miércoles, 18 diciembre 2024 - 21:44

Crisis abierta en Capital humano. Pettovello: ¿afuera?

Si en el diccionario buscas «casta», al lado te sale una foto de Pettovello, la ministra de Capital (in)Humano no ha dejado curro sin tocar. Tiene denuncias por esconder la comida de los comedores y un escándalo por sobresueldos y contratación de ñoquis.

La ministra ha estado en la mira de todos en estas últimas semanas. Mientras desarrollaban una feroz campaña contra las organizaciones sociales, se dio a conocer que escondían 5 mil toneladas de alimentos en galpones de Villa Martelli y Tafi Viejo en Tucumán. «Es mentira», «son para emergencias», «no se están venciendo» y «ya tenemos un plan para repartirlo», fueron algunas de las improvisadas respuestas que dio el gobierno a través de las ya habituales conferencias del bobo-cero presidencial. La realidad es que, desde el inicio del mandato de Milei, no llegó ni un solo kilo de mercadería a los comedores populares.

No es 29 pero sobran ñoquis

Mientras el Estado hierve al calor de los despidos, la ministra no deja de fabricar ñoquis. Es que por intermedio de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos), no solo se realizaron compras de alimentos (que no se saben a dónde fueron destinados), sino que también se realizó una tercerización en la contratación de personal para el ministerio, más precisamente desde la secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia a cargo del ahora exsecretario Pablo De la Torre.

Se especula con que hay alrededor de 300 contratos por montos que superan el millón doscientos mil pesos. En la denuncia, también consta que quienes poseían estos contratos entregaban una parte importante del mismo que iba directo a una caja manejada por De la Torre, quien fue denunciado ante la Oficina Anticorrupción por el mismo gobierno, en un intento de separarse de los contratos truchos y la extorsión para recibir aportes, a pesar de que todo cuenta con la firma de Pettovello. Sí, con la tuya contribuyente.

Una campaña de demonización a favor del ajuste

Quienes se autopercibían como los paladines de la transparencia y abanderados de la pelea contra la corrupción, no pudieron durar «limpios» ni seis meses. Esto es una muestra más de por qué desarrollaron desde el comienzo una campaña de desprestigio contra las organizaciones sociales que hace más de 20 años son las que paran las ollas en los barrios, se organizan en la pelea por trabajo genuino, asisten a las y los vecinos en situaciones de tragedias o acompañan a miles de mujeres que atraviesan situaciones de violencia de género. Esta campaña tiene un claro objetivo: barrer los reclamos de las calles, impedir que se autoorganicen en los barrios y recortar la ayuda social, mientras la casta que gobierna se enriquece.

Allanamientos, denuncias de todo tipo, horas y horas reproducidas por los medios de comunicación adeptos al poder buscan fortalecer la base social del gobierno que viene debilitándose día a día. Pero cada vez queda más claro que quienes lucran con la nuestra son quienes están en el gobierno, que los corruptos y extorsionadores visten de traje y corbata y tienen una oficina en algún ministerio. Atacan porque molestan, porque no se resignan a vivir en la miseria, porque hacen de lo colectivo su cotidianidad, porque ante la lógica del individualismo, entienden que nadie se salva solo.

Este avance de la criminalización de la protesta viene acompañado de fuertes operativos y represiones cada vez que las organizaciones sociales se movilizan en defensa de los derechos conquistados, contra el ajuste o por cualquier otra causa. La lluvia de denuncias busca acallar los reclamos, por eso el protocolo anti-piquetes de Bullrich (ilegal y fuertemente cuestionado), es fundamental para el plan Milei.

El gobierno del 56%

Cada vez lo leemos menos, pero lo repetían hasta el cansancio «somos el gobierno del 56%». Lo que no sabíamos era que se referían a la cifra a la que iban a llevar la pobreza en la mitad de su primer año. Ni hablar que casi duplicaron la indigencia, pasando de un 9% a un 17,5%. (1) Para el gobierno son números, para nosotros son familias que quedan en las calles. Con un 289.4% de inflación interanual acumulada y con la devaluación de más del 100%, ni bien asumieron licuaron los salarios, jubilaciones y la ayuda social. Pero no se quedaron ahí, dieron rienda suelta a los tarifazos de gas, luz y transporte. También se profundizan los despidos y suspensiones, tanto en el sector privado como en el público. Encima les da la cara para decir que ahora los salarios le empezaron a ganar a la inflación, le falto aclarar que eran los de diputados y senadores que se los aumentaron por encima de los 8 millones de pesos y no por los de las mayorías populares que se hunden en la miseria y la pobreza.

Otra salida es posible

Opuesta por el vértice es nuestra propuesta. Desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad opinamos que se puede salir de la situación en la que estamos, pero para eso hay que caminar en sentido opuesto al del gobierno libertario. De arranque hace falta un aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y programas sociales, prohibir por ley despidos y suspensiones, reincorporar a todos los despedidos en el Estado y terminar con los contratos precarizadores garantizando la estabilidad laboral. Es urgente que los comedores vuelvan a recibir las partidas de alimentos retenidas de forma criminal por el gobierno.

Para la creación de puestos de trabajo hay dos caminos fundamentales: el primero es un plan de obras públicas nacional, hacen falta cientos de miles de viviendas, faltan escuelas y hospitales. El segundo, repartir las horas de trabajo, es decir, jornada laboral de 6 horas manteniendo el sueldo, trabajar menos, trabajar todos. Asimismo hay que recuperar todas las empresas privatizadas en los 90, y estatizarlas bajo control de sus trabajadores y usuarios, clave para terminar con los tarifazos.

Plata hay. Se la llevan los mismos de siempre, por eso, mientras el ministro de Economía, Luis Caputo pretende seguir endeudándonos con el FMI, nosotros planteamos que hay que romper con ese organismo y no pagar ni un solo dólar más. Además, hay que grabar fuertemente a los grandes grupos económicos con impuestos progresivos, quien más tiene, más paga. Plata para educación, salud y vivienda, no para la deuda ilegal e ilegítima.

Para llevar adelante este programa es clave derrotar el plan de Milei, que ya recibió varios golpes, pero no va a caer por sí solo. El pueblo de Misiones mostró el camino, organización por abajo, medidas de acción directa y desborde a la burocracia. Se puede y es necesario, venimos de contundentes movilizaciones que hicieron retroceder al gobierno, cómo el paro general del 24 de enero, el 8 y el 24 de marzo, o la multitudinaria marcha en defensa de la universidad pública.

Es por acá

Solo la izquierda tiene este programa alternativo, para derrotar a Milei, y que no vuelvan quienes ya fracasaron y le abrieron la puerta a la derecha. También la izquierda ha sido una protagonista central en el enfrentamiento a Milei en las calles. En ese camino, es fundamental que el FIT Unidad se fortalezca y avance en su postulación política convocando a un congreso abierto como proponemos en la contratapa.

(1) https://periodismodeizquierda.com/seis-meses-de-milei-desastre-economico-social-y-mayor-descontento/

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