jueves, 28 marzo 2024 - 09:36

De la épica de la resistencia. Al ajuste épico 

La causa Vialidad tiñó la política durante toda la semana pasada. El pedido de condena del fiscal Diego Luciani de 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos para Cristina Fernández y el resto de los enjuiciados ensordeció la discusión pública. Esto a tal punto que durante el fin de semana perduró el mismo tema en un país donde todo dura menos que un santiamén. Movilizaciones hacia Recoleta, donde tiene su domicilio la vicepresidenta se hicieron presentes en defensa de su figura. Durante el 27, las vallas de la policía de CABA a cargo de Larreta hicieron todavía más estruendoso el episodio. Represión mediante, repudiable como cualquiera que aplica todo el aparato represivo, suscitó una especie de “épica” en la militancia kirchnerista. Pero esa épica, esa demostración militante, de forma paralela tuvo entre sus filas la actividad del nuevo superministro de Economía, Sergio Massa. Quien no sólo pasó la tijera en diferentes áreas recortando $ 128.000 millones del presupuesto, sino que organiza un nuevo recorte y apronta un viaje a Estados Unidos para entregar nuevamente el país al FMI, fondos privados y grandes extractivistas. Otro hecho épico del Frente de Todos: el ajuste en curso. 

Lejos de hondar sobre el episodio judicial/político, trabajado en este artículo de Sergio García, aquí nos dedicaremos al ajuste que se realizó y se piensa en profundizar. 

Massa, el ministro manos de tijeras 

A través de la decisión administrativa 826/22, una semana atrás el co-gobierno del Frente de Todos con el FMI decidió el recorte de $ 128.000 millones del presupuesto (0,3% del PBI). En números redondos la poda quedó efectuada del siguiente modo: 

  • $ 70.000 millones en Desarrollo productivo; 
  • $ 53.700 millones en las partidas del Procrear; 
  • $ 50.000 millones en Educación; 
  • $ 20.000 millones en Obras Públicas: 
  • $ 10.000 millones en Salud y 
  • $ 10.000 millones en Transporte 

Empecinado en no llamar las cosas por su nombre y pensar que de esa manera el ajuste no es ajuste, Massa encolumnó a sus funcionarios para declarar que el recorte realizado es una “reconfiguración del gasto”. Pero más allá de lo sofisticado que se quiera denominar el nuevo ajuste, las palabras refractan una materialidad y es la que se refleja en los bolsillos de la mayoría. 

El ajuste detallado no es toda la tarea completa del nuevo superministro. Como el periodista económico Alejandro Bercovich lo refleja en su artículo de Bae Negociosi, “los gastos por $ 128.000 millones que mandó podar el jefe del Palacio de Hacienda durante los últimos cuatro meses del año son apenas el principio, pues equivalen al 40% de lo que todavía exige achicar el presupuesto en 2022 el acuerdo vigente con el Fondo Monetario”.  

Además, hay que sumar las decisiones previas. El mismo Massa fue quien con la segmentación oficializó tarifazos que van a perturbar aún más los ingresos de las mayorías. Otro ajuste con el que el Estado, como le gusta decir a los ortodoxos del Frente de Todos, se “ahorra” $ 47.500 millones en energía (2022) y $ 2.000 millones en agua. Otro ítem de austeridad es el congelamiento de las contrataciones en el Estado, extendiendo la precarización laboral de los trabajadores que aún no están en planta permanente. 

Volviendo a la cita del periodista, lo que falta ajustar para cumplir con la meta del déficit del 2,5% exigida por el FMI significa recortar otros $ 308.000 millones según estima la consultora Analytica. Diferentes fuentes periodísticas dicen que el próximo recorte, de unos $ 130.000 millones más, puede llegar a darse en el gasto y la nómina del personal de las empresas del Estado. Además, con la inflación en los ritmos que está y la permanente remarcación de precios, el impuesto más regresivo de todos, el IVA, va a hacer su trabajo para fortalecer la recaudación del Estado y poder cumplir con la meta del Fondo. 

Más deuda a cambio de más entrega 

El viaje que apronta Massa a Estados Unidos tiene varios puntos a estudiar. En primer lugar, como se supo, va en búsqueda de nueva deuda. Se espera del BID, dirigido por su amigo trumpista Claver Carone, una entrega de US$ 800 millones y, además, un nuevo préstamo con el FMI. Disfrazado con el título de Fideicomiso de Resiliencia y Sustentabilidad (RST en inglés), el gobierno argentino va por unos US$ 1.300 millones de dólares más con este organismo de crédito. 

Como lo remarca Alejandro Rebossio en elDiarioArii, la idea de la comitiva que va a Houston el 9 de septiembre, también contempla. “(…) reunirse con ejecutivos de cuatro petroleras, Chevron, Exxon Mobil, la angloholandesa Shell y la francesa Total”. Un botón de muestra de que, con esta nueva etapa del Frente de Todos, la reprimarización de la economía no acaba. No sólo Vaca Muerta es lo que quieren entregar, tomando nuevamente lo escrito por el periodista busca “(…) avanzar con la polémica exploración offshore a 300 kilómetros de la costa atlántica bonaerense”. Y a esto se le suman las intenciones de explotar la segunda reserva mundial de litio y el hidrógeno verde. 

Un extractivismo a flor de piel para juntar los dólares que las reservas no tienen. Una entrega del peronismo que ilustra el modo para recolectar las divisas que la deuda externa ilegal e ilegítima exige. 

¿Ajuste para todos? 

Mientras la mayor parte de la población sufre las políticas de ajuste, hay algunos sectores que no; sino que están obteniendo ganancias extraordinarias. No sólo son los supermercadistas que remarcan al ritmo de la inflación, sino también los siguientes sectores: 

  • Los especuladores financieros: el BCRA aumentó las tasas de interés 10 puntos, haciendo que la tasa que pagan las Leliq alcancen el 69.5 %. Antes, se canjearon bonos soberanos del Tesoro con una novedad: su carácter dual. Así, la renta final que ofrecen estos bonos será la que resulte mayor entre el tipo de cambio como la tasa de inflación de ese período. Estos instrumentos que favorecen la bicicleta financiera, a la misma vez encarecen el crédito y congelan la economía. 
  • Otro punto importante de beneficios fue la entrega del gobierno al agro. Confirmaron la extensión del corte de biodiesel del 12,5 %. Se apronta una mejora en el “dólar soja” para que las patronales liquiden la soja y Massa prometió una reforma fiscal al sector en donde no se descarta una reducción de las retenciones. 
  • El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) analiza los pedidos de las audiencias públicas para ver si no se disponen nuevos aumentos. En caso de ser así, amigos del tigrense, como Vila y Manzano festejarían con partida doble. 

También se produjeron algunas exenciones impositivas para diferentes sectores productivos que, como decimos, son la parte minoritaria de la sociedad que el gobierno no ajusta y, obviamente, favorece de forma permanente. 

El ajuste tiene militancia 

Lejos de suponer que el Frente de Todos fue secuestrado por un ala conservadora, la política que se está aplicando tiene el aval de todos sus accionistas. Con sólo repasar las declaraciones del kirchnerista Andrés “Cuervo” Larroque se explicita lo afirmado: “(…) hoy tenemos ministro de Economía después de más de tres años gobierno(…)”. Más claro, imposible. 

Por ende, todo el gobierno está de acuerdo con los destinos que corre el país en materia económica. Rumbo que, como indicó Sebastián Premici en El Cohete a la Lunaiii, ilustra el siguiente escenario: “La economía creció un 6,4% durante el primer semestre del año en la comparación interanual. Pero el derrame no llega. (…) Aproximadamente el 30% de los trabajadores obtiene ingresos mensuales por debajo del salario mínimo vital y móvil”. 

Habrá que ver si el programa que se filtró del viceministro Rubinstein en algún momento se hace realidad. En la hoja de ruta económica que se hizo pública, el economista escogido por Massa exigía una devaluación que evaporaría los salarios de un saque. A la consulta de sobre si el plan esbozado en ese documento se efectuaría, el propio Rubinstein respondió: “Les aseguro 100% que no va a haber devaluación, por lo menos no este jueves”. Con esta afirmación puede pasar el viernes… 

Así, con este panorama, se abre la nueva semana en donde el país de las mayorías, lejos de las discusiones que se dan en los pasillos de la justicia adicta y clasista, sólo saborea el ataque constante sobre sus ingresos. Si hay una épica, es la del ajuste fondomonetarista, que confirma que la derecha no se viene, sino que ya gobierna. 

i El ajuste de Massa amenaza la defensa de Cristina. Bae Negocios 

ii Massa apuesta a que el país pase de paria a estrella de la energía, con más subas de tarifas. elDiarioAr 

iii DOS PARA EL AJUSTE. El Cohete a la Luna 

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