jueves, 26 diciembre 2024 - 07:13

Caputo en dificultades. 30% de inflación, pocos y caros dólares

Mientras el conjunto de la población trabajadora sigue viviendo una película de terror, el gobierno intenta acordar con la misión del FMI el desembolso de U$S 3.280 millones pendientes desde noviembre pasado, para poder capear un panorama político, económico y financiero muy complicado.

La orden para ir quinta a fondo hasta el centro del huracán es el título con que uno de los editorialistas de La Nación comienza su análisis político del pasado domingo. Y más allá de las diferencias que se puedan tener con el texto en su conjunto, el título ilustra los tiempos en curso. Es que las presiones que el temporal está acumulando mazazo tras mazazos en una amplísima base social acumulan vientos que pueden dañar seriamente la arquitectura de todo el plan económico.

En medio de los anuncios de un tarifazo brutal, producto de la eliminación en tiempo récord de los subsidios a la energía y el transporte, dos datos entre muchos ilustran la grave situación social que atraviesa el país.

Por un lado, el índice de precios de diciembre rondará según distintas consultoras entre el 25% y el 30%. Esto resulta una buena noticia para Milei, quien llamó a felicitar al ministro, y un desastre completo para todas las familias trabajadoras de este país. La cifra es solo una muestra promedio de la pesadilla. Según el instituto ISEPCI, en el último mes en los llamados comercios de cercanía, donde las familias del conurbano profundo se abastecen, los precios de los alimentos rondaron el 48% de aumento.

El otro, más informal pero no menos real, es el comentario de las docentes que trabajan en las pocas escuelas de verano al que asisten los llamados sectores “vulnerables” sobre un gran incremento de la matricula buscando asistir del comedor.

La figura del “centro del huracán” no corresponde a una zona determinada por las maniobras parlamentarias o en la Justicia; sino a la región en que se desarrollan la turbulencias que originan los choques en las calles en curso y del paro general del 24 de enero, que son las que van a determinar la suerte inmediata de los conflictos y resultados en las alturas institucionales.

Es por eso que a expresiones como que “no se va a negociar nada” de los textos del DNU y la mega ley, continúan informes sobre las negociaciones con gobernadores, diputados y senadores de distintos bloques, empresarios y burócratas sindicales con recules varios. Es por esa misma razón que la misión del FMI, que desde la semana pasada está en el país y que elogia las intenciones de ajuste del gobierno es muy cuidadosa a la hora de cerrar un nuevo acuerdo y según indican los medios, quieren ver la solidez política del gobierno para aplicar los ajustes en curso y los que prepara. Y es en medio de esa incertidumbre, que “los mercados” no estarían tan benévolos con el pro mercado ministro Caputo.

Los dólares no le alcanzan al gobierno para pagar las deudas contraídas

Con reservas líquidas negativas por U$S 8 mil millones Milei tuvo que acudir a un crédito de corto plazo de la CAF para cubrir el vencimiento de deuda por U$S 920 millones de diciembre, luego que el gobierno quedara desautorizado para utilizar el swap de monedas con China. Ahora, para cubrir la catarata de vencimientos de los primeros meses del año el gobierno emitió una letra intransferible al Banco Central para disponer de U$S 3.200 millones acumulados en el mismo para pagar compromisos de deuda e igualmente no le cierran las cuentas.

Este martes 9 vencen U$S 1.500 millones de los bonos Global y Bonar, que son parte de la reestructuración de pagos a los bonistas privados realizada por Guzmán en 2020. A fin de mes hay que cubrir dos vencimientos con el FMI por U$S 1.920 millones y a comienzos de febrero otro por U$S 800 millones en concepto de intereses. Entre diciembre y enero se acumularon pagos a otros organismos internacionales por U$S 400 millones.

Desde el punto de vista financiero el panorama se muestra complicado para el ministro, que no consiguió un solo dólar de los fondos árabes como prometía, ni que el FMI acordara rápido la continuación del acuerdo firmado por el anterior gobierno y los desembolsos atrasados correspondientes, mucho menos que le liberaran otros U$S 15.000 millones para avanzar con menos estrecheces en el desarrollo de su plan.

Otras cifras abultadas muestran la fragilidad de la situación económica que transita el gobierno. Por un lado, hay un ensanchamiento vertiginoso de la brecha cambiaria (diferencia entre el valor del dólar oficial y el financiero). Los dolaras links (CCL) treparon más arriba de los $ 1.200 llevando la brecha hasta un 48%. Esta corrida es explicada por los analistas como una de las consecuencias de haber bajado las tasas de interés bancarias muy por debajo del ritmo inflacionario.

Su dinámica es un factor de grave preocupación, ya que trae entre otras consecuencias la parálisis de los exportadores que ven al dólar revaluándose en torno al ritmo inflacionario y especulan no liquidar por ahora. Además, plantea la posibilidad cierta de que el gobierno deba acudir a una nueva y brutal devaluación entre febrero y marzo para alentar a los agroexportadores a que liquiden la cosecha gruesa en abril, un dinero con el que intenta estabilizar un barco que no deja de sacudirse. Por si fuera poco, dada la extensión de la buena cosecha próxima de soja y maíz, los precios internacionales de estas commodities centrales para la economía argentina están bajando fuertemente.

La deuda comercial de los importadores con el exterior ya suma U$S 60.000 millones y es un fracaso completo el bono intitulado BOPREAL, con que el gobierno pretendía compensar la falta de dólares con compromisos de pago en esa divisa escalonados hasta el 2027. Solo se suscribió este instrumento por U$S 14.000 millones y la administración Milei extendió el plazo de inscripción con la ilusión de “pescar” algún dólar más.

Por último, han trascendido las negociaciones del gobierno con los bancos para canjear a varios años vencimientos de bonos de deuda pública en pesos por U$S 70.000 millones. El regalo sería para estos buitres financieros que cambiarían bonos en pesos por otros en dólares, lo que pondría en un grave riesgo al país, además de sumar más deuda en moneda extranjera. Dicen que es lo mejor que hace Caputo: “contraer deuda”, que por su puesto serán grandes negocios para sus banqueros amigos y que pagaremos todos nosotros con grandes ajustes y entrega de nuestro patrimonio nacional.

La delegación del FMI

Poco se conoce de los detalles de lo conversado. La delegación imperial encabezada por el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, Luis Cubeddu; el jefe de la misión Ashvin Ahuja y el representante del FMI en la Argentina, Ben Kelmanson se entrevistó con el ministro de Economía Luis Caputo y con el jefe de Gabinete Nicolás Posse. Según trascendió se quedarán hasta el miércoles y darán un breve comunicado en acuerdo con las autoridades argentinas. Habrá que esperar hasta la conferencia de prensa del jueves de la vocera del FMI, Julie Kozack, para conocer más de lo acordado.

Los vencimientos con el organismo rondan los U$S 7.500 millones durante el 2024, distribuidos de la siguiente forma:
• U$S 1.950 millones en enero
• U$S 810 millones en febrero
• U$S 1.922 millones en abril
• U$S 743 millones en mayo
• U$S 641 millones en julio
• U$S 727 millones en agosto
• U$S 716 millones en noviembre

¿Se acerca la dolarización?

Esta promesa de campaña había sido pateada para un futuro incierto, ante la falta completa de divisas para implementarla y la necesidad de avanzar en la esencia del plan: una reducción brutal del déficit fiscal y la reestructuración del conjunto de la economía para pagar la deuda externa y garantizar una súper ganancia empresaria.

Sin embargo, en los últimos días por lo menos tres economistas alertaron que la situación de fragilidad y las respuestas a la misma alentaban que se girase hacia esta variante. Primero lo hizo en una extensa entrevista el exministro Martín Guzmán, luego en su comentario del lunes 8 al mediodía se refirió al tema el conocido analista Maxi Montenegro, finalmente el economista Fabián Medina comentó en Canal E: “La realidad marca que con estos números la negociación con el FMI no va a tener los frutos que se esperan, les darán solamente los 3.400 millones de dólares que estaban pactados para esta revisión”.

Medina señaló que “el proceso de dolarización ya comenzó, empezó el 12 de diciembre con la devaluación”, completando: “estamos en un proceso de hiperinflación y eso es una licuación de ahorros”, para concluir que “vas a tener devaluaciones periódicas a partir de marzo”.

Ellos o nosotros

A los datos que anuncian un incremento exponencial de la pobreza e indigencia debemos sumarle la caída brutal del poder adquisitivo de los ingresos populares. Por ejemplo, el salario formal de la economía promedio ya traía desde el 2015 un 28% de pérdida del poder adquisitivo, de los cuales 20 puntos corresponden a Macri y 8 puntos de perdida al gobierno de Alberto Fernández . Con la devaluación y el aumento de los precios de alrededor de un 25% y un 30% de diciembre último, esta caída ha sido mayúscula y se espera una caída mayor, ya que la proyección inflacionaria de este enero en curso ronda el 20%.

El otro dato es la enorme baja del consumo causado por el vertiginoso aumento de los precios, con los combustibles a la cabeza. La baja en la actividad industrial y en la industria de la construcción, que ya registraban importantes bajas durante el gobierno peronista –en noviembre habían caído en forma interanual un 4,9% y un 2,1% respectivamente- ahora de la mano de la “estanflación” proyectada por Milei van a un camino recesivo muy profundo, con pérdida de puestos de trabajo en el marco de una inflación creciente.

Por eso no hay otra salida para la inmensa mayoría de los que trabajamos y habitamos el país que enfrentar el plan de ajuste y entrega de Milei. El 24 debemos parar con todas las fuerzas, organizar una gran movilización para luego continuar apoyando y empujando todas las luchas que seguirán desarrollándose hasta derrotarlo e imponer un plan alternativo que rompa con el FMI, nacionalice la banca y el comercio exterior y descargue con fuertes impuestos progresivos sobre el gran empresariado el costo de la crisis actual.

  1. Datos de “El poder adquisitivo del salario viene bajando desde agosto”, Clarín 07/01/2023

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