra de que el capitalismo sólo tiene como oferta mayor ajuste, mayor flexibilización laboral y menos derechos sindicales y democráticos. Como lo pretende su compañero Marra, el referente liberal quiere que las calles sean un desierto de protestas, por eso van contra toda movilización en defensa de derechos básicos. Por eso, y porque sus discursos de odio alientan ataques de tipo fascista, es un peligro latente a combatir con toda firmeza. 

Quienes integramos el MST en el FIT-Unidad, tenemos como tarea primordial desenmascarar y enfrentar esta fuerza que sólo busca engañar a los descontentos con un régimen social en decadencia. Mientras Milei actúa como empleado del empresariado reclamando más beneficios para el capital concentrado, es necesario constituirnos como polo ante los trabajadores y las mayorías populares que se plantee un camino contrario en favor de las necesidades sociales. 

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