domingo, 11 mayo 2025 - 01:24

Córdoba. Nuevo momento de la lucha contra los despidos en el Rawson

Después de casi  40 días de resistencia, la lucha heroica de los trabajadores del Rawson contra los despidos y el vaciamiento sigue firme.

La larga lucha que vienen llevando los trabajadores del Rawson contra los despidos sin causa de 18 compañeros tomó un nuevo impulso esta semana. Y dejó más claro lo que vienen denunciando, los despidos que son cerca de 80 en toda la provincia no son al azar. Es un plan de disciplinamiento del gobierno del peronismo cordobés para avanzar en el achicamiento y privatización de la salud pública. 

Llaryora, Pieckenstainer y el PJ juegan a las escondidas

El martes 6, los trabajadores fueron recibidos por legisladores de bloques de oposición en la unicameral, así como antes los recibieron concejales de la capital. Entre los legisladores estuvo Luciana Echevarría del MST en el FIT-U. Luciana ya anteriormente había estado junto a los trabajadores en lucha en la carpa instalada frente al hospital. Durante la reunión se pudo escuchar el relato emocionado de una de las despedidas que explicaba la dedicación y entrega con que hacen su trabajo. Y se indignaba con los gobiernos que en la pandemia llamaban “héroes” a los trabajadores y ahora las tratan a ellas como material descartable. En la reunión se acordó, entre otras iniciativas, que los legisladores se sumen a una comisión junto a concejales para entrevistarse con la directora del hospital. Y allí expresarle su preocupación y la necesidad de una solución urgente para las 18 familias del Rawson y para todos los despedidos. También durante esa reunión les notificaron a los legisladores que el día siguiente habría reunión de la comisión de salud. Allí iban a tratar un pedido de informes sobre los despidos de trabajadores de salud.

El miércoles 7 la directora Toledo, a través del subdirector administrativo Alonso se negó a recibir a los legisladores y concejales con el pretexto de que “estaba ocupada”. Ante la propuesta de la comisión de esperarla les dijo que la entrevista no se había gestionado con anterioridad, pese a que los trabajadores habían informado de la visita con varios días de anticipación. Y que por orden de la Secretaría de Salud de la provincia, a cargo de Carlos Giordana, no podía recibirlos sin autorización previa. 

El mismo 7 el ministro Pieckenstainer debía presentarse en el Hospital Oncológico, que está en el Polo Sanitario a dos cuadras del Rawson, para poner en funciones un nuevo equipo de dirección. A último momento decidió suspender la visita y que la nueva dirección firme su asunción en la sede del ministerio. Y también sospechosamente el legislador del PJ Cristian Frías, presidente de la comisión de salud, suspendió la reunión que iba a tener lugar esa tarde por “problemas de agenda”.  Parece que los funcionarios del gobierno de Llaryora y los legisladores del cordobesismo no aceptan que les pregunten o cuestionen esta política de ajuste.

El jueves 8 los trabajadores del Rawson confluyeron en una convocatoria que reclamó por el grave deterioro de APROSS (el seguro de salud de los empleados públicos provinciales). Porque tienen peores prestaciones mientras aumentan los aportes compulsivos para los afiliados. Y que ahora está bajo la lupa por denuncias de estafa con los medicamentos y el incendio de una parte de la sede, donde justamente se encontraban los archivos.

El plan del gobierno y la resistencia de los trabajadores

Los trabajadores del Rawson denuncian que los despidos son porque se mantuvieron firmes en su organización y fueron pilares del Cordobazo de Salud de 2022. Y que son parte de un plan de precarización y privatización, porque algunos de los contratados despedidos han sido reemplazados por monotributistas y becarios con un vínculo por tres meses. Y en áreas como el turnero, se está reemplazando a los trabajadores, por un call center tercerizado. Buscan deshumanizar la atención en salud. En línea con la política de Milei a nivel nacional Llaryora y su ministro Pieckenstainer. El ex gerente del Hospital Privado quiere reducir la salud pública a su mínima expresión. Quiere convertir lo que sea rentable en un negocio para empresarios amigos y grandes corporaciones de la salud privada. 

Pero frente a eso, está la resistencia de los trabajadores. La visibilización de la lucha, junto con el reclamo por la negociación salarial en curso abre un nuevo momento de la pelea y abre una importante perspectiva para que puedan torcerle el brazo al gobierno y lograr que vuelvan los despedidos. Es posible si se logra ampliar la solidaridad de los usuarios y la sociedad. Y unir los reclamos, no solamente de los trabajadores de salud, sino de todos. Como los judiciales que, más allá de las conducciones sindicales burocráticas, se movilizan contra el ajuste de Llaryora, por sus salarios, condiciones laborales y jubilaciones.

Alternativa Salud

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