lunes, 11 noviembre 2024 - 10:31

Continúa la sesión en el Senado. Incertidumbre adentro y repudio afuera

Pasadas las 10 de la mañana finalmente se dio inicio a la sesión para el tratamiento de la ley bases y el paquete fiscal. El cuerpo de senadores concedió un ajustado número para el quórum (se necesitaban 37 senadores en sus bancas para poder iniciar) y se llegó a ese número con el favor político de los radicales Maximiliano Abad y Martín Lousteau, quien anoche anticipó tras una reunión con la vicepresidenta Victoria Villarruel lo que finalmente hizo hoy: habilitar el debate con su presencia y hacerle un primer favor al gobierno. Lo hizo mientras busca amparo en su discurso de que defenderá su propio dictamen y que ¿votará en contra en general de la ley bases? Eso es al menos una posibilidad que veremos si se confirma hacia la tarde o noche de este día. Una vez logrado el quórum, se pasó al debate del temario y otras cuestiones previas al inicio formal de las intervenciones.

Recordemos que días atrás la oposición había logrado derrotar la intención del gobierno de que la ley bases y el paquete fiscal se trataran en un mismo punto y luego se votaran por separado. No será así. La ley bases se tratará sola, luego se vota en general y luego comienza el debate capítulo por capítulo. Y recién después de todo eso comenzará el debate del paquete fiscal. Con lo cual nadie en su sano juicio puede jurar a estas horas que todo esto se llegue a debatir de corrido y sin cuarto intermedio mediante. Esta es una de las cuestiones que preocupa al gobierno, que sabe que incluso si lograra una votación en general, luego tendrá fuertes modificaciones en varios capítulos y un debate fiscal que no sabe ni cuando se hará, demorando todos sus tiempos políticos. Y afrontará divergencias en el recinto en torno a temas muy sensibles como las facultades delegadas al presidente, el RIGI, privatizaciones, blanqueo de capitales y ganancias, entre otros puntos que pudieran seguir sufriendo modificaciones.

Por lo pronto la sesión arrancó y vamos a largas horas de debate. Se estima que más de siete horas de intervenciones individuales antes de la votación en general y los números siguen siendo muy ajustados, por lo cual las negociaciones y roscas continúan en forma permanente, mientras se desarrolla está tensa y maratónica sesión. Sucede que los números de votos previstos una vez iniciada la sesión siguen siendo de un posible empate. En estos momentos se arrancaría de 35 a 35, la oposición llega a este número con los 33 senadores de Unión por la Patria y 2 senadores de Santa Cruz que anoche pidieron no dar quórum: José María Carambia y Natalia Gadano. Y queda por saber como votarán los radicales Lousteau (que deja correr la idea que votará en contra en general) y Abad (que deja correr la idea que votara a favor en general). Pero una y otra cosa no están confirmadas y ambos personajes son parte de la vieja política tradicional, en nada confiable y muy afín a roscas y cambios de último momento, que veremos finalmente como se expresan a la hora de votar.

De cualquier forma al haber números tan ajustados y febriles negociaciones en curso, no se descarta incluso que la votación termine 36 a 36 y tenga que desempatar la presidencia del Senado. En este caso Villarruel obviamente votará a favor del gobierno, pero hay un problema en el medio: el viaje de Milei al G7 que terminará sucediendo hacia la noche, si se da antes de la votación coloca a Villarruel como presidente en ejercicio del país por ausencia de Milei, por lo cual ella no podría ejercer como presidenta del Senado. Allí pasaría a su lugar el senador de La Libertad Avanza Bartolomé Abdala que tendría que votar dos veces, una como senador y otra si hay empate como presidente del Senado. Pero esa posibilidad es cuestionada por parte de la oposición y por constitucionalistas que dicen que no es válido ni legal que un mismo senador vote dos veces. Si se terminara en este escenario, evidentemente vamos a una crisis y cuestionamientos varios. De hecho Milei está evaluando a último momento, postergar su salida.

En la calle se repudia la ley

Mientras sucede todo esto, desde tempranas horas comenzaron a llegar columnas de organizaciones políticas, sociales y sindicales. Desde la madrugada se podía ver a un combativo grupo de jóvenes del MST en el Frente de Izquierda colgando sus banderas y dando inicio a la jornada de lucha frente a Congreso. A los cuales con el correr de las horas se le fueron sumando diferentes organizaciones y desde hace un rato incluso gente que llega por su cuenta.

A la hora del comienzo de la sesión ya había en Plaza Congreso varios miles de manifestantes y muchos más que se encuentran encolumnando y dirigiéndose hacia allí. Lo cual anticipa un escenario para las próximas horas de una nutrida concentración frente al Congreso, que actuará como presión social en la previa de la votación.

Esa presión en la calle tan útil y necesaria, imprescindible podríamos decir, debió haber sido mucho mayor. Pero una vez más la CGT durmió la siesta, no convocó a ningún paro general y ni siquiera convocó formalmente en apoyo a esta movilización. Solo un sector de sus gremios realizaron convocatorias y llegaron hoy a Plaza Congreso. Y habrá que ver si se quedan hasta el final o luego de unas horas comienzan su retirada, como han hecho otras veces.

Lejos de esta postura, desde la izquierda se exigió ese paro nacional lamentablemente no convocado por la burocracia sindical, y ahora se reclama que los gremios y todos los sectores convocantes se queden en la Plaza todo el tiempo que haga falta. No solo para presionar a fondo a los senadores que mantienen dudas de como votar, sino también para enfrentar las posibles provocaciones de Patricia Bullrich que anunció que aplicará su reaccionario protocolo antipiquetes.

Algo que veremos si puede hacer, ya que en toda acción callejera que fue muy grande, pese a sus amenazas nunca pudo aplicarlo. La jornada de hoy también será una medición en términos represivos y de resistencia social al ajuste y las provocaciones de tan nefasta ministra que trajo más de 1200 efectivos a la Plaza desplegando de hecho una fuerte militarización de toda esta zona. Un operativo represivo que desde hace un rato comenzó a realizar provocaciones y amenazas sobre las columnas que van llegando y sobre las organizaciones de izquierda que resisten ese accionar represivo. En una tensa situación por el control de las calles frente al Congreso.

Como decíamos, la izquierda desde temprano está con mucha presencia frente al Congreso. Y coordinó, al igual que en otras marchas que se hicieron todos estos meses de gobierno de Javier Milei, una columna combativa e independiente. Dentro de la misma se encuentra presente Cele Fierro, diputada del MST en el Frente de Izquierda quien declaró: “Estamos desde temprano y acá nos vamos a quedar todo lo que haga falta. Por eso invito a las y los trabajadores y jóvenes que están viendo todo esto, a que también vengan y se sumen. Porque no confiamos en el Senado sino en la fuerza que tenemos en la calle cuando somos miles y miles y nos hacemos sentir. Hoy vamos a presionar todo lo que se pueda para que esta ley se vote en contra y caiga, una ley construida a favor de los grandes capitalistas, que quita derechos obreros y que escandalosamente compró el voto de una senadora a cambio de un cargo muy bien pago, todo es muy impresentable y con roscas típicas de la casta que Milei decía enfrentar, pero de la cual es parte. Vamos a pelear hasta el final para que sea rechazada esta ley y vamos a denunciar a todos los senadores que se dicen opositores y que la voten a favor. Pero incluso si se llegara con lo justo a votar a favor en general, la lucha va a seguir con fuerza porque el gobierno tiene muchos elementos de crisis y el descontento social seguirá creciendo. Desde la izquierda hoy demostramos una vez más que estamos donde hay que estar y lo vamos a seguir haciendo toda vez que haga falta, con o sin ley bases votada“.

En resumen, estamos ante un día de tensión política extrema y el gobierno tiene muchos problemas en cualquiera de los escenarios. Porque si finalmente lograra una votación de la ley bases a favor en general, sería al borde del empate, con modificaciones importantes y teniendo que volver la ley a tratarse en diputados, es decir lograría un paso muy debatible y cuestionado. Pero si llega a perder, la crisis será mucho peor. Porque todo el imperialismo y el establishment le vienen exigiendo que muestre que sí tiene acuerdo político para garantizar la gobernabilidad en medio del intento de aplicación de su plan. Y con una derrota esto quedaría todo muy cuestionado. El resultado final de la jornada de hoy hablará mucho del presente y de lo que viene también. Que sin duda será más crisis y descontento social creciente.

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