lunes, 6 mayo 2024 - 04:53

Córdoba. La despedida de un imprescindible

Era viernes a la noche cuando nos enteramos de la noticia y nos invadió la tristeza. Se nos fue el Coto, un compañero, referente, un dirigente y sobre todo un militante de la revolución. Y así lo reflejó su despedida.

El sábado con el corazón estrujado, desde temprano fuimos llegando compañeros del MST, amigos y familiares, a la casa velatoria ubicada en la General Paz. Cuando llegamos estaba el cajón rodeado de cristos y cruces. Fuimos al rato a pedir que las retiren, no nos podían creer, “¿cómo? ¿sin cristo?” nos decían de la recepción. No sabían que si el viejo hubiera visto la escena nos mandaba a todos a la mierda, después de haber militado toda la vida contra la iglesia y su política reaccionaria. “Sí señor, sin cristo”.

Durante la mañana la sala velatoria, a pesar de ser muy grande, empezó a quedar chica. Muy chica. Compañeros y dirigentes nacionales del MST como Cele Fierro, Martín y Carlos Carcione, se hicieron presentes. Estuvieron los históricos y los de la más nuevita juventud. Llegaron sus familiares, sus hijos Nicolás y Sebastián, ex compañeros de trabajo y de la militancia sindical en el gremio de los gráficos. Se hicieron presentes referentes del movimiento obrero, del sindicato de Gráficos, de CISPREN, la Secretaria General Adjunta de la CGT Córdoba Ilda Bustos y referentes históricos del sindicalismo combativo como el Negro Bazán de SIPOS. También estuvieron compañeros de otras organizaciones del Frente de Izquierda como el PTS, Izquierda Socialista y el Partido Obrero.

No se necesitó mucho para que en este encuentro brotaran las historias y anécdotas, de cómo se vivió el Cordobazo, la experiencia de la militancia clandestina durante la última dictadura genocida, las luchas obreras en los ‘90 y los 2000. Y el rol del Coto siempre ahí, recordando sus charlas, su temperamento, sus puteadas; también la paciencia y la pasión con la que abrazó la causa revolucionaria y su estratégica tarea de construir el partido revolucionario.

Llegando el mediodía y ya después de mucha charla, nos acordamos que al viejo también le encantaba la joda. A todos nos vinieron recuerdos de charlar con él entre vinos y guitarreadas mientras entonaba alguna canción de los olimareños. No lo dejamos pasar, y la juventud se puso a entonar canciones de la guerra civil española y otros temas que en parte, también nos enseñó él.

Entrada la noche, pasadas las 19, se organizó un homenaje de despedida, de sus compañeros de militancia junto a familia y amigos. Tomó primero la palabra Raúl Gómez, en nombre de la dirección regional del MST. Hizo un pequeño repaso de la vida dedicada a la militancia obrera y revolucionaria, pero también recordó que Coto era un tierno cascarrabias que desde su lugar colaboró hasta el último momento con la formación de jóvenes militantes. Luego se expresó su hijo Nicolás, que también nos compartió sus anécdotas y recuerdos, valorando su papel como militante abnegado, como un gran discutidor de todo con todos, recordando la gran confianza que tenía Coto en sus ideas.

Luego también compartieron sus recuerdos compañeros del sindicato gráfico, del Partido Obrero y de Izquierda Socialista. Finalmente, Carlos Carcione de la dirección nacional del MST se expresó para recordarnos que si hay algo que nos atraviesa a los revolucionarios de punta a punta, eso son los principios, la pasión y la solidaridad. El Coto significó todo eso para nosotros.

Para terminar, entre las decenas de personas que estuvimos presentes, luego de hacer un compromiso de homenajearlo al viejo siguiendo su ejemplo abrazando la causa de la revolución y la construcción del partido, despedimos a Cototo cantando el himno de los trabajadores del mundo, La Internacional. No es un adiós, es un hasta siempre.

¡Hasta el socialismo siempre compañero Cototo!

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