martes, 23 abril 2024 - 07:27

COVID y clases. ¿Suspensión provisoria o una «presencialidad administrada»?

En plena pelea entre Alberto Fernández y Larreta por la suspensión de clases presenciales en el AMBA, sigue el paro de la docencia porteña. Medida que hace historia y sigue, aprobada en asambleas de Ademys por dos semanas. La Celeste de UTE debe acompañar, ante la insistencia de Larreta en mantener su presencialidad insegura, argumentando falta de jurisdicción nacional.

Eso a pesar que el gobierno porteño define al AMBA [1] como “la zona urbana común que conforman la CABA y 40 municipios de la Provincia de Buenos Aires”. Y que “precisa de una mayor cooperación entre los gobiernos ya que las problemáticas que atraviesan su cotidianeidad no reconocen fronteras”. Pero hacen lo opuesto, en una berreta disputa electoralista. Mientras el virus avanza impune, contagiando y matando como nunca.

La escuela y el tránsito hacia ella, contagian y mucho

La burguesía privatista de la campaña #AlasAulas, miente y mucho. Ahí abrevan Larreta, Macri o Bullrich, pero también Trotta, Alberto y Kicillof, quienes decían cosas muy similares hasta antes de suspender la presencialidad. Mentían con que las infancias no contagian ni se contagian. Luego, con que la escuela sería segura. Y hoy reconocen que, al aumentar el tránsito, sí contagian.

Decían tener “evidencia” científica y de lo hecho en “el mundo”. Todas mentiras, difundidas por la prensa hegemónica que ve a la escuela como auxiliar de la producción y los servicios capitalistas, al garantizar el lugar de guarda y cuidado. A la vez que formadora de mano de obra, con su extensión y años de formación gratuita por parte del Estado.

Desde el gobierno, después de ocultarlo, en su disputa con Larreta ahora sí sacan a relucir los datos del alto crecimiento de casos en menores y adolescentes, desde el inicio de la presencialdad. La Sala de Situación del ministerio de Salud de la Nación, en su informe sobre Niñez/Adolescencia y COVID-19 del 20 de abril, muestra que los casos en nuestras infancias crecieron un 431% desde mediados de febrero. Se pasó de un promedio de 528 casos diarios, a 2.275 casos diarios promedio en menores de 19 años (gráfico, clases y casos).

Informe: Niñez, Adolescencia y COVID-19 del ministerio de Salud de la Nación, al 20 de abril. Casos y clases.

De los 191.736 casos informados al 23 de febrero, saltó ahora a 262.572 casos. Esto significa que 70.836 niñes y jóvenes se contagiaron en 56 días de clases presenciales. Con un promedio de 3 menores contagiados cada 2 minutos en el país. Y eso solo contando los casos registrados, detectados y documentados ya que no se hacen testeos en las escuelas ni a las infancias, quienes suelen transitar la enfermedad de forma asintomática.

Además de otro dato trágico: mientras que al 1º de marzo lamentábamos 157 menores fallecidos, subieron a 180 las muertes al 20 de abril, con 23 menores muertos en 51 días. Para corporizar esos datos fríos, la mitad de esos menores muertos (el 48.8%), tenía menos de 10 años y una cuarta parte (el 24.5%), eran menores de 1 año. Ya no están, faltan en sus familias más allá de las cifras, con todo el dolor y pérdida que significa. Pero Larreta se pasea con Acuña en los jardines, rompiendo burbujas cuando está prohibido ingresar. Juegan a la ruleta rusa con nuestras infancias.

Todo esto pasa cuando toma difusión que los casos en menores se quintuplicaron y más en la Ciudad (ver gráfico). Cuando la ocupación de camas de terapia intensiva subió al 84% y destapa la cantidad de menores en hospitales como el Gutiérrez, donde había 10 y 2 en terapia o el Garrahan con 39 menores internados y casos en terapia. Denuncia que cobró fuerza por enfermeras indignadas.

Las dos franjas etarias que más viene aumentando en la Ciudad, de 0 a 9 años y de 10 a 19 años

La Ciudad, la peor de todas…

Para desmentir a la derecha reaccionaria, la Ciudad es el distrito con más muertes por millón de habitantes del país, al sumar 2.422 muertes por millón. Con eso supera en 80% la media nacional de 1.348 muertes. Otro indicador alarmante es el de incidencia y razón de casos. Según el Ministerio de Salud, se considera una incidencia elevada con 150 casos cada 100.000 habitantes, en 14 días. Mientras que Alemania dispuso no permitir clases presenciales si hay 3 días consecutivos con una incidencia semanal de 165 casos cada 100 mil habitantes.

Pero la Ciudad y la mayoría de las provincias quintuplican eso, con 724 casos de promedio nacional y un mapa en rojo del país. Después San Luis, la Ciudad es el peor distrito, al sumar 1.354 contagios en estos 14 días. Y ningún país del mundo mantuvo las clases presenciales con esas cifras.

Las mentiras se desnudan y evidencian lo perverso de la política de Larreta y su ministra Acuña, al ver que la Ciudad pasó de 26.616 en menores y adolescentes contagiados al 23 de febrero, a 36.696 casos el 20 de abril. El 13.9% de los casos de menores del país, con solo el 6.7% de los habitantes. Larreta miente deliberadamente porque en 63 días de clases, subieron 10.514 los casos, unos 167 pibes contagiados por día, 7 pibes por hora.

¿Y la Provincia? También

La Provincia de Buenos Aires no se queda atrás. Al sumar 32.128 casos más y alcanzar los 114.040 contagios, pasó al 43.3% del total de contagios en menores y adolescentes del país, pese a tener el 38% de la población. Junto a CABA, suman el 57,3% de contagios de la Argentina. En relación a la incidencia y los casos en 14 días, la Provincia suma 937 en promedio, Córdoba 619, Santa Fe 651 y Mendoza 615. Triplican así el “índice Alemania” para suspender la presencialidad.

Fuente: Martín Barrionuevo, senador del PJ-Frente de Todos, con informes sistemáticos sobre COVID-19

En ninguna debería haber clases presenciales, según el semáforo epidemiológico que aprobaron en el Consejo Federal de Educación. Además, numerosos municipios bonaerenses multiplican por 8 o 9 ese “índice Alemania” de 165 casos promedio[2] para suspender la presencialidad.

También se comprueba que mienten al hablar de las experiencias “del mundo”. Al 26 de abril, a más de un año de pandemia, a nivel global según la UNESCO, hay 27 países con cierres totales de escuelas. Son más de 174,2 millones de estudiantes, el 10% del total de la matrícula mundial. A su vez, un 49% de países tiene clases presenciales y otro 39%-41% está con cierres parciales de escuelas, con más de 680 millones de estudiantes con importantes interrupciones en su educación presencial.

Sobre los 35 países del continente americano, solo Canadá, Nicaragua y Cuba tienen las escuelas abiertas a pleno. Otros como México, Venezuela, Uruguay, Honduras, Panamá, República Dominicana, Belize, siguen con cierre total. Y el resto con importantes cierres parciales, como EEUU, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú, Paraguay.

La evidencia científica confirma la suspensión provisoria

También se llenaron la boca hablando de “evidencia” para justificar que no se debería suspender ni provisoriamente la presencialidad. Cuando las mayores revistas científicas, de prestigio y reconocimiento internacional, dicen lo contrario. Ocultaron la investigación en 226 países, de la revista Nature sobre las mejores medidas para frenar al COVID, que indica: “el cierre de instituciones educativas es la segunda medida con más impacto para disminuir contagio”. Con un 73% de efectividad, superado solo por la cancelación de reuniones pequeñas, entre las intervenciones gubernamentales no farmacéuticas de control de COVID-19.

Revista Nature: Ranking de efectividad, el cierre de escuelas es la 2da medida contra el COVID-19

La revista The Lancet, en base a un estudio de 131 países, informó que “la reapertura de la escuela, sin una sólida mitigación del COVID-19, corre el riesgo de acelerar la pandemia”. Además, “el cierre y apertura de escuelas tiene un alto impacto disminuyendo y aumentando el COVID”. Y alerta: “la reapertura total en un contexto de alta transmisión comunitaria, también proporciona un terreno fértil para la evolución del virus y nuevas variantes”.

Están también otros de los 40 estudios señalados por Axel Rivas, Director de Educación de la elitista y privada Universidad de San Andrés, quien afirma que no encontró “ningún sistema educativo nacional o subnacional que haya mantenido escuelas abiertas con más de mil casos cada 100 mil habitantes por semana como ocurre en CABA ahora”. Además de publicar estudios como el de Katherine Auger y otros que sostiene: “el cierre de escuelas se asoció con una disminución significativa en la incidencia de COVID-19 (−62%) y mortalidad (-58%) en los EEUU”. O el de James D. Munday y otros, concluyendo que “la apertura de escuelas en Inglaterra generó un fuerte aumento de contagios”.

Revista científica The Lancet, informe sobre el cierre de escuelas y COVID-19

Pese a toda esta evidencia y realidad, como reconoce el diario La Nación, Larreta “encontró en la presencialidad escolar ‘una bandera’ para fortalecer su perfil presidencial y plantarse en el tablero de Juntos de Cambio”, ante Macri o Bullrich. Pero además, la inmensa mayoría de gobernadores, no solo de CABA, Mendoza, Jujuy y Corrientes, sino del PJ- Frente de Todos mantienen la presencialidad, desconociendo el DNU de Fernández. En un cinismo que alcanza también a la burocracia Celeste de CTERA, al no sacar ninguna medida para aislar y derrotar a Larreta ni tampoco a nivel nacional.

Por un sistema único, nacional y estatal de educación

Es que, de las 24 provincias sólo 4 adhirieron: Buenos Aires, Formosa, La Rioja y Catamarca. Mientras en Santa Cruz, nunca se regresó presencialmente al aula. En las 19 provincias restantes, hay clases presenciales porque sus gobernadores decidieron sostener la presencialidad, argumentando que las escuelas no serían foco de contagio.

Por eso, además de la docencia porteña, hay protestas en distritos como Bahía Blanca, Rosario, Tierra del Fuego y Tucumán, además de Chaco, Misiones y La Rioja. En la Ciudad, pesa incluso que más del 50% de las escuelas sean privadas por la política del PRO, apretando a quienes quieren luchar o no enviar sus niñes al colegio.

Por esto se colocan dos tareas claves: Luchar por eliminar los multimillonarios subsidios estatales que reciben la Iglesia y demás empresarios de la enseñanza privada, absorbiendo el Estado todo colegio que no pueda o no quiera seguir para garantizar la matrícula y los derechos de la planta docente y auxiliar. Junto a romper con la perversa transferencia de escuelas a las provincias, hecha por la dictadura y el menemismo y legitimada por la Ley de Educación Nacional de Filmus-Kirchner, para ir a un sistema educativo único, nacional, estatal, laico y gratuito para las mayorías populares. En el marco de un aumento del Presupuesto educativo al 10% del PBI, como la Celeste de CTERA y la entonces diputada por el PJ, Adriana Puiggrós, le reclamaran a Macri en su mandato.

Suspensión provisoria de la presencialidad, con recursos

Volviendo al mapa epidemiológico, en todas las zonas rojas se deben suspender provisoriamente las clases presenciales. Con una virtualidad que asegure cierta continuidad pedagógica, en el marco de medidas más integrales. Decimos suspensión provisoria y no de forma indeterminada como plantea alguna tendencia, para que el lapso o período de virtualidad no implique más desigualdad y brecha educativa, más abandono ni sumar más jóvenes ni-ni. Por eso exigimos al Estado los recursos para hacerlo realidad de la mejor forma posible. Y a CTERA, las medidas de lucha para lograrlo. Además de impulsar acciones en todo distrito que es posible desde la docencia Multicolor.

Porque Trotta y Alberto Fernández barajan una “presencialidad administrada” que implique suspender solo en Superior, en ciertos cursos de Secundaria, sin cortar en los primeros y últimos años. Lo mismo en Primaria e Inicial, aunque aquí planean mantener más grados y salas abiertas, diciendo ser una franja que se contagia menos o transita el COVID sin problemas, desde la lógica privatista y patronal de los gobiernos.

Quieren seguir poniendo a la docencia y las familias entre una presencialidad insegura, una virtualidad ficticia y una bimodalidad precarizante. Cuando hay que responder a la globalidad, de forma integral. Reclamar un Congreso Pedagógico de emergencia y con consulta sanitaria, donde decida democráticamente la docencia, estudiantes y familias. Porque acá deciden qué hacer con la educación un debilitado Alberto, un Trotta casi renunciado, un Larreta golpeado, su justicia adicta, un juez federal cuyo fallo no se cumple y ahora una Corte Suprema de jueces vitalicios, intocables y que nada saben de la realidad educativa.

Por eso debemos exigir a la Celeste de CTERA y gremios como SUTEBA, UTE o AMSAFE que la corten con mandar cartitas a los gobiernos o pedir “audiencias” a ministros. Que rompan la tregua y convoquen a una medida de lucha para que se disponga la suspensión provisoria e inmediata de la presencialidad, en consulta con la comunidad y asesoría sanitaria de organizaciones de la salud, independientes de los gobiernos, en toda provincia, región y distrito en rojo, según el semáforo epidemiológico del Consejo Federal de Educación. Y se aplique todo lo aprobado en el Protocolo Marco (Resolución CFE N° 364/2020, 2 de julio, 2020), garantizando las refacciones y la inversión en infraestructura necesaria, la provisión de agua, insumos de limpieza, para la desinfección, prevención, detección y protección, etc. Es hora que CTERA pase de las palabras a los hechos, porque siguen creciendo también las muertes evitables de docentes y auxiliares en la Ciudad y las provincias.

Junto al reclamo a Larreta, pero también a gobernadores como Kicillof, Perotti, Schiaretti y otros para que garanticen conectividad y WiFi, además de notebook de forma gratuita para todes. Más la impresión y distribución de libros, cuadernillos y material didáctico en las escuelas para que las familias puedan pasar a retirar.

Además de suspender fuertemente otras actividades, garantizando un ingreso social desde el Estado y las patronales a sus trabajadores y sectores tercerizados e informales. En un shock de reducción del transporte público, más un plan urgente y masivo de testeos y vacunación, expropiando los laboratorios como el de Sigman y Richmond para una producción estatal y distribución masiva de vacunas. Son medidas para priorizar realmente la salud, la vida y la educación de las mayorías populares.


[1] AMBA, zona urbana común que conforman la CABA y 40 municipios bonaerenses: Almirante Brown, Avellaneda, Berazatagui, Berisso, Brandsen, Campana, Cañuelas, Ensenada, Escobar, Esteban Echeverría, Exaltación de la Cruz, Ezeiza, Florencio Varela, General Las Heras, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, La Matanza, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Luján, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, Moreno, Merlo, Morón, Pilar, Presidente Perón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Vicente, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, y Zárate.

[2] Pilar sumó 1.463 casos/100.000 habitantes en los últimos 14 días, Ensenada 1.951 y Berisso 1.533 casos. Hay otros al mismo nivel que CABA como San Vicente 1.353, Lanús con 1.338, La Plata 1293, Escobar 1.254 o San Fernando. Y en el interior bonaerense, hay 3 municipios con 2.000 a 2.500 casos y otros 3 con más de 1.500/1.600 contagios por cada 100 mil habitantes en 14 días. La inmensa mayoría de la provincia en rojo.

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