jueves, 2 mayo 2024 - 09:31

Costanera Sur. No a las megatorres privadas, sí al espacio verde público

En tiempo récord, la Legislatura porteña intentó aprobar el convenio urbanístico que Larreta firmó con el pulpo inmobiliario IRSA para construir un barrio de torres lujosas en terrenos de Costanera Sur, en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors. Y aunque algunos digan que este es un “nuevo” negocio de Larreta y sus amigos, este proyecto tiene una larga historia.

  • En la década del 60, el Estado nacional donó tierras fiscales para fines deportivos al Club Boca Juniors. A partir de allí, el predio sufrió un derrotero de pujas legales hasta que en 1991 Boca lo vendió a la empresa Santa María del Plata SA en 22 millones de pesos/dólares. En ese momento presidía el Club la dupla Alegre-Heller, el mismo Heller que es diputado nacional del Frente de Todos y ahora se presenta para renovar su banca.
  • Años después Santa María del Plata le vende el predio a IRSA en 50 millones de dólares. Para entonces la empresa pretendía convertir esos terrenos en la Villa Olímpica, cuando tanto el gobierno nacional como el porteño postulaban a Buenos Aires como sede de las Olimpíadas 2004. Lógicamente la construcción de la “Villa” se iba a financiar con dinero destinado a dicho evento y luego quedaría para su propietario. Pero Buenos Aires no resultó elegida como sede.
  • En 2002, bajo el gobierno de Aníbal Ibarra, IRSA presentó su proyecto de barrio privado “Urbanización Solares de Santa María”. Como marca la ley, se llevó a cabo una audiencia pública: allí el proyecto fue muy cuestionado por vecinos, ONGs y quedó en suspenso.
  • En marzo de 2007 los diarios reflejaban, con foto de Elsztain -dueño de IRSA- y el presidente Kirchner en la Rosada, la presentación de ese mismo proyecto. Días después, el entonces jefe de gobierno Telerman lo autorizó por decreto. Pero ante una presentación judicial, la justicia dictaminó que el proyecto debía aprobarlo la Legislatura porteña. Sin los votos necesarios en la Legislatura, Elsztain focalizó sus negocios en el campo y otros negocios inmobiliarios. Como presidenta, también lo recibió Cristina Fernández.
  • En 2009, Elsztain llega a la presidencia del Banco Hipotecario y con ello a la administración de todos los fondos de la ANSES destinados a los créditos del Plan ProCreAr. Llamativamente, han pasado varios presidentes de la Nación y este hombre continúa en el cargo pese a que el accionista mayoritario del Hipotecario es el Estado nacional (57%).
  • Pero Elsztain nunca resignó su proyecto “Solares de Santa María”. En 2010, como jefe de gobierno porteño, Macri presentó ante la Legislatura un nuevo convenio firmado con IRSA para autorizar dicha urbanización. Como no logró ser aprobado, Macri lo volvió a presentar en 2011 pero esa vez no llegó a tratarse.
  • Y llegamos a 2021. Con pequeños cambios, como ponerle un poquito de parque público como “celofán”, Larreta vuelve a presentar el convenio-proyecto a la Legislatura, lo tratan en comisiones en tiempo récord y se supone que “queda listo” para ser votado. Pero se incumplió con la Constitución porteña, que ordena presentar antes un estudio de impacto ambiental y hacer una audiencia pública para debatirlo. Ante esto, la ONG Observatorio del Derecho a la Ciudad presentó un amparo y logró una cautelar judicial que frenó provisoriamente la aprobación.

En la Legislatura, tanto el FIT como el FdT se opusieron al proyecto. Estos últimos tienen un numeroso bloque de 17 diputados, pero en las comisiones poco y nada hicieron para frenar el proyecto. A diferencia de Costa Salguero, en este caso no presentaron un proyecto alternativo para convertir ese predio en un gran espacio verde público. Pese a sus discursos de campaña, el FdT cuida sus lazos con Elsztain/IRSA: en eso tampoco hay “grieta” con el macrismo.
Por nuestra parte, apoyamos el proyecto presentado por el colectivo ciudadano “Tierras Ferroviarias Verdes” que propone proteger el humedal existente, crear un gran parque público y destinar una pequeña parte del predio para actividades culturales y deportivas que no afecten el ambiente. Al respecto, es equivocado el proyecto que presentó una legisladora del PO-FIT que plantea parque y construcción de viviendas sociales: éstas son una necesidad, pero no precisamente allí, a costa del humedal que hace falta proteger.
Tenemos que seguir enfrentando este proyecto de negociado inmobiliario de IRSA y pelear por aumentar los escasos espacios verdes de la Ciudad. Así como participamos en la protesta unitaria del sábado 7 en Costanera Sur, hay que mantener y ampliar la movilización.

No al proyecto Costa Urbana de IRSA

Mientras que más del 40% de los porteño alquila y no hay políticas reales de acceso a la vivienda para la familia trabajadora, Larreta incentiva la cementación para especulación inmobiliaria y reserva de valor para los millonarios. Al encarecer el valor del suelo, esta política elitiza la Ciudad y expulsa de ella a los sectores populares. Este proceso expulsivo, que agudiza la desigualdad social, se denomina gentrificación.

El proyecto Costa Urbana de IRSA implica construir las torres de lujo más altas de la Ciudad, de hasta 145 metros, edificios de oficinas premium, comercios, un hotel, escuela y sanatorio privados. Todo esto sobre un humedal, con el consiguiente impacto ambiental negativo y alzando una barrera privada que dificulta el acceso al río.

Adrián Hernández

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