jueves, 2 mayo 2024 - 09:53

Declaración del EMVyJ. ¡Aparición con vida de Lichita ya!

La niña Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo Villalba, de 14 años, fue secuestrada por la Fuerza de Tareas Conjunta (FTC) del Estado paraguayo el 30 de noviembre de 2020, la misma fuerza que meses antes había ejecutado a sus primas Lilian y María Carmen Villalba, ambas de 11 años.

“Lichita” nació en prisión y es hija de Carmen Villalba y Alcides Oviedo, líderes de la organización Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y presos políticos en su país desde 2004. La niña vive desde hace varios años en Misiones, con parte de su familia. En septiembre viajó a Paraguay con su tía Laura y sus primas María Carmen y Lilian, ambas argentinas. Las niñas iban a conocer a sus padres, luchadores campesinos, pero un comando de la FTC las asesinó durante un supuesto enfrentamiento con el EPP en la estancia El Paraíso, cerca de Yby Yaú, departamento de Concepción.

Llamamos a todas las organizaciones democráticas a sumarse a este reclamo, porque cada día que pasa extiende el calvario de la nena y pone en grave riesgo su vida. Ante los crímenes de lesa humanidad no cabe la indiferencia ni el lamentable silencio que hasta ahora mantiene el gobierno argentino. El reclamo tiene alcance internacional, desde decenas de países, dirigido a presionar a todas las instancias del Estado de Paraguay. ¡Con vida la llevaron, con vida la queremos!

A la vez, requerimos el cese inmediato de la persecución a la familia Villalba. Laura Villalba, madre de una de las niñas masacradas, está detenida ilegalmente en la cárcel militar de Viñas Cué. Tanto ella como Carmen Elizabeth son testigos de la captura de las niñas en Yby Yaú el 2 de septiembre. Por lo tanto, el apresamiento de una y la desaparición forzada de la otra están íntimamente relacionados con la voluntad del Estado terrorista de Paraguay de borrar las pruebas y disciplinar a los familiares.

Laura, María Carmen, Lilian Mariana y Carmen Elizabeth residían en Puerto Rico, Misiones, y estaban varadas en Paraguay por la pandemia de coronavirus. El Estado paraguayo tenía la obligación de protegerlas y regresarlas sanas. Por el contrario, las fuerzas represivas de ese país violentaron sus vidas y el propio presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, celebró el operativo militar como “exitoso”.

Los cuerpos de las niñas no fueron sometidos a autopsia, sino rápidamente enterrados. Desde fuentes oficiales se divulgó información falsa sobre su edad y las condiciones en que se hallaban al momento de ser asesinadas. Las ropas que se supone vestían las niñas fueron incineradas como prevención del COVID-19, lo que carece de sustento y de sentido. La segunda autopsia, realizada por presión de la sociedad civil, determinó la edad de las niñas y sumó más confusión al modo en que fueron ejecutadas.

Por todo esto, entendemos necesaria una investigación imparcial que determine lo sucedido y permita avanzar en un proceso de reparación y justicia.

  • Aparición con vida de Lichita ya
  • Justicia por María Carmen y Lilian
  • Libertad a Laura

El 25 de febrero, a las 17, acompañaremos la concentración convocada en Plaza de Mayo.

Encuentro Memoria, Verdad y Justicia

Buenos Aires, 10/2/21

  • *Foto de portada de AnRed

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