jueves, 2 mayo 2024 - 01:37

CABA. Gran jornada unitaria en el día nacional de la enfermería

Hoy, en el marco del día nacional de la enfermería, se desarrolló una jornada de lucha en el centro de CABA. Comenzando con una radio abierta en Congreso y una marcha en Plaza de Mayo, las y los trabajadores de la enfermería siguen peleando por su Reconocimiento profesional. La lucha, además, como lo remarcaron desde la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), tuvo el condimento de ser la primera movilización en defensa de la salud pública que incluye alertas por las amenazas de más ajuste y privatización que significa el gobierno de Milei y con reclamos a Jorge Macri.

De la actividad participaron un amplio arco de organizaciones que respaldan el reclamo de la enfermería, entre ellas la APyT del Garrahan, CICOP, FESINTRAS, la Comisión Interna del Hospital Italiano, el Centro de Estudiantes de la Escuela de Enfermería “Cecilia Grierson”, entre otros sectores movilizados.

Además anunciaron que realizarán una movilización de antorchas el día que asuma la jefatura de gobierno Jorge Macri.

A continuación, reproducimos el documento unitario que se leyó en la marcha:

Documento Unitario Día Nacional de la Enfermería 2023

Hoy es Nuestro Día Nacional y, por lo tanto, queremos empezar saludando a todas las y los enfermeros del país, ya que el orgullo y la dignidad por nuestro rol social y como trabajadores no tiene fronteras de ciudad o de provincia. ¡Porque somos ORGULLOSAMENTE ENFERMERÍA y seguimos estando en la PRIMERA LINEA siempre!!

¡Y hoy, nosotras y nosotros, como día de lucha, estamos donde tenemos que estar: ¡en LAS CALLES levantando nuestros reclamos como trabajadores de la salud!

En cada una de estas grandes movilizaciones que realizamos, en cada protesta, en cada acción callejera, de esta ENFERMERIA EMPODERADA, repasamos desde este escenario, la realidad que nos toca vivir y las PROPUESTA QUE LEVANTAMOS como colectivo organizado, unitariamente, de forma diversa priorizando lo que nos une, más allá de matices y diferencias, pero con el objetivo de lograr los derechos que nos faltan, la justicia que nos merecemos. Hoy, estamos movilizadas y movilizados, en un día especial, ya que venimos de un resultado electoral nacional, que lógicamente abre un nuevo escenario de desafíos para la enfermería, la clase trabajadora y todo nuestro pueblo, con el triunfo de un proyecto que viene a profundizar el ajuste que venimos enfrentando todos estos años, a pesar de la traición de los sindi- catos burocráticos que desmovilizaron pese a una inflación del 150%, más del 40% de pobreza y nuestros salarios por debajo de la línea de pobreza. Hay fuerza para resistir y en todo caso, la emergencia de un proyecto ultraderechista, así como en la mayoría de los países es el resultado también de la desilusión con promesas incumplidas de gobiernos como el actual.

Indudablemente, como colectivo de salud, no podemos soslayar esta realidad que nos va a atravesar desde hoy mismo.

Pero, por supuesto queremos arrancar, haciendo saber a nuestro pueblo, cuál es la realidad de nuestro colectivo, de qué forma se nos precariza, posterga, maltrata y violenta de parte de todos los gobiernos sin distinción:

•             La mayoría de la enfermería de este país, y la de esta Ciudad, la más rica de la Argentina tiene sueldos por debajo de la canasta de pobreza, de $ 350 mil pesos, fijada por el INDEC. Ni hablar de los casi $ 500 mil pesos de la canasta familiar que actualiza y monitorea la Junta Interna de ATE-INDEC mes a mes. ¡Y como no queremos seguir cobrando aguinaldos de miseria y jubilaciones de hambre, basta de sumas no remunerativas ni bonificables en nuestros sueldos! Denunciamos también el sistema de “módulos”, que son horas extras encubiertas, que no se pagan como deberían, la precarización a través de la contratación por monotributo, contratos provisorios, las evaluaciones de desempeño punitivas y la falta de reconocimiento de insalubridad, área crítica y jubilaciones anticipadas.

•             La mayoría, por esa misma razón, tenemos pluriempleo, más de un trabajo para subsistir, con jornadas de 12, 14 o más horas: sin des- canso, sin fines de semana. La explotación y opresión laboral es INTOLERABLE

•             En el Conurbano, al igual que en CABA, la enfermería en los municipios sufre violencia laboral, con contratos precarios durante años, salarios por debajo de la canasta de indigencia, falta de reconocimiento de los cargos de gestión, especialidades y persecución por reclamar. Incluso, aun no se ha efectivizado el pase a carrera de las y los compañeros en los hospitales provinciales.

Ni hablar en el Interior del país: ingresos miserables, despidos, postergación y ante el reclamo, represión como hemos visto en varias provincias.

Esta situación se replica tanto en los sectores públicos como en los privados y de la seguridad social. ¡Exigimos la plena aplicación del convenio 149 de la OIT!

Andrea Ramírez, dirigente Asociación de Licenciados en Enfermería

Y una de las formas más descaradas de la discriminación la sufrimos en esta capital, en la ciudad de Rodríguez Larreta, en la Ciudad de Jorge Macri, donde mientras miles de enfermeras/os sostenemos muchos servicios, siendo claves en la pandemia, y por eso, con un amplio reconocimiento social y popular, en esta ciudad de opulencia y privilegios para el 1 %, la enfermería está marginada y discriminada.

En 2018 se aprobó la Ley N° 6035, que regula las condiciones de trabajo de las profesiones de salud. Hay 24 profesiones incluidas: médicos, kinesiólogos, musicoterapeutas, odontólogos, veterinarios, licenciados en “estadística” de salud, sociólogos, antropólogos, licenciados en “sistemas de salud” y así, hasta 24 profesiones de las más variadas que hacen al equipo de salud y que tienen todo su derecho. ¡PERO DEJARON AFUERA AL COLECTIVO MÁS GRANDE DEL EQUIPO DE SALUD! ¡A LA ENFERMERÍA!

¡No a la estafa de la CAPE!¡Una muestra más de la discriminación a la que nos somete el gobierno de la ciudad!

¿A alguna persona se le puede ocurrir que la enfermería NO ES UNA PROFESION DE SALUD?

Larreta y Quirós terminan su gestión incumpliendo el fallo judicial que nos reconoce como profesionales y ordena nuestra inmediata equiparación.

¿Por qué si somos profesionales estamos afuera ganando la mitad del salario, sin licencias para capacitarnos y descansar y sin derecho a acceder a concursos para cargos de gestión?

Porque hay INTERESES ECONOMICOS, COR-PORATIVOS Y BUROCRATICOS, que se oponen. Porque la conducción de SUTECBA, encabezada por el “eterno” GENTA, no quiere perder miles de enfermeras/os afiliados si somos PROFESIONALES. Piensa en la ¡caja, no en la enfermería! Porque la conducción histórica de Médicos Municipales, bloqueó el avance de la enfermería porque monopolizo el control de los cargos de gestión y cogobernó años con el PRO en la Ciudad.

¡Y obviamente, porque el gobierno porteño, quiere ahorrar plata para publicidad en los medios, para CAMPAÑA ELECTORAL, desfinanciando la salud pública para priorizar negociados con los sectores privados y destinando fondos a los empresarios de la sanidad privada mientras precariza a sus trabajadores!!!!

¡SON TODOS ENEMIGOS DE LA ENFERMERÍA! ¡Y DE LA SALUD PUBLICA!

Pero tienen que saber, que los tenemos identificados, y que NO VAMOS A PARAR DE DENUNCIARLOS UNA Y OTRA VEZ hasta que se haga justicia.

Somos una enfermería empoderada, consciente, es decir, con compromiso de conciencia de clase de nuestros derechos, manejamos información, estudiamos la realidad, y nos preparamos a fondo para fundamentar todo lo que planteamos.

Desde esta unidad reclamamos derechos para TODA la enfermería. En primer lugar, un salario de inicio nacional que tenga como punto de partida la canasta familiar y se ajuste de forma automática, mensualmente, conforme a la inflación real.

Y esto, tiene que ser un derecho asegurado a escala nacional.

La precarización laboral es injusta y es un delito estatal: el Estado no puede ser precarizador. Por eso, exigimos el pase a planta de toda la enferme- ría contratada, empezando por toda aquella que fue movilizada en pandemia, que se capacitó en esas condiciones y los gobiernos despidieron una vez pasada esa tragedia. ¡Ni un enfermero o enfermera precarizado más!

Cele Fierro, diputada electa por CABA

Además, exigimos el derecho a la capacitación permanente en servicio, que no puede ser ni un privilegio, ni un sacrificado esfuerzo extra-laboral que hagamos individualmente: ¡Queremos una política pública que jerarquice la capacitación profesional permanente, porque queremos prestar un servicio público de mayor calidad a nuestro pueblo!

Es por esto que rechazamos la ley Yedlin, que no garantiza el acceso a la formación de grado a nivel nacional y favorece el negociado de la burocracia sindical del ámbito público y privado.

Por supuesto, funcionarios como los ministros de salud de todo el país o el jefe de gobierno Larreta y el ya electo Macri, con sueldos millonarios, y eso sin contar el circuito de “sobres por debajo de la mesa”, ¿Qué saben lo que significa vivir con un salario magro? Los desafiamos a cobrar como una enfermera, a que corran de trabajo en trabajo, a que, con la salud demolida por el desgaste, pro- ducto de la sobrecarga laboral debida a la baja dotación de enfermería, se enfermen y mueran antes o inmediatamente después de jubilarse ¡Lo desafiamos a eso, a todos los funcionarios que definen políticas para enfermería e incluso a los siniestros burócratas de los sindicatos que nos entregan en cada paritaria! No duran ni un minuto en un servicio de salud en un hospital o Centro de Salud barrial.

No queremos por otro lado, olvidarnos de la violencia que se sufre en los hospitales, por parte de gestiones que se consideran señores feudales, mandamases de los centros de salud. Esos personajes nefastos, que maltratan a la enfermería, que la violentan, que la acosan, que le niegan descanso, licencias, que las persiguen si protestan, que utilizan como en CABA, las evaluaciones de des- empeño para extorsionar o que sirven para premiar amigos y castigar a “rebeldes

¡No nos olvidamos de las patoteadas en el Hospital Borda, el Sanatorio Méndez y la Legislatura!

Esta violencia y discriminación a la enfermería no es casual, es parte de la precarización de las tareas de cuidado, en una profesión que se define como el arte y ciencia del cuidado. Una profesión además históricamente feminizada, ninguneada por un Modelo Medico Hegemónico obsoleto, machista y patriarcal que es contrario a una atención de la salud integral, inclusiva y con un equipo interdisciplinario de salud. La violencia género en el ambiente laboral se expresa en el maltrato, la falta de acceso a cargos de gestión que deriva en inequidad sala- rial, y la sobrecarga laboral sumada al pluriempleo y las tareas de cuidado no pagas. ¡Los gobiernos, el estado en general, tienen una deuda con nosotras, con todas las mujeres trabajadoras, y aún más con las enfermeras que hemos dejado el alma en la pandemia! Y no hemos recibido más que aplausos, que no llenan las panzas de nuestras familias ni las necesidades propias. ¡No nos han cuidado, por el contrario, nos han descartado! El desgaste físico y psicológico de nosotras está a la vista de todos los que se niegan a incluirnos en la carrera profesional y nos hunden en salarios de miseria y condiciones laborales degradantes.

¡Hay una deuda nacional con las y los trabaja- dores! ¡Y en el sector de salud hay una deuda histórica con la Enfermería!

Y por supuesto, como olvidarnos de un aspecto clave de nuestro reclamo: la Jubilación Anticipada, por desgaste psicofísico laboral, un régimen que no solo asegure el 82 % móvil (ya que la jubilación no puede ser un “subsidio” a la vejez, sino un justo y digno salario diferido), sino que catalogue como in- salubre el enorme trabajo con vidas humanas como el que hacemos, con la correspondiente reducción horaria.

Además, reclamamos que nuestras organizaciones sindicales independientes de todos los gobiernos, sean reconocidas con todos los derechos que les corresponden como organizaciones de nuestro colectivo con la más plena democracia obrera: basta de persecuciones a sus dirigentes y activistas, inclusión en paritarias con voz propia y licencias gremiales que nos corresponden.

Exigimos el derecho a la libre asociación sindical y que se deje de amedrentar y amenazar a las y los compañeros con descuentos ante las medidas de fuerza convocadas por las organizaciones de enfermería.

Nosotras y nosotros, venimos haciendo todo lo que hay que hacer para ser reconocidos salarial, laboral y profesionalmente en esta Ciudad y en todo el país. Nunca la enfermería ganó tanto peso en la agenda pública. Hicimos de todo en estos últimos años: marchas, paros, ruidazos, festivales, acampes, caravanas, cortes en la 9 de Julio, iniciativa legislativa y reclamos judiciales ¡de todo!

Pero sabemos que lo que va a definir nuestra agenda de derechos es la fuerza que construyamos desde la base, construyendo consensos, con asambleas y democracia sindical plena, en cada hospital, centro de atención primaria y sanatorio, y de allí a las calles, para torcerle el brazo al gobierno que sea, para lograr la justicia que nos corresponde como clase trabajadora de salud.

¡Cómo crece esta Enfermería! ¡Cómo nos empoderamos! ¡Cómo estamos logrando que nuestros derechos se discutan y sean parte de la agenda pública! Ese es un TRIUNFO GRANDE DE TODOS Y DE TODAS LAS QUE PONEMOS EL CUERPO PARA HACER GRANDE LA ENFERMERÍA.

Compañeras, compañeros: agradecemos a todas las organizaciones hermanas que siempre nos bancan y acompañan. Este reclamo no es corporativo o sectorial. No exigimos derechos de “élite” para la enfermería. Queremos empoderarla, para fortalecer la unidad del equipo de salud. Por- que si gana la ENFERMERÍA ¡GANAMOS TODOS LOS TRABAJADORES DEL EQUIPO DE SALUD!

Nos felicitamos todos y todas por la unidad en la diversidad lograda, porque ese es el camino y siempre apelando a la decisión de las bases, con asambleas democráticas en nuestros sindicatos.

Levantemos bien alto, los puños, para hacer un COMPROMISO DE CONCIENCIA, DE LUCHA: ¡no vamos a parar de pelear hasta que la Enfermería sea reconocida salarial, laboral y profesionalmente! No vamos a parar hasta que en todo el país nuestro colectivo tenga la justicia que nos merecemos y nos corresponde.

Se metieron con la generación equivocada. Estamos haciendo historia.

Somos orgullosamente enfermería. Orgullosa- mente clase trabajadora. ¡Viva la salud pública!

¡Viva la enfermería! ¡viva el equipo de salud y la unidad de los trabajadores!

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