martes, 23 abril 2024 - 08:48

Aumenta la pobreza y amenazan con reprimir. Exigimos soluciones urgentes

Todos los medios anuncian que el nivel de pobreza en nuestro país es cercano al 50%, es decir, que alrededor de la mitad de la población vive con un ingreso que no llega a cubrir la canasta básica de alimentos. El sector más azotado es la niñez, que llega a un 60 % en la pobreza y un grupo muy importantes vive en niveles de indigencia.

Es arrasador el saqueo que durante décadas venimos sufriendo los trabajadores y el pueblo, lo que hace que hoy la pandemia nos encuentre con país cuya economía está devastada y con una deuda externa de 332 billones de dólares, lo cual conlleva a que cada gobierno aplique más ajustes; con una inflación de dos dígitos, donde comprar alimentos es un lujo. Las familias trabajadoras no pueden abastecerse porque el negocio y las ganancias son solo para los ricos.

Esta política de saqueo a nuestros bolsillos no solo ha profundizado la miseria en los hogares más humildes y vulnerables, sino que ha dejado en la pobreza a sectores medios que hoy no llegan tampoco a fin de mes con sus magros sueldos, porque ganar por encima de los $61.000 que el INDEC marca como monto mínimo indispensable, es un lujoal que solo accede un pequeño sector de trabajadores.

Mientras todo esto pasa, la brecha entre los que más y los que menos tienen se va profundizando y empujando a la pobreza a más trabajadores.

Asistencia social insuficiente

En ese marco solo hay 900.000 personas que tienen un ingreso a través de un programa social cuando estamos hablando de que el 50% de la población, alrededor de 22 millones de personas, está bajo el nivel de pobreza. Esa es la respuesta social básica que da el Estado ante esta terrible problemática.

Por otra parte, dicen que abastecen con mercadería a los comedores y eso es una verdad a medias, ya que lo que mandan cada vez alcanza menos para responder a la cantidad de personas que día a día se suman a los comedores y ni hablar de los productos que poco sirven para hacer alguna comida saludable.

El consejo del salario se reunió el 27 de abril pasado y discutió un 35% de aumento del salario mínimo, vital y móvil y en 7 cuotas. No solo es una miseria en relación a la canasta básica de alimentos, sino que más miserable es en relación a cómo impacta en los ingresos a través de los programas sociales.

Hacinamiento, contagios y represión

El gobierno dice estar preocupado por el aumento de los contagios, pero defiende las ganancias capitalistas y no hace una fase 1 con cierre de empresas para evitar que los trabajadores tengan que viajar hacinados como ganados en trenes, subtes y colectivos. Pero mientras expone a millones al contagio, aparenta que sí le preocupan cuando los trabajadores desocupados salimos a la calle a manifestarnos frente a tamaño abandono del Estado ¿Por qué? Porque ponemos en evidencia ese abandono y luchamos por nuestras reivindicaciones pese al riesgo que eso conlleva, aunque reduzcamos la cantidad de compañeros manifestando y cumplamos los protocolos.

¿Cuál es la respuesta del gobierno? El ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, declaró que “no es tiempo de movilizaciones ni de amuchamiento de gente en las calles; todos vemos cantidad de casos (de Covid-19), de gente que se ha re infectado. Siempre le presto atención a los reclamos, tienen que ver con asistencia alimentaria y nosotros reforzamos todas las partidas y con mucha gente que se quedó sin ingresos, pero es tiempo de ser muy cuidadosos”, planteó.

¿De qué partidas de comida habla? La realidad es que desde que asumieron lo único que tenemos es problemas a la hora de recibir comida en los comedores, problemas con la poca variedad de productos y jamás nos han aumentado las raciones cuando saben que cada vez hay más gente pidiendo un plato de comida. Indigna que digan a los medios, lo que no cumplen en la realidad.

Por eso nos vemos en la necesidad de salir a las calles a exigir más partidas de alimentos para los comedores. También para que restituyan el IFE a un monto de $40.000 y para que cumplan con miles de nuevas altas de proyectos ya que, además, ahora dicen que no cumplirán tampoco con esto, dejando miles de familia sin nada.  Si después de reuniones no hacen nada para responder a las necesidades y además incumplen los acuerdos, el único camino que tenemos para lograr que cumplan, es movilizando y denunciando todo esto.

Para el FMI sí hay

El presidente Fernández decretó que las restricciones siguen hasta el 21 de mayo, pero no se les cae una idea de cómo soportaremos económicamente esto. Porque del IFE o alguna otra ayuda social no habla.Sabiendo que esto traerá malestar y bronca, el gobierno amenaza con reprimir y con métodos para impedir las movilizaciones. No van a frenar así la lucha por las necesidades de los sectores más vulnerables y a los trabajadores informales.

Lo que sí tiene claro el gobierno es una definición: la plata que hay va para pagar la deuda con el FMI. Por eso decimos; no al ajuste ni al Fondo.

El gobierno da correctivos a los pobres que se manifiestan y lo hace para seguir ajustando y pagando la deuda. Si de verdad le importara la situación de la gente, debería pensar que, entre contagiarse y comer para poder vivir, las personas van a elegir darle de comer a sus hijos. Debería ponerle un fuerte impuesto a las grandes fortunas y otorgar presupuesto de emergencia para una fuerte ayuda social.

Por eso es una gran mentira la de Fernández y Arroyo. No les interesa la salud de todos ni garantizarle a millones trabajo y salarios dignos. Y para garantizar que no movilicemos pone a su ministro de seguridad y a Gabriel Fuks, secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, a que salgan a responsabilizar a las organizaciones sociales, haciéndose los democráticos, diciendo que el derecho a la protesta no se restringe, pero declarando que no van a dejar entrar a nadie en grupo a la ciudad. Si eso no es restringir derechos, no sé de que estamos hablando.

Dicenque las organizaciones debemos ser responsables, ¿qué pasa con responsabilidad que debe tener el Estado? De esa no hablan.

Es escandalosa la falta de medidas del gobierno para los sectores vulnerables y sus organizaciones. Frente a esto, no vamos a permitir ninguna patoteada del gobierno frente a nuestro legítimo derecho a reclamar.

Mónica Sulle

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